Perro bedlington terrier

Los perros bedlington terriers surgieron en el pueblo de Bedlington, del que tomaron su nombre y donde eran sumamente apreciados por los lugareños. Pero no era por casualidad que los tuvieran en tan alta estima, pues estos perros les ayudaban a mantener sus minas limpias de animales como las ratas. Posteriormente, se pasó a emplearlos como perros de caza, así como para tenerlos como perros de compañía.

Estos terriers son fruto de cruces entre tres razas caninas diferentes. Por una parte, encontramos a los caniches, de los que han heredado el pelaje ensortijado y lanudo; por otra parte están los whippets y los dandie dinmont terriers. También se encuentra emparentado con otras razas como los otterhounds.

Pese a que no se conoce la fecha exacta de aparición de la raza, se estima que ya en los años 80 del siglo XVIII existían ejemplares de bedlington terrier. Un siglo después se conformaba el Club del Bedlington terrier en Gran Bretaña y otro siglo más tarde, en 1967, el American Kennel Club ya recogía su estándar oficial.

Los bedlington terrier son perros de tamaño mediano, con un peso de entre 7,7 y 10 kilogramos, siendo parejos indistintamente del sexo del ejemplar. La altura a la cruz sí que varía en función de si es macho o hembra, de manera que en el caso de ellos el estándar establece que la altura ha de ser de entre 41 y 44 centímetros, mientras que para las hembras es de entre 38 y 42 cm. La esperanza de vida del bedlington terrier suele estar entre los 12 y los 14 años.

Siguiendo con las características del bedlington terrier, la cabeza tiene una forma de cuña redondeada, con unos ojos de pequeño tamaño cuya forma es almendrada. Tienen un hocico largo y fino, sin stop. Sus orejas son triangulares, pero con las puntas redondeadas, pareciendo más ovaladas, cuelgan a los lados de la cara y son de inserción baja.

A pesar de todo lo anterior, sin duda, la característica del bedlington terrier más destacada es su pelo, el cual le otorga una apariencia física muy particular. Debido al corte estándar de raza que suelen realizar la mayoría de tutores, su hocico sin stop se ve todavía más pronunciado y marcado. Así, el pelaje de los perros bedlington terriers es largo, denso y rizado, haciendo que luzca como una oveja, o más bien un dulce borreguito. Este manto es denso e hilachoso, pero no áspero al tacto, el largo del pelo según el estándar no ha de ser mayor de 2,5-3 cm. Suele presentarse ensortijado, sobre todo en la cabeza, donde se agolpa en un largo mechón, y la cara. Los colores del bedlington terrier aceptados son el azul, el hígado o el arena con o sin manchas color fuego.

Los perros de la raza bedlington terrier destacan por tener un carácter tenaz y valiente. A la par, son canes muy confiados. Esta mezcla hace que los bedlington sean animales que no tienen miedo a afrontar peligros o retos, siendo a la misma vez amigables y cariñosos.

Destaca su alto nivel de inteligencia y sobre todo su nobleza. Gracias a todos estos factores se entiende por qué aunque anteriormente eran empleados como perros mineros, los lugareños decidieron tomarlos como perros de compañía, compartiendo sus hogares con estos ejemplares tan dóciles y afectuosos.

Son perros equilibrados, tranquilos y fantásticos para la convivencia con niños, personas mayores, otros perros…, además se adaptan perfectamente tanto a pisos como a casas o terrenos agrícolas.

Estos curiosos perritos que son los bedlington son bastante activos, que no nerviosos, por lo que hemos de tener en cuenta que necesitarán hacer ejercicio físico a diario. Se recomienda que este ejercicio sea de mínimo una hora al día, y podemos hacerlo en forma de paseos o con juegos y actividades de recreo, en concreto les encantan los juegos de rastreo.

El pelaje de los bedlington es bastante agradecido, aunque laborioso, pues si usamos un cepillo adecuado para su pelo denso y largo, no es demasiado complicado de mantener. Eso sí, deberemos cepillarlo a diario. En este sentido, puede que hasta que aprendamos a hacerlo bien y hasta que el animal se acostumbre, esta tarea nos lleve bastante tiempo. Una vez adquirido el hábito, se estima que el cepillado nos llevará unos 5 minutos diarios. De esta forma, si adoptamos un cachorro bedlington terrier, se recomienda acostumbrarlo a estos cepillados lo antes posible. En caso de adoptar un perro adulto, también tendremos que iniciarlo positivando primero la presencia del cepillo y, poco a poco, el acto de cepillar el pelo.

El pelaje no solo necesita ser cepillado, sino que este ha de ser recortado por un peluquero canino cada 2 meses aproximadamente, así mantendremos el pelo con un largo apropiado y fácil de mantener.

El perro bedlington terrier es una raza bastante equilibrada, sin embargo, si no se educa correctamente podemos encontrarnos con algunos escollos. Uno de los problemas que más preocupa a los dueños de estos perros es que por su instinto cazador, si no se les ha acostumbrado desde edades tempranas, pueden mostrarse poco dispuestos a compartir su hogar con otras mascotas, siendo especialmente problemática su convivencia con gatos o roedores. Pero, como hemos dicho, esto se soluciona con una buena socialización, acostumbrando a ambas partes a vivir en armonía.

En cuanto a la educación del bedlington terrier y su adiestramiento, cabe destacar que también se da el problema de que a estos perros les encanta escarbar y ladrar, lo que puede resultar en destrozos y quejas de los vecinos. Para evitar esto podemos consultar con un adiestrador especializado en modificación de conducta, que nos dará buenos consejos para solucionarlo. En cuanto al hecho de cavar y perseguir, podemos darle salida preparando para ellos juegos de búsqueda y acecho, canalizando de esta forma su gusto por estas actividades. Al final, lo importante no es privar al perro de hacer algo que le gusta y forma parte de su naturaleza, sino de guiarlo para enseñarlo a realizar estas actividades adecuadamente.

Aunque los cachorros bedlington y los adultos no suelen ser animales que sufran muchas enfermedades, podemos hablar de que son tendentes a desarrollar enfermedades relacionadas con exceso de cobre en sangre, pues estos perros no pueden eliminar bien este mineral. Para evitar la acumulación de cobre, el bedlington terrier ha de llevar una dieta aprobada por nuestro veterinario, evitando que coma alimentos como el pan, los pescados de gran tamaño o salsas ricas en este elemento. Si regulamos su alimentación podremos evitar que desarrolle enfermedades como la hepatitis, la cual recibe el nombre de hepatotoxicosis por cobre. Aunque se trata de una dolencia hereditaria, si tomamos las medidas pertinentes podremos retrasar el momento de aparición de esta enfermedad.

Los bedlington también pueden presentar trastornos oculares como las cataratas, la displasia retinal o la epífora, por ello se recomienda realizar chequeos veterinarios frecuentes para detectar posibles alteraciones y ponerles remedio lo antes posible.

Además, hemos de mantener a nuestra mascota correctamente vacunada y desparasitada, y cuidar el buen estado de sus ojos, boca y oídos, para así disfrutar de una mascota sana y feliz.

Los bedlington terrier son considerados como perros hipoalergénicos, pues aunque tienen abundante pelo este no suele producir alergias. Además, no desprenden demasiado pelo, por lo que son una opción ideal para aquellos que aunque son alérgicos, quieran compartir su hogar con un perro.