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Jack-A-Poo

 
Jack-A-Poo

El Jack-A-Poo, también escrito jackapoo entre otras muchas variantes (poojack, jackpoo, etc.), es el perro que resulta del cruce de dos razas muy populares y reconocidas: el Jack Russell terrier y el caniche o poodle, normalmente de tamaño toy o mini. Por lo tanto, será una mezcla de las características, tanto físicas como psicológicas, de ambas razas, como veremos con más detalle en este artículo de ExpertoAnimal.

Precisamente, es esta mezcla la que lo convierte en un perro ideal para la compañía, de ahí el interés en la cría de este cruce. Destaca su inteligencia y su afectuosidad, además de su energía y ganas de jugar. Hablamos de las características del Jack-A-Poo a continuación.

Origen
  • América
  • Estados Unidos
Características físicas
Altura
  • 15-35
  • 35-45
  • 45-55
  • 55-70
  • 70-80
  • Más de 80
Peso adulto
  • 1-3
  • 3-10
  • 10-25
  • 25-45
  • 45-100
Esperanza de vida
  • 8-10
  • 10-12
  • 12-14
  • 15-20
Actividad física recomendada
  • Baja
  • Media
  • Alta
Recomendaciones
  • Arnés
Clima recomendado
Nivel de adiestramiento

Índice

  1. Origen del Jack-A-Poo
  2. Características del Jack-A-Poo
  3. Carácter del Jack-A-Poo
  4. Cuidados del Jack-A-Poo
  5. Educación del Jack-A-Poo
  6. Salud del Jack-A-Poo
  7. ¿Dónde adoptar un Jack-A-Poo?

Origen del Jack-A-Poo

El Jack-A-Poo es un perro de aparición reciente, hace unas décadas, cuyo nacimiento se sitúa en los Estados Unidos. El objetivo detrás de su cría es conseguir ejemplares que aúnen las características que las personas consideran más positivas de cada una de las razas que intervienen en la mezcla: el Jack Russell terrier y el caniche o poodle toy o mini. Con ello se pretende reproducir un perro ideal, en este caso para la compañía.

En este sentido, podríamos decir que el Jack-A-Poo es un perro de diseño, desarrollado con el objetivo que hemos explicado. De momento, aunque va aumentando su popularidad, sobre todo en los Estados Unidos, no está reconocida como raza por la Federación Cinológica Internacional (FCI) ni ninguna otra entidad canina de relevancia.

Características del Jack-A-Poo

En general, los Jack-A-Poo son perros de pequeño tamaño, aunque puede haber diferencias dependiendo de la talla del caniche al que se haya recurrido para el cruce. Así, si el caniche es de tamaño estándar, el Jack-A-Poo resultante será más grande. La media de peso se sitúa entre los 5 y los 9 kg, mientras que la altura también varía y oscila los 25-38 cm a la cruz. Las características físicas también pueden ser bastante variables, sobre todo en los cruces de la primera generación. El trabajo que se ha hecho ha ido unificando estos rasgos. Destacamos:

  • Cabeza: el cráneo tiende a ser aplanado, con el hocico más largo. Los ojos son ovalados y de color marrón oscuro. Llama la atención en ellos su expresión alerta y amigable. Las orejas son medianas y colgantes.
  • Cuerpo: está bien musculado, proporcionado y atlético. Es corto y compacto.
  • Patas: son bastante cortas y rectas, de pies también compactos.
  • Cola: suelen llevarla en alto.
  • Manto: podemos encontrar ejemplares con las características del pelaje del Jack Russell o del caniche, es decir, podrá ser corto, liso, rizado, de textura más o menos suave, etc. Incluso un mismo ejemplar puede presentar pelaje diferente según las partes del cuerpo. Puede haber subpelo o no, así como diferencias en la muda.

Colores del Jack-A-Poo

Podemos encontrar ejemplares Jack-A-Poo de muy distintos colores y tonalidades, como blanco, negro, dorado, albaricoque, marrón o gris, que, además, pueden mezclarse en el manto o formar manchas. No habrá dos ejemplares iguales.

Carácter del Jack-A-Poo

Como hemos mencionado, el Jack-A-Poo destaca por su carácter inteligente, vivaz, cariñoso, sociable y muy enérgico. Estos rasgos, junto a su tamaño, lo hacen un perro muy interesante para la compañía en el hogar, también en casas con niños pequeños, siempre que estos estén educados en el trato correcto y el respeto hacia los animales. A los Jack-A-Poo les gusta estar con las personas. También pueden convivir sin problemas con otros perros o animales de distintas especies. Con las más pequeñas habrá que vigilar, pues podrían mostrar instinto cazador.

