Mi gato duerme en mi cama cuando no estoy: causas y qué hacer

Empecemos por la razón más obvia y sencilla: tu gato se acuesta en tu cama cuando no estás porque allí encuentra el máximo confort para disfrutar de sus siestas. De hecho, no es nada extraño que los mininos prefieran dormir en la cama de sus tutores antes que en las suyas, sencillamente porque tienen un mejor relleno, una superficie más suave o están más elevadas en relación al suelo. Este último punto es importante, ya que a los gatos les encanta descansar en lugares altos para controlar mejor el entorno.

¿Qué hacer?

No es estrictamente necesario que hagas algo para combatir esta conducta. Pero, si no te gusta que tu gato duerma en tu cama cuando no estás, puedes simplemente cerrar la puerta de tu habitación cuando te ausentes del hogar. Sólo asegúrate de que tu gato cuente con una cama cómoda y compatible con su tamaño, así como un área de descanso bien acondicionada, donde pueda conciliar su sueño.

Hay veces en que los gatos acuden a la cama de sus tutores cuando necesitan dormir porque no pueden hacerlo en su zona de descanso. En este caso, es probable que tu gato duerma en tu cama no solo cuando salgas, sino también cuando estés en casa o incluso mientras duermes.

Estos problemas pueden estar centrados en la calidad, el tamaño o la accesibilidad de la cama. Por ejemplo, si la cama de tu gato es demasiado pequeña en comparación con su cuerpo, si tiene muy poco relleno, si está muy cerca del suelo o incluso si la ha usado otro animal del hogar, todo esto puede generar un rechazo en tu minino.

También puede ocurrir que no haya nada de malo con la cama de tu gato, pero sí con la ubicación o el acondicionamiento de su zona de descanso. Por ejemplo, si la misma se sitúa muy cerca de las zonas de alimentación y, en especial, de eliminación, lo más probable es que tu gato no quiera acostarse allí por una sencilla cuestión de higiene.

¿Qué hacer?

Más allá de asegurarte de que la cama de tu gato le resulte cómoda y accesible, es fundamental ubicarla siempre a una distancia prudencial del arenero y del comedero. También es esencial mantener estas zonas limpias, y para ello recomendamos dar preferencia a limpiadores enzimáticos para higienizar los ambientes y recursos de tu minino.

Otra técnica que funciona muy bien es elevar la cama de tu gato o instalar plataformas aéreas en las que puedas agregar cojines. Ello se debe a que los gatos naturalmente prefieren dormir en lugares altos porque allí se sienten más protegidos de cualquier amenaza, como un ataque de un depredador, y pueden controlar mejor lo que ocurre en su territorio. Además, las plataformas aéreas son un gran aliado a la hora de enriquecer el ambiente de un gato.

Este apartado es casi una extensión del anterior, ya que la variación de las temperaturas en la zona de descanso de tu minino influye directamente en la calidad de su sueño, generando una mayor o menor facilidad para conciliarlo. De ahí que nos preguntemos "por qué mi gato duerme en mi cama cuando no estoy".

Básicamente, si un minino tiene calor o frío en su propia cama o zona de descanso, buscará un sitio más fresco o más calentito para poder dormir mejor. Y ello puede explicar por qué tu gato duerme en tu cama cuando no estás, porque allí encuentra temperaturas más amenas que le permiten sentirse más a gusto.

¿Qué hacer?

Elegir un ambiente donde las temperaturas no varíen demasiado durante el día y la noche, o en función de las estaciones del año, así como contar con un buen sistema de calefacción en invierno y refrigeración en verano, son pautas básicas para el acondicionamiento de la zona de descanso de tu minino.

Además, si percibes que tu gato tiene mucho frío y quieres evitar que se suba a tu cama cuando no estés, puedes ofrecerle una pieza de ropa tuya con tu olor o regalarle una manta térmica para gatos que le ayudará a mantenerse calentito.

Por otro lado, si en tu país o región la época estival trae consigo días sumamente calurosos, además de asegurar una buena ventilación en tu hogar y la zona de descanso de tu minino, puedes recurrir a una manta o cama refrescante para gatos.

Si compartes un buen vínculo con tu minino, eres su persona de referencia y, por tanto, a quien acudirá cuando quiera sentirse seguro y/o acobijado. Así pues, es más que natural que tu gato duerma en tu cama cuando no estás porque allí siente tu olor y ello le transmite confianza y una sensación de calma que le ayuda a conciliar mejor su sueño. ¡Y esta también es la principal razón por la que tu gato quiere dormir contigo o incluso encima de ti! Aquí encontrarás todos los motivos: "¿Por qué tu gato duerme contigo?".

¿Qué hacer?

Nuevamente, no es necesario que hagas nada para evitar que tu gato quiera acostarse en tu cama o dormir contigo. Pero, si estas situaciones no te resultan cómodas, puedes seguir los consejos de los anteriores apartados para asegurarte de que tu gato encuentre las condiciones más propicias para conciliar el sueño en su propia cama.

