Pastor del sur de Rusia

El pastor del sur de Rusia es un perro muy antiguo cuyo origen, a día de hoy, sigue incierto, aunque hay varias hipótesis. Sin embargo, todos los investigadores han llegado a la conclusión de que un ascendente es el lobo, cuyas características posteriormente fueron modificadas por la mezcla con perros domésticos y el paso del tiempo. Pero una de las hipótesis sobre su origen afirma que el antepasado de estos perros es el pastor de Asturias, un perro español que llegó en 1797 a Rusia con las ovejas merinas gracias a sus grandes cualidades para el trabajo, lo que interesó a los pastores de Crimea. Estos decidieron cruzarlo con el pastor tatari, el borzoi y el Russkaya psovaïa, una raza hoy extinguida, para crear al pastor del sur de Rusia a finales del siglo XIX.

Al borde de la extinción tras la Segunda Guerra Mundial, la raza fue salvada gracias al Ejército Rojo, que decidió tomar estos perros bajo su protección. Tras la caída del muro de Berlín, en 1989, se introdujeron algunos ejemplares en otros países de Europa, como Alemania, Holanda, República Checa, Polonia y Eslovaquia. Otras teorías dicen que el pastor del sur de Rusia proviene de perros asentados en el sur de este país desde el siglo IV a. C., transportados por los pastores del este en las migraciones de los pueblos del mar. Una última teoría afirma que su origen es el cruce de perros autóctonos rusos con pastores austriacos y lobos.

A principios de la década de 1920 el profesor Brauner fomentó programas locales de mejora genética de la raza, que también fue criada en criaderos militares para obtener perros de trabajo obedientes. Tras las guerras mundiales el número de ejemplares fue disminuyendo, lo que hizo necesario cruzarlos con razas locales parecidas. La FCI lo reconoció en 1983, aprobando, en 2007, su estándar oficial de raza.

El pastor del sur de Rusia es un perro con una longitud corporal que supera en un 10 % a la altura a la cruz. Las hembras son algo más largas que los machos. Ambos sexos destacan por su robustez y potencia. Son perros de tamaño grande, que miden entre 65 y 90 cm y pesan entre 55 y 75 kg. Sus características principales son las siguientes:

• Cabeza alargada con cráneo fuerte.
• Trufa negra y grande.
• Hocico acabado en punta.
• Labios pegados a las mandíbulas.
• Mordida en tijera.
• Ojos negros, ovalados y horizontalmente hundidos.
• Orejas de tamaño pequeño, triangulares y colgantes.
• Cuello musculoso de implantación alta.
• Espalda recta y sólida.
• Cuerpo fuerte y desarrollado.
• Lomo amplio, corto y redondeado.
• Pecho amplio, profundo y ligeramente plano.
• Pies grandes, ovalados, arqueados y cubiertos de pelo largo.

Colores del pastor del sur de Rusia

Estos perros tienen un pelo largo, abundante, un poco ondulado, áspero y grueso, que mide entre 10 y 15 cm. Suele ser de color blanco o de tonos grises o beiges, aunque también puede encontrarse en los colores:

• Amarillo paja.
• Negro.
• Rojo.
• Pardo.

¿Cómo es el pastor del sur de Rusia cachorro?

Estos perros de cachorros no tienen el color definitivo, que aparece entre los 18 y los 24 meses de edad. Los cachorros poseen un color más intenso y los de color gris o pálido suelen tener un resplandor blanco en el hocico y en la cabeza y marcas de color blanco en el cuello.

El pastor del sur de Rusia es muy buen perro guardián del hogar por su carácter dominante y por ser reservado con los extraños, lo que hace que esté en constante alerta. Es cariñoso, pero no interacciona demasiado con sus cuidadores. Son perros valientes, tenaces, vivaces y desconfiados. Pueden mostrar agresividad si no se sienten cómodos o confiados con alguien o con alguna acción, aunque sean sus cuidadores, a los que no dudarán en atacar. Sin embargo, generalmente son perros buenos con su familia, incluidos los niños, a los que protegerán ante cualquier amenaza. También son equilibrados, enérgicos, fuertes, impetuosos y receptivos.

