Pachón navarro

El pachón navarro es una raza canina de origen puramente español. Los ejemplares de pachón navarro que pueden hallarse en la actualidad son descendientes de una raza ya extinta, el pointer español. Esto hace que también sea conocido por otros nombres, como perdiguero navarro, navarro pointer o viejo pointer español. Es un reconocido perro de caza y búsqueda, que tiene una larga historia, apareciendo incluso en obras del Barroco y siendo exportado en el siglo XVIII a otros lugares de Europa. En 1911 se reconoce al pachón navarro como raza oficial por parte de la Real Sociedad Canina.

Otras razas emparentadas con el pachón navarro son el perdiguero gallego, el pointer mallorquín y el perdiguero de Burgos, pero la raza del pachón navarro es fruto de un gran esfuerzo de recuperación, ya que sufrió un gran golpe en la década de los 50, cuando las poblaciones de conejo, su principal presa, se vieron mermadas por la entrada en acción de una plaga tan letal como la mixomatosis. Por ello, en los años 70 comenzaron a realizarse actividades enfocadas a su recuperación.

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El perro pachón navarro es de talla grande, con un peso variable comprendido entre los 20 y los 30 kilogramos. Su altura a la cruz es de 55 centímetros de media en los machos y de 52 centímetros en las hembras, siendo estas además algo más ligeras. La esperanza de vida media de un pachón navarro es de unos 14-16 años.

El cuerpo del pachón navarro es de forma rectangular, compacto y con una musculatura fuertemente desarrollada, de pecho ancho y profundo. La cola, de inserción media, es recta y gruesa, cayendo en la línea de la grupa cuando el animal está tranquilo. Las patas son también fuertes, bien separadas y rectas. Su cabeza es grande y ancha, con un hocico amplio y cuadrado Ahora bien, si hay algo que destaca por encima del resto en cuanto a características del pachón navarro se refiere, eso es la apariencia de su nariz, la cual presenta las fosas bien marcadas, separadas y abiertas, y en el apartado destinado a hablar de la salud de este perro veremos por qué ocurre esto. El perfil de este perro es recto y el color de la trufa varía, estando acorde con el del manto del animal. Sus ojos son grandes y redondos, de colores comprendidos entre el castaño y el color miel. Las orejas, caídas, son de inserción alta, gruesas y de bordes redondeados.

El pelaje es corto, liso, de textura algo tosca y áspero. Existe una variedad con el pelo algo más largo, que se denomina sedeño, siendo en estos la textura del pelo más suave.

Colores del perro pachón navarro

Los colores más habituales en un perro pachón navarro son los siguientes:

• blanco y castaño
• blanco con anaranjado
• blanco con hígado
• blanco y negro

Además, presenta combinaciones tricolores de los colores anteriores y también colores sólidos. Pero lo más frecuente es ver mantos de capa bicolor, con presencia de marcas o motas de un color sobre una base blanca.

El perro pachón navarro cachorro

El cachorro de pachón navarro es notablemente más calmado que los cachorros de otras razas. Así mismo, es bastante dormilón, de manera que el descanso es uno de los pilares básicos para lograr un buen desarrollo.

Otra de las necesidades básicas del pachón navarro cachorro es recibir una buena alimentación, pero también mucho cariño y dedicación. Se recomienda jugar con él a juegos de búsqueda y rastreo, ya que sus instintos hacen que le guste mucho este tipo de juegos. Desde ExpertoAnimal te proporcionamos algunas ideas en este artículo: "Juegos de olfato caseros para perros".

Si se busca información sobre el carácter del pachón navarro lo primero con lo que se encuentra uno es con lo mucho que destaca la benevolencia de este perro. Es un animal realmente bueno, muy tranquilo y calmado, pero con mucha fuerza y energía para el deporte o la caza (en la que históricamente ha destacado). Eso sí, es importante resaltar que se trata de un perro que no tolera muy bien la soledad.

Aunque lo típico es verlo en campos y terrenos, o como mucho en casas con amplios jardines, su docilidad y adaptabilidad le permiten hacerse con rapidez a la vida en la ciudad, incluso en pisos sin balcón. Eso sí, se recomienda que tenga acceso al exterior a diario, no siendo un perro aconsejable para personas ancianas o sedentarias. Sí es recomendable para familias con niños, ya que con ellos es un perro paciente y respetuoso, que adora las atenciones que los pequeños puedan brindarle y jugar con ellos todo el tiempo posible. Además, dada su docilidad e inteligencia, puede ser una buena idea que si se tienen hijos sean ellos los encargados de enseñar al pachón navarro algunos trucos o habilidades básicos.