Por otro lado, si no permites que tu gato suba a tu cama o duerma contigo por temor a contraer alguna enfermedad, te gustará saber que, siempre y cuando tu minino esté sano y libre de parásitos, compartir tu cama con él no debería suponer ningún riesgo para tu salud. Principalmente teniendo en cuenta que los gatos son uno de los animales más cuidadosos con su propia higiene. Y si todavía tienes alguna duda a este respecto, no dejes de leer el siguiente artículo: “¿Es malo dormir con gatos?”.

Son muchas las cosas que pueden asustar a los gatos, como ruidos fuertes, la presencia de un depredador, la llegada de un desconocido al hogar, entre otras. Y si por algún motivo tu gato tiene miedo, es natural que acuda a ti o que se acueste en tu cama cuando no estás para sentirse más protegido. Porque, como hemos visto, tanto tu presencia como tu olor (que remite a tu presencia) transmiten una sensación de calma y confianza a tu gato.

Sin embargo, es importante no confundir el miedo con la inseguridad. El miedo es natural y necesario para la supervivencia de todos los animales, inclusive de los gatos, porque les permite reaccionar a tiempo de defenderse o escaparse.

A su vez, la inseguridad se presenta cuando un gato ha perdido la autoconfianza y tiene dificultades para gestionar sus propias emociones. Generalmente, ello deriva de la ausencia de socialización o la exposición sistemática a contextos de elevado temor o estrés. Así pues, un gato inseguro tiene conductas exageradamente miedosas, que van más allá de lo natural y esperado en su especie.

¿Qué hacer?

Si hablamos de un gato que, eventualmente y por algún motivo puntual (por ejemplo, la percepción de truenos o pirotecnia), se asusta y corre hacia ti o hacia tu cama para sentirse más seguro, no es necesario combatir ni mucho menos reprender esta conducta. No obstante, es sumamente importante crear un refugio donde tu minino pueda exponerse lo menos posible a estos estímulos que le generan estrés o miedo, principalmente en fechas en las que sabemos que habrá mucho ruido.

Una idea muy sencilla es la siguiente:

1. Aprovecha una caja de cartón (¡que a la mayoría de los gatos les encanta!) y coloca dentro de ella una manta o una prenda de ropa tuya.
2. Añade algunas golosinas y los juguetes favoritos de tu minino.
3. Otra alternativa más profesional, pero no tan económica, sería adquirir una cama tipo cueva o bolsa para tu gato.
4. Cierra todas las ventanas y puertas del hogar, pon algo de música suave y aplica estas técnicas sencillas para relajar a un gato.

Por otro lado, si hablamos de un gato inseguro, que se asusta ante todo tipo de estímulos y evita cualquier tipo de interacción con extraños, lo mejor siempre es buscar ayuda profesional. Empieza por acudir a un veterinario (preferiblemente un veterinario etólogo) para descartar causas patológicas y evaluar los síntomas comportamentales que puedan ser útiles para identificar la causa de estas conductas inseguras.

Además, la socialización es la clave para prevenir la inseguridad y casi todos los problemas de comportamiento en los gatos. Independiente de la edad de tu minino y de a qué edad lo has adoptado, siempre es posible y altamente recomendable socializarlo para fomentar el desarrollo de su confianza y una mejor capacidad de adaptación a diferentes entornos y estímulos.

Otra explicación de “por qué mi gato duerme en mi cama cuando no estoy” es porque está teniendo dificultades para conciliar el sueño durante las noches. Y más allá de los problemas en la zona de descanso, hay otros factores que pueden generar insomnio o desequilibrios en los ciclos de sueño y vigilia de los gatos. Entre ellos, se encuentra el estrés, algunas enfermedades y trastornos metabólicos, como el hipertiroidismo felino, que influyen en el metabolismo y pueden impedir que tu gato duerma de noche.

¿Qué hacer?

Siempre que un problema pueda estar relacionado con causas patológicas, el primer paso es acudir al veterinario para constatar el estado de salud de tu minino. Sólo después de descartar problemas de salud podemos considerar otras causas, como puede ser el estrés en gatos.

Y si resulta que tu gato está estresado, será fundamental revisar su ambiente y su estilo de vida para identificar la fuente del estrés. Pero, en líneas generales, las mejores medidas preventivas y combativas contra el estrés en gatos consiste en enriquecer su ambiente y evitar los cambios repentinos. Para ayudarte, en Soy un Gato preparamos la siguiente guía: “Enriquecimiento ambiental para gatos: qué es e ideas”.

Además, si tu minino se muestra muy nervioso o inquieto durante la madrugada, en la siguiente lectura podrás entender las causas y aprender cómo lidiar correctamente con esta situación: “Por qué mi gato no duerme de noche”.

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