Educación básica

¿Cómo hacer un corral para perros?

 
Marta Sarasúa
Por Marta Sarasúa, ATV y etóloga especializada en modificación de conducta. 28 febrero 2022
¿Cómo hacer un corral para perros?
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Un corral o parque para perros es una herramienta que puedes emplear como un apoyo a la hora de educar a tu cachorro, limitar su espacio en un momento determinado o protegerle de algunos peligros, entre otras utilidades, pues una de las principales ventajas de tener en el interior de casa o en el jardín un corral para perros es, sin duda, su versatilidad. Además, muchos de ellos pueden plegarse y transportarse fácilmente y son ideales para proporcionar a nuestro peludo amigo un espacio cómodo y agradable donde pueda relajarse. En caso de tener una perra embarazada, construirle un corral donde pueda sentirse segura junto a sus cachorros será imprescindible para su bienestar y, por supuesto, para mantener a los pequeños aislados de cualquier riesgo.

Ahora bien, es importante aprender a utilizar correctamente el corral, pues si lo empleas, por ejemplo, para castigar a tu perro o para encerrarlo durante largas horas mientras no estás en casa, puede acabar convirtiéndose en un elemento muy negativo para el can y afectar seriamente a su calidad de vida. Si todavía no conoces este producto o sientes curiosidad por él, no te puedes perder este artículo de ExpertoAnimal en el que te enseñamos cómo hacer un corral para perros casero, te explicamos para qué sirve y cómo utilizarlo correctamente, ¡sigue leyendo!

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Índice

  1. ¿Para qué sirve un corral o parque para perros?
  2. ¿Cómo hacer un corral casero para perros?
  3. ¿Cómo usar el corral para perros?

¿Para qué sirve un corral o parque para perros?

Antes de adentrarnos en la funciones de esta herramienta, es fundamental explicar qué es exactamente. Cuando hablamos de corrales o parques para perros no nos referimos a jaulas o transportines, sino a espacios más amplios delimitados por paneles o barreras generalmente móviles y que no poseen cubierta superior. En la mayoría de los casos, las vallas que componen el corral son independientes y encajan entre ellas, de forma que podemos utilizar diferente número de vallas para ampliar o reducir el tamaño del corral según nuestra necesidad. Estas estructuras suelen ser de plástico, tela o metal, aunque también las podemos encontrar de madera, vidrio y otros materiales más estéticos. La elección del material dependerá, además de nuestra preferencia personal, del lugar donde vayamos a colocar el corral, esto es, si planeamos utilizarlo solo dentro de casa o si lo vamos a ubicar en el jardín o espacios exteriores. En este último caso, el material de las barreras tendrá que ser suficientemente resistente para soportar los cambios de temperatura, la lluvia o el viento.

Es muy importante a la hora de adquirir o construir un corral para perros acertar con su tamaño. Las jaulas o transportines ofrecen al animal el espacio suficiente para ponerse en pie, darse la vuelta o, como mucho, avanzar un par de pasos, pero los corrales deben ser mucho más grandes, pues el objetivo es que el cachorro o perro adulto pueda jugar y desplazarse con total libertad por su interior. Igualmente, debemos comprar o fabricar vallas con una altura suficiente para garantizar que nuestro perro, una vez haya alcanzado su tamaño definitivo, no sea capaz de saltarlas o escalarlas, pues podría escaparse o lesionarse.

Usos del corral para perros

Como resulta evidente, el corral tiene la función principal de mantener al perro o perros en un área delimitada, impidiendo que puedan acceder a otras zonas de manera temporal. En este sentido, la instalación de un corral en tu casa, patio o jardín te puede resultar muy útil en algunos aspectos, como son:

