Gato singapura o singapur

El gato singapura proviene de Singapur. En concreto, "singapura" es el término malayo que se refiere a Singapur y significa "ciudad de los leones". Fue descubierto por primera vez en 1970 por Hal y Tommy Meadow, dos estadounidenses criadores de gatos siameses y burmeses. Ellos importaron a EEUU alguno de estos gatos y al año siguiente Hal volvió a por más. En 1975 comenzaron un programa de cría que contaba con el consejo de especialistas en genética británicos. En 1987, el criador Gerry Mayes viajó a Singapur para buscar otros gatos singapura que llevó a Estados Unidos para registrarlos en la TICA. La CFA registro 1982 a ejemplares de gatos de raza singapur, admitiéndose en campeonatos en el año 1988. Llegó a Europa a finales de la década de los 80, en concreto a Gran Bretaña, pero no consiguió mucho éxito en este continente. En 2014 fue reconocido por la FIFE (Federación Internacional Felina).

Se cuenta que estos gatos vivían en tuberías estrechas en Singapur para protegerse del calor veraniego y para alejarse de la poca estima que tiene la gente de ese país hacia los gatos. Por esta razón, recibieron el nombre de "drain cats" (gatos de desagüe). Debido a este ultimo motivo, no se sabe con certeza su antigüedad, pero se cree que al menos tienen unos 300 años y aparecieron con mucha probabilidad como resultado de cruces entre gatos abisinios y burmeses. Se sabe por pruebas de ADN que es muy semejante genéticamente al gato burmés.

Lo que más destaca de los gatos singapura es su reducido tamaño, pues se considera la raza de gato más pequeña que existe. En esta raza, los machos y las hembras no llegan a pesar más de 3 o 4 kg, alcanzando el tamaño adulto entre los 15 y 24 meses de edad. A pesar de su reducido tamaño, tienen una buena musculatura y un cuerpo delgado pero atlético y fuerte. Esto le proporciona buenas habilidades de salto.

Su cabeza es redonda, con hocico corto, nariz de color salmón, ojos bastante grandes y ovalados de color verde, cobre o dorado y delineados por una línea negra. Las orejas son grandes y puntiagudas con base amplia. La cola es media, fina y delgada, las extremidades tienen buena musculatura y sus pies son redondos y pequeños.

Colores del gato singapura

El color de pelaje reconocido oficialmente es el sepia agouti, mientras que parece de un solo color, individualmente el pelo individual se alterna entre color claro y oscuro, lo que se conoce como albinismo parcial y causa el acromelanismo o coloración oscura en las regiones de menos temperatura del cuerpo (cara, orejas, patas y cola). Los gatitos cuando nacen son mucho más claros y no es hasta los 3 años de edad cuando se considera que su pelaje sedoso está totalmente desarrollado y con su color definitivo.

El gato singapura se caracteriza por ser un gato inteligente, curioso, tranquilo y muy afectuoso. Le gusta estar con su cuidador, por lo que buscará la calidez subiéndose sobre él o a su lado y le acompañará por la casa. Le gustan mucho las alturas y saltar, así que buscará lugares altos con buenas vistas. No son muy activos pero tampoco demasiado tranquilos, ya que les encanta jugar y curiosear. A diferencia de otros gatos de origen oriental, los gatos singapura tienen un maullido mucho más suave y menos frecuente.

Ante nuevas incorporaciones o extraños en casa pueden mostrarse algo reservado, pero con sensibilidad y paciencia se irán abriendo y serán afectuosos con los nuevos también. Es una raza ideal como compañía y se lleva bien con los niños y otros gatos por lo general.

Son afectuosos pero a la vez más independientes que otras razas y necesitarán tiempo solos. Es una raza adecuada, por tanto, para personas que trabajan fuera de casa, pero al volver se les debe estimular y jugar para demostrar el afecto que ellos sin duda proporcionarán.

Una gran ventaja que tiene este gato para muchos cuidadores es que presenta un pelo corto y apenas pierden, necesitando no más que una o dos sesiones de cepillado a la semana.

La alimentación debe ser completa y de buena calidad para cubrir todos los nutrientes necesarios y con alto porcentaje en proteína. Hay que tener en cuenta que son gatos pequeños y, por tanto, necesitarán comer menos cantidad que un gato de una raza más grande, pero siempre ajustada a su edad, estado fisiológico y salud.

Aunque no son gatos muy dependientes, sí requieren que pases un poco de tiempo todos los días con ellos, adoran los juegos y es muy importante que se mantengan ejercitados para el correcto desarrollo de su musculatura y para que permanezcan sanos y fuertes. Para proporcionarte algunas ideas, puedes leer este otro artículo sobre Ejercicios para gatos domésticos.

Dentro de las enfermedades que pueden afectar específicamente a esta raza, se encuentran:

• La deficiencia de la Piruvato quinasa: enfermedad hereditaria en la que interviene el gen PKLR, el cual puede afectar a los singapura y otras razas, como el abisinio, bengalí, Maine coon, bosque de Noruega, siberiano, entre otros. La Piruvato quinasa es una enzima que interviene en el metabolismo de los azúcares en los glóbulos rojos. Si hay deficiencia de esta enzima, los glóbulos rojos mueren, causando una anemia con los síntomas asociados: taquicardia, taqipnea, palidez de las mucosas y debilidad. Dependiendo de la evolución y gravedad de la enfermedad, la esperanza de vida de estos gatos varia entre 1 y 10 años.
• La atrofia retinal progresiva: enfermedad hereditaria recesiva en la que interviene una mutación del gen CEP290 y consiste en una pérdida progresiva de la visión con degeneración de los fotorreceptores y ceguera a los 3-5 años de edad. Están más predispuestos los gatos de raza singapura, así como los somalí, ocicat, abisinio, munchklin, siamés y tonkinés, entre otros.

Por lo demás, puede ser afectado por las mismas enfermedades infecciosas, parasitarias u orgánicas que el resto de gatos. Su esperanza de vida es de hasta 15 años. Por todo ello, recomendamos la visita al veterinario de rutina para vacunación y desparasitación y revisiones, especialmente vigilando los riñones y siempre cuando se note cualquier síntoma o alteración del comportamiento, para poder diagnosticar y tratar cuanto antes cualquier proceso.

Si con lo que has leído has pensado que esta es tu raza, lo primero es acudir a protectoras, refugios, asociaciones y preguntar sobre la disponibilidad de un gato singapura. Aunque es raro, especialmente en lugares que no sean Singapur o Estados Unidos, lo mismo tienes suerte o te informan sobre alguien que puede saber más.

Otra opción es comprobar si por tu zona hay alguna asociación que se especialice en el rescate y posterior puesta en adopción de esta raza de gatos. También tienes la posibilidad de adoptar un gato por Internet. A través de Internet, puedes consultar los gatos que tienen en adopción otras protectoras de tu país, por lo que las posibilidades de encontrar al gatito que buscas aumentan con creces.