Perro de Groenlandia

Los perros de Groenlandia están categorizados dentro del grupo de los spitz polares y de los perros de tipo primitivo. Son una raza de orígenes sumamente antiguos, de manera que forman parte de una de las razas caninas más antiguas de todo el mundo. Estos perros han acompañado tradicionalmente a los Inuits, es decir, los esquimales de Groenlandia y el nordeste de Canadá. Fueron estos esquimales groenlandeses y canadienses los que emplearon a los perros de Groenlandia como perros de tiro para sus trineos, seleccionando por ello a los ejemplares más fuertes, sanos y resistentes. Esta selección ha provocado que los ejemplares de perro de Groenlandia que existen en nuestros días constituyan una raza increíblemente robusta y de una salud envidiable.

Sin embargo, no solo eran valorados por ser los que llevaban los trineos, pues también eran realmente apreciados por los esquimales debido a sus dotes cazadoras, así como por ser unos excelentes y cariñosos compañeros en el duro y eterno invierno polar.

Los perros de Groenlandia son canes de tamaño grande, pues los machos presentan una altura a la cruz de entre 60 y 68 centímetros y un peso que oscila entre los 28 y los 36 kilogramos; las hembras, en cambio, se encuentran en un rango de alturas que va de los 55 a los 61 centímetros y un peso de entre 26 y 32 kilos. Su esperanza de vida ronda los 10-12 años.

El perro de Groenlandia se caracteriza por tener un cuerpo proporcionado y de líneas elegantes, con una musculatura sólida y muy desarrollada. Las patas son rectas, fuertes y resistentes, acabando en unos pies proporcionalmente grandes comparados con el resto del cuerpo. Su cola es de gran longitud y tiene un pelaje largo y tupido. La cabeza es grande y ancha, con forma de cuña, sus ojos son medianos y presentan una ligera inclinación hacia arriba, otorgándole una mirada parecida a la del zorro. Las orejas, de forma triangular, son de tamaño mediano-pequeño en comparación con su cabeza, con una capa de piel especialmente gruesa que proporciona aislamiento frente al frío, evitando la congelación.

Colores del perro de Groenlandia

El pelaje de estos perros presenta una estructura bicapa, de manera que la capa inferior está conformada por un pelo lanoso y denso, pues su función es la de aislar la piel del animal frente al frío y la humedad. La capa superior es la que podemos observar a simple vista, siendo larga y más gruesa que la inferior. En cuanto a los colores, lo cierto es que en esta raza están permitidos todos los colores sólidos y patrones con más de un color, excepto el albinismo y las marcas de color merlé. No obstante, los más frecuentes son el blanco, el negro, el ante o los castaños y canelas, con diferentes tonalidades. En el patrón del manto es muy típico ver una “ula” o triángulo en la parte de los hombros.

Si algo define a estos canes es su rebosante energía, combinada con su seguridad en sí mismos y su valerosidad. Esta combinación hace que los perros de Groenlandia sean perros de carácter fuerte y protector. Sin embargo, no son buenos perros guardianes, ya que son sumamente sociales y afectuosos incluso con desconocidos, no siendo miedosos ni reticentes al contacto con personas y entornos nuevos.

Los perros groenlandeses son fieles, atentos y cariñosos, razones por las cuales son muy valorados como perros de compañía. Les gusta mucho estar al aire libre y en contacto con la naturaleza, por lo que son perros ideales para deportistas y senderistas.

Por otro lado, se trata de perros con una inteligencia muy desarrollada, además de unos niveles de atención y una curiosidad sorprendentes. Por ello, tienen bastante facilidad para el aprendizaje, como veremos en lo referente a su adiestramiento.

Una característica del perro de Groenlandia muy particular, típica en razas japonesas como los akita inu, es que no ladra, sino que se comunica con aullidos. De esta forma, puede expresar cómo se siente, siendo fácilmente distinguible si está triste, contento o asustado por la entonación e intensidad de dichos aullidos. Esta particular característica hizo que los esquimales llamaran a los aullidos de los perros de Groenlandia "cry of the wild" o “grito salvaje”.

Si vivimos con un perro de Groenlandia, uno de los cuidados principales será la realización de ejercicio a diario, pues estos animales necesitan altas dosis de actividad física de alta intensidad para poder liberar toda la energía que tienden a acumular. Es por ello que con estos perro no es suficiente con un paseo de 20 minutos para sacarlos a hacer sus necesidades y darles una vuelta, ellos necesitan correr y desfogarse. Por esta razón, los perros de Groenlandia son idóneos como compañeros deportivos, podemos llevárnoslos de ruta, a correr o a realizar cualquier otro deporte al aire libre.