El perro pachón navarro tiene una serie de exigencias generales en cuanto a sus cuidados básicos. Estas incluyen factores como recibir una alimentación apropiada, adaptada a sus necesidades energéticas y nutricionales. También es fundamental asegurarle una buena hidratación, dejando siempre a su disposición una fuente de agua limpia y fresca.

En esta raza la higiene dental es uno de los aspectos clave, por lo que es aconsejable realizar cepillados dentales frecuentes. Aunque al principio puede resultar difícil que el perro no se resista y se enfade, es cuestión de ir acostumbrándolo poco a poco, haciéndolo con cuidado, mucho cariño y relacionando esta experiencia con estímulos positivos. En este sentido, es fundamental presentarle primero los utensilios que usaremos para el cepillado y premiar al perro cuando los huela, así entenderá que son positivos. Poco a poco, podrás intentar cepillar algún diente y premiar hasta conseguir que el animal deje que le cepilles toda la dentadura.

En cuanto al cuidado del pelo del pachón navarro, con un par de cepillados por semana es suficiente para mantener su manto en óptimas condiciones. Los baños han de limitarse a un máximo de uno al mes, vigilando que el pelaje quede completamente seco.

Por último, destacamos la importancia del adecuado enriquecimiento ambiental, algo fundamental para todos los canes, sean o no de raza. Sin embargo, en algunas razas como la raza pachón navarro este aspecto se torna todavía más importante, puesto que son canes que requieren más estimulación mental. Así, no olvides adquirir juguetes y juegos de inteligencia que le permitan desarrollar su olfato.

La raza pointer navarro destaca por ser una de las más dóciles y fáciles de adiestrar, solo hay que seguir la premisa clave de enseñarle sin ser agresivos ni mucho menos irrespetuosos con el animal. Estos perros tienen una gran predisposición para el adiestramiento, siendo fácil para ellos y también agradable adquirir nuevos conocimientos. La combinación presente entre su gran capacidad de atención y su sosiego hace que el entrenamiento se vea seriamente facilitado. Además, hemos de recordar que son perros que les encanta realizar actividades de todo tipo, por lo que con ellos funcionan muy bien las técnicas basadas en juegos y ejercicios.

Por otro lado, es fácil, dado su instinto cazador, entrenarlos para actividades como el rastreo, la búsqueda y el olfateo. Pero también disfrutan con cualquier tipo de juegos en familia, ya que los perros pachones navarros son sociables por naturaleza. No obstante, siempre es recomendable socializarlos desde cachorros para adaptarlos a distintas personas, animales y entornos.

El pachón navarro suele tener una buena salud, de manera que no acostumbra a presentar enfermedades congénitas graves. No obstante, algunos ejemplares muestran una alteración morfológica como es el labio leporino o nariz partida, que afecta a la forma de su hocico. Por este motivo, la mayoría de estos perros tienen esa nariz tan característica.

Otra afección que los aqueja afecta a la salud cutánea y es la denominada celulitis facial juvenil. Es una patología propia de perros de pelo corto y afecta a cachorros con edades comprendidas entre las 3 semanas y los 4 meses de vida. Pero no es algo preocupante, pues desaparece si se trata apropiadamente suministrando antibióticos y corticoides al cachorro, siempre de la mano de un veterinario.

Salvo estas dos patologías que hemos mencionado, el pachón navarro es muy robusto, ni siquiera presenta problemas tan frecuentes en razas de este gran tamaño como puede ser la displasia de cadera. Sin embargo, es imprescindible realizar chequeos veterinarios periódicos, realizar seguimientos, vacunaciones y desparasitaciones cuando corresponda.

Adoptar a un pachón navarro puede ser una idea fabulosa, especialmente si conocemos sus necesidades y estamos seguros de que podremos brindarle las atenciones que necesita un perro de esta raza. Aunque lo más importante es cubrir sus necesidades básicas, no se ha de descuidar la atención en cuanto a cariño y dedicación, puesto que hemos de recordar que esta raza no lleva muy bien la soledad.

Lo mejor en caso de estar seguro de poder realizar un compromiso firme, es recurrir para la adopción de un maravilloso ejemplar de pachón navarro a asociaciones o refugios animales cercanos a nuestra zona de residencia. Se recomienda esto porque es un beneficio para todos, proporcionando un hogar a un animal abandonado que realmente lo necesita.