Si estos perros se aburren, por ejemplo si permanecen mucho tiempo inactivos o solos en casa, pueden volverse destructivos, compulsivos, ladradores y nerviosos. Por este motivo, es importante que mantengan un buen nivel de actividad física diaria para que no desarrollen estas conductas. Puede buscarse la ayuda de un etólogo o adiestrador, si fuese necesario.

Si la actividad física que le ofrecemos a nuestro pastor del sur de Rusia incluye paseos por el campo, debemos revisarlo bien en busca de espigas, parásitos o picaduras de insectos, pues son elementos que pueden ser muy peligrosos. Al poseer una doble capa, necesita un cepillado al menos dos veces por semana y con más frecuencia en las épocas de muda de la primavera y el otoño. El baño será necesario si están sucios o si tuviesen que usar un tratamiento en champú para problemas de piel y pelo.

Para prevenir las enfermedades infecciosas y parasitarias más frecuentes en la especie canina se deben vacunar y desparasitar de forma rutinaria. Con la desparasitación también prevenimos otras enfermedades infecciosas que los parásitos pueden transmitir a los perros, como la ehrlichiosis, la rickettsiosis, la anaplasmosis o la dirofilariosis, entre otras. Los chequeos veterinarios son importantes siempre que se encuentren mal y regularmente, al menos uno al año, para comprobar su estado de salud. Por otra parte, la higiene de los oídos es importante para prevenir infecciones o inflamaciones y la de los dientes para evitar patologías como la enfermedad periodontal, el sarro, la gingivitis y otros procesos.

Los pastores del sur de Rusia, como hemos señalado, son perros desconfiados que tienden a ser violentos o agresivos ante extraños o cuando se encuentran amenazados, por lo que habrá que trabajar este aspecto ofreciéndoles una correcta educación desde cachorros. Se requiere de un adiestramiento con refuerzo positivo para impartir normas de obediencia, relación y organización de manera firme y efectiva, sin que el proceso sea traumático para el animal, a través de premiar sus conductas positivas.

Los pastores del sur de Rusia son perros fuertes, pero con una corta esperanza de vida, de solo 9 a 11 años. Como buena raza de gran tamaño, estos perros pueden sufrir algunas enfermedades crónicas derivadas de su impresionante talla y de su rápido crecimiento, como son:

• Displasia de cadera: enfermedad ósea que consiste en una mala adaptación entre la cabeza del fémur y el acetábulo, ambas superficies articulares de la articulación de la cadera. Esta mala congruencia produce laxitud a nivel articular, lo que facilita que la cabeza del fémur se desplace, dañando y debilitando, progresivamente, la articulación. Esto produce inestabilidad en la cadera y, a la larga, cojeras, artrosis, dolor y atrofia muscular.
• Displasia de codo: se suele producir en cachorros de entre 4 y 6 meses, justo cuando alcanzan el pico de mayor velocidad de crecimiento. Son unas lesiones que aparecen, simultáneamente o no, en la articulación del codo entre los tres huesos implicados: el húmero, el cúbito y el radio.
• Dilatación-torsión gástrica: se produce cuando se ingiere velozmente alimento tras un ejercicio intenso, un estado de agitación o, simplemente, por comer y beber de forma voraz. El estómago se dilata y se llena de aire, lo que puede predisponer a que rote, causando una urgencia veterinaria por un bloqueo de la irrigación que produce signos como hipersalivación, depresión, vómitos improductivos, palidez de las mucosas, anorexia, dolor, gran malestar, shock y desfallecimiento.

La adopción de estos perros es difícil, aunque se puede investigar en asociaciones de rescate de perros pastores y preguntar sobre su disponibilidad. Es importante tener en cuenta su carácter, ya que no van a ser aptos para todo tipo de cuidadores y resulta fundamental que estén correctamente adiestrados y educados antes de estar con una familia, especialmente con niños o personas más vulnerables.

Si se adopta un perro ya adulto que no ha sido correctamente educado, puede ser un peligro en el hogar y necesitará trabajo y la atención de profesionales para una buena convivencia. Te animamos a que te acerques a tu protectora local y busques un perro allí, independientemente de su raza o mestizaje, pues todos son igual de maravillosos y todos se merecen un hogar.