En la línea del punto anterior, es muy importante dedicar tiempo al perro de Groenlandia y no solo para realizar ejercicio en el exterior, sino también para jugar con él en casa. Para ello, podemos ofrecerle juegos de inteligencia, fabricar nosotros mismos sus juguetes o adquirir lo más adecuados para nuestro ejemplar.

En cuanto a los cuidados del pelo del perro de Groenlandia, se recomienda realizar cepillados dos o tres veces por semana, eliminando así la suciedad y consiguiendo que el pelo luzca sano y lustroso. Los baños no se deben realizar frecuentemente, solo cuando sea necesario. Algo fundamental, tanto para el buen estado del pelaje como para un buen estado de salud general, es la alimentación. Esta ha de cubrir todas sus necesidades nutricionales, por lo que hemos de ser bastante escrupulosos eligiendo la dieta más adecuada para nuestro perro. Conoce más en profundidad qué comen los perros en este otro artículo.

Como hemos comentado anteriormente, los perros de Groenlandia son perros atentos y realmente inteligentes. Esto, junto con su carácter afable y dócil, hace que sean perros más fácil de adiestrar que otros. De lo contrario, no hubieran sido tan buenos como perros de tiro de los trineos, puesto que los esquimales destacan que podían entrenarlos con muy poco esfuerzo y que la dedicación y tesón que muestran son sorprendentes y dignos de admiración. Incluso resaltan lo felices que parecen cuando ya desde cachorros se les prepara acostumbrándolos a los arneses de tiro.

Algo a tener en cuenta al entrenar a perros con altos niveles de energía como el perro de Groenlandia es que hemos de conseguir que para el entrenamiento esa energía esté controlada, por lo que se recomienda realizar sesiones de ejercicio físico antes de comenzar con la sesión de adiestramiento. También hay que tener en cuenta que para evitar que nuestro perro se muestre reticente y hosco ante el adiestramiento, han de evitarse los castigos y la violencia de cualquier tipo, recurriendo a técnicas de entrenamiento respetuosas y basadas en los premios y el afecto, como el refuerzo positivo. Los premios no solo pueden ser chuches o juguetes, a veces funcionan mejor las caricias o muestras de afecto, pero todo depende de cada perro en concreto y de ir probando qué premio funciona mejor con nuestro peludo compañero. No te pierdas nuestra guía sobre cómo educar a un cachorro si acabas de adoptar uno.

Ya hemos comentado al presentarlos lo resistentes y saludables que son los perros groenlandeses. No padecen enfermedades congénita propias de esta raza en particular, de manera que no existen anomalías registradas a este respecto. Sin embargo, sí padecen enfermedades propias de perros de raza grande, algunas de las más preocupantes debido a su incidencia y a las repercusiones para la salud de estos perros son la torsión de estómago, la cual puede resultar fatal, y la displasia de cadera. En el caso de la displasia podemos recurrir a la realización de ejercicios de fisioterapia, así como a darles condroprotectores, como el omega 3, que mantiene las articulaciones lubricadas para mantenerlas en el mejor estado posible.

Por todo lo anterior, resulta fundamental la realización de chequeos veterinarios periódicos, en los que, además de pruebas y análisis diagnósticos, se realicen las vacunaciones y desparasitaciones pertinentes, manteniendo a nuestro animal libre de parásitos y enfermedades.

Lo cierto es que fuera de su lugar de origen es muy complicado encontrarlos en adopción. No obstante, siempre recomendamos acudir a las protectoras, asociaciones y refugios para consultar si existe un ejemplar de esta raza en adopción o uno mestizo que presente ciertas similitudes. No obstante, en este punto es importante recordar que son muchos los canes que se encuentran en adopción, de manera que lo más importante a la hora de escoger a tu mejor compañero no es que pertenezca a una determinada raza, sino que puedas cubrir sus necesidades para ofrecerle la mejor vida posible.

Dicho lo anterior, volvemos a insistir en la importancia de comprobar que realmente se puede dedicar el tiempo que este can necesita en caso de encontrar un perro de Groenlandia en adopción. Recordemos que estamos ante una raza muy enérgica.