Son perros que se adaptan a la vida en la ciudad, pero, al ser muy activos, necesitan poder hacer ejercicio físico a diario. En otras palabras, aunque sean de talla pequeña, no pueden pasarse la vida encerrados, por muy grande que sea la casa. Por este motivo, son perros más adecuados para personas con un estilo de vida activo que les puedan proporcionar todo el ejercicio que requieren o para aquellas propietarias de una casa con jardín o zona segura al aire libre donde puedan correr, hacer agujeros y jugar.

Un Jack-A-Poo que no despliega toda la actividad física que necesita pueda acabar sufriendo trastornos de conducta, como la destructividad o los ladridos excesivos, lo que es un signo de estrés y frustración. Finalmente, son perros siempre en alerta, por lo que pueden avisar cada vez que alguien se acerca al hogar.

Cuidados del Jack-A-Poo

Los cuidados que requiere el Jack-A-Poo son bastante sencillos y muy similares a los necesarios para cualquier otro perro. Los puntos básicos son:

  • Alimentación: como cualquier otro perro, va a necesitar una dieta equilibrada y adecuada a sus características, basada en la proteína de origen animal. Es importante respetar las cantidades y no excedernos en los premios comestibles que pudiéramos proporcionar, pues son perros con tendencia al sobrepeso.
  • Ejercicio: como hemos dicho, al tratarse de perros activos, van a necesitar ejercitarse a diario. Tres paseos al día, por lo menos uno de ellos largo (45-60 minutos) y, mejor, con la posibilidad de correr sueltos y/o interaccionar con otros perros, más un tiempo de juego, como por ejemplo recoger y traer la pelota, pueden ser una buena base para mantener felices a estos perros y estimularlos tanto a nivel físico como intelectual. Son pequeños, pero bastante atléticos, por lo que pueden saltar e incluso escapar de zonas aparentemente bien cerradas. Son aptos para prácticas como el Agility. Ejercicio y dieta adecuada son claves para mantener al perro jackapoo en su peso óptimo.
  • Higiene: la higiene es muy sencilla. Además de revisar con regularidad orejas, ojos, boca y uñas, debemos cepillarlo un par de veces a la semana (o más en función de las características del pelaje) y bañarlo cuando esté sucio, lo que puede ser una vez al mes o más. Siempre utilizaremos productos de higiene específicos para perros.

Educación del Jack-A-Poo

A día de hoy, todavía hay cuidadores que piensan que si su perro es de talla pequeña no necesita educación ni casi salir a la calle. Esta creencia es un error y puede resultar muy perjudicial para el Jack-A-Poo y, en general, para cualquier otro perro. Al contrario, la educación es un pilar fundamental y debemos iniciarla desde el momento en el que el perro llegue al hogar. Siempre debe ser paciente, coherente y desde el refuerzo positivo, esto es, premiando las acciones que queremos que el perro fije y repita. Es posible que tengamos que insistir, ya que el Jack-A-Poo es buen alumno, gracias a su inteligencia, pero también puede mostrar la obstinación que caracteriza a los perros terrier. Son capaces de aprender distintos trucos.

Por otra parte, es igualmente fundamental la socialización, es decir, la exposición del perro a diferentes estímulos (coches, personas, ruidos, etc.) a edad temprana para que no les generen miedo en el futuro. No te pierdas estos artículos:

Salud del Jack-A-Poo

Se considera que los perros Jack-A-Poo son bastante sanos y no tienen por qué manifestar las enfermedades a las que sí son propensos sus progenitores de razas puras, como son los problemas bucales y oculares, la luxación de rótula o enfermedades dermatológicas o endocrinas. Pero, como sí podrían padecer estos trastornos, habrá que prestarles especial atención. Para ello, lo mejor es la medicina preventiva, que implica acudir a revisiones veterinarias regulares que permiten detectar, de forma temprana, cualquier alteración de la salud.

Es fundamental seguir un calendario de desparasitaciones internas y externas y de vacunaciones. También se recomienda la castración. Por supuesto, una vida saludable, con ejercicio y dieta equilibrada, ayuda a mejorar la calidad de vida. Por último, al ser perros de talla pequeña, tienen una esperanza de vida mayor que la de los perros de razas grandes o gigantes. Así, pueden alcanzar los 15 años de edad.

¿Dónde adoptar un Jack-A-Poo?

Como siempre, cuando queremos incorporar un animal a nuestra vida, la mejor opción es la adopción. El Jack-A-Poo no es un perro muy extendido, por lo que será difícil encontrar un ejemplar en perreras o asociaciones protectoras. Podemos tener más suerte buscando en entidades que trabajen en exclusiva con las razas Jack Russell y caniche, ya que es probable que cuenten con mestizos.

De todas formas, lo importante a la hora de convivir con un perro es que sus características permitan que se acople bien a la vida que podemos ofrecerle. Para ello lo mejor es confiar en el personal de las protectoras, pues conocen a sus perros y nos pueden ayudar a elegir el más adecuado para nosotros, con independencia de su raza o cruce.

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