  • Garantizar la seguridad del perro. Limitar el espacio del perro en ciertas situaciones puede ser una acción necesaria para mantenerlo a salvo. Por ejemplo, si estás limpiando con productos que pueden resultarle tóxicos, si tienes por casa plantas, cables u objetos peligrosos y dejas a un cachorro sin supervisión o si dispones de un jardín que no está vallado y existe riesgo de que tu perro se escape.
  • Educar a un cachorro. Los corrales para perros son muy frecuentes cuando hay cachorros en casa. Habituar al cachorro a permanecer en este espacio convirtiéndolo en un lugar tranquilo y agradable para él te puede ayudar en el momento de enseñarle, por ejemplo, a hacer sus necesidades en un sitio concreto o a tolerar bien el hecho de quedarse solo de vez en cuando.
  • Practicar ejercicios de modificación conductual. Algunos ejercicios que se utilizan para el tratamiento de ciertos problemas de comportamiento pueden incluir el uso de parques o corrales caninos como una herramienta de apoyo a la terapia, aunque jamás como elemento sustitutivo de esta. El ejemplo más habitual es el del tratamiento de la ansiedad por separación. En este caso, el corral puede servirte de ayuda a la hora de fomentar la independencia del perro. Es importante remarcar que este tipo de uso, para que resulte beneficioso, debe ser supervisado y guiado por un etólogo o educador canino profesional que trabaje con metodologías empáticas y respetuosas con el animal.
  • Realizar la presentación entre dos o más animales. Cuando incorporas a un nuevo peludo a la familia y ya tienes un perro en casa, la presentación entre ambos debe realizarse de forma gradual y estructurada. Para ello, puedes servirte de barreras físicas, como puertas desmontables o un corral, para mantener a los animales separados mientras se observan y se olfatean las primeras veces y, de esta forma, garantizar la seguridad de ambos. Si quieres conocer todas las pautas para presentar a dos perros, te recomendamos que leas este otro artículo: "¿Cómo presentar a dos perros?".
  • Proporcionar un lugar óptimo de descanso. Otra de las grandes utilidades del corral para perros es el de establecer una zona tranquila donde el can pueda descansar, jugar o comer sabiendo que no va a ser molestado por nadie y, por ende, sintiéndose totalmente tranquilo y seguro. Esto es muy importante, especialmente en el caso de perros que conviven en hogares con mucho jaleo (niños, otros animales, visitas frecuentes, etc.), ya que, en ocasiones, pueden sentirse estresados. Además, si logras establecer esta zona de calma, probablemente el perro la utilizará a modo de refugio si siente miedo ante, por ejemplo, las tormentas o los fuegos artificiales, logrando relajarse con mayor facilidad.
¿Cómo hacer un corral para perros? - ¿Para qué sirve un corral o parque para perros?

¿Cómo hacer un corral casero para perros?

Los corrales desmontables para perros pueden adquirirse fácilmente en tiendas especializadas, aunque en función de su tamaño y del material del que estén fabricadas las vallas, su precio puede llegar a resultar algo elevado. Una buena opción para ahorrar y evitar tener que transportar el corral desde la tienda hasta tu hogar es construirlo directamente en casa utilizando materiales sencillos. Por este motivo, te vamos a explicar cómo hacer un parque para perros en casa.

Antes de ponerte a fabricar las vallas debes decidir cómo de anchas y altas serán en función del espacio del que dispongas y del tamaño de tu perro. Por otro lado, es importante que selecciones el material más adecuado. Si vas a ubicar el corral en un patio exterior o en un jardín, te recomendamos utilizar materiales como la madera o la malla metálica, mientras que si el corral va a estar dentro de casa puedes optar por algo más ligero como la malla de plástico o la tela.

A continuación, te explicamos cómo fabricar de manera casera algunos tipos de corral para perros:

Corral de exterior para perros

Si dispones de un jardín o un terreno con mucho espacio, construir un corral para perros de madera, que sea fijo, puede ser una gran idea, pues siempre será más resistente y seguro que uno desmontable. Para ello, comienza despejando bien la zona donde vayas a construir el corral, allana el terreno si es necesario y marca el área de colocación de las vallas. Recuerda dejar suficiente espacio para que el perro pueda desplazarse con total libertad dentro del corral.

Una vez hecho esto, sigue estos pasos:

  1. Cava agujeros de unos 60 centímetros de profundidad en las esquinas y los laterales del vallado e introduce en ellos postes verticales de madera. Recuerda que los postes deberán ser más o menos altos en función del tamaño del perro, por lo que si estás construyendo un corral para perros grandes, asegúrate de que la altura sea la suficiente como para que no pueda saltar.
  2. Cubre el agujero con concreto (compuesto principalmente por cemento y agua) y déjalo secar durante uno o dos días.
  3. Una vez pasado este tiempo, asegúrate de que los postes han quedado bien fijos y coloca tablones de madera, palés o malla metálica entre cada uno de ellos para crear el cercado. Para asegurar la madera al poste, puedes utilizar clavos y, si optas por malla metálica, también puedes fijarla con alambre o bridas.
  4. ¡No te olvides de la puerta! Para construirla, una buena opción es añadir bisagras a uno de los postes y colocar un cerrojo que tu perro no vaya a ser capaz de abrir. Si el perro va a pasar mucho tiempo en el corral, no olvides colocar una tela o placa a modo de techo en una parte del mismo para proporcionar sombra al animal o colocar una caseta dentro del recinto.

Si en lugar de jardín con tierra dispones de un patio con suelo de cemento y no puedes enterrar los postes, tendrás que colocar pesos bajo ellos para que se queden rígidos o comprar postes especiales que tengan una base de plomo.

Corral plegable para perros

Generalmente, en el interior de casa disponemos de menos espacio para ubicar el corral, por lo que es una buena idea escoger materiales que pesen poco y sean moldeables, para así poder desmontar el cercado fácilmente y guardarlo cuando no lo vayamos a utilizar. La malla o los paneles de plástico con opciones muy asequibles. Además, este tipo de corral es mucho más económico, por lo que si buscas un corral para perros económico y casero, ¡no te pierdas este paso a paso!

  1. Recorta varios cuadrados o rectángulos de malla o tela del tamaño que desees, teniendo en cuenta que estos constituirán cada una de las vallas del cercado.
  2. En ambos extremos de cada cuadrado o rectángulo, coloca postes de metal o plástico y une la malla o la tela a ellos. La malla la puedes unir a través de bridas, mientras que la tela puedes pegarla o coserla alrededor del poste.
  3. Lo ideal es que cada uno de estos postes tenga una base de plomo u otro material pesado para que se mantengan lo más rígidos posible y no vuelquen si el perro los empuja.
  4. Cuando ya tengas todas vallas individuales construidas, añade en sus laterales tornillos redondos y ganchos que permitan unir unas vallas con otras de forma rápida y segura.

De esta forma, podrás desmontar fácilmente el corral casero para perros y moverlo por casa.

¿Cómo usar el corral para perros?

Como hemos visto, el corral para perros nos puede resultar útil para muchas cosas, pero es importante saber darle un uso correcto, pues, de lo contrario, podemos convertirlo en una zona desagradable e incómoda para el perro, que opondrá resistencia a la hora de entrar en ella.

Lo primero que debes tener en cuenta es que, independientemente del uso que pretendas darle al corral, el perro debe asociar este espacio siempre con experiencias agradables y positivas y trabajar esta asociación tendrá que ser lo primero que hagas una vez construido el parque para perros. Para lograrlo, coloca el corral en un sitio agradable de la casa o el jardín, lejos de espacios bulliciosos o de paso (como el pasillo o la cocina) y ubica en su interior la cama del perro, su comedero y/o bebedero si así lo decides y sus juguetes o snacks favoritos. Cuando el can esté en el corral, jamás debes regañarle o molestarle. Esta debe ser exclusivamente una zona de calma, entretenimiento, caricias y descanso.

Errores frecuentes a la hora de usar el parque para perros

Si tu perro no quiere entrar en el corral o se muestra inquieto o ansioso dentro de él, aun cuando has seguido las indicaciones anteriores, es muy probable que estés cometiendo (o lo hayas hecho en el pasado) alguno de los siguientes errores:

  • Forzar al perro a entrar en el corral. A nadie nos gusta que nos obliguen a hacer algo que no nos apetece o para lo que no estamos todavía preparados, por lo que, una vez tengas listo el corral, debe ser siempre el perro quien tome la iniciativa de entrar en él e investigarlo. Puedes animarle a hacerlo repartiendo por su interior trocitos de comida o metiéndote a jugar con él, pero jamás debes empujarle o cogerle en brazos para que entre ni ordenarle entrar utilizando un tono serio y amenazante, pues puedes asustar al animal, que empezará a ver el corral como un estímulo desagradable. Si tu intención es crear un corral para perros cachorros, te recomendamos consultar este otro artículo: "¿Cómo educar a un cachorro?".
  • Dejarle solo demasiado pronto. Si tu intención es que el perro sea capaz de quedarse solo dentro del corral durante un tiempo determinado (por ejemplo, mientras sales a hacer la compra o te das una ducha), debes enseñarle de forma muy gradual a permanecer tranquilamente dentro de él. Por muchos juguetes y entretenimientos que le dejes en el corral, no puedes pretender que de buenas a primeras el cachorro o perro adulto acepte quedarse solo ahí dentro. Si no le habitúas correctamente, es probable que se estrese cada vez que te vayas y él sienta que está encerrado y que no puede ir contigo.
  • Dejarle dentro del corral por demasiado tiempo. El corral, al igual que las jaulas o los transportines, no deben utilizarse para retener al perro durante largos periodos de tiempo, sino como una herramienta de uso puntual. El can puede aburrirse, frustrarse o estresarse si lo dejas mucho tiempo en un espacio reducido y acabar desarrollando problemas conductuales como ansiedad por separación o estereotipias. Si trabajas y el perro debe quedarse varias horas solo en casa, lo mejor es habituarle desde cachorro a ser independiente y a tolerar la soledad, proporcionarle suficiente enriquecimiento ambiental y retirar de su alcance todo aquello que pueda resultarle peligroso.
  • Molestar al perro cuando está descansando en el corral. Como hemos visto, es importante que el corral sea un espacio agradable donde el perro pueda retirarse a descansar siempre que quiera. Todos los miembros de la familia, incluidos los niños, deben comprometerse a respetar estos momentos y a no molestar o castigar al animal cuando esté haciendo uso de su corral.

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