Curiosidades del mirlo

Uno de los datos curiosos del mirlo es que no solo tiene un canto bonito y armónico, sino que además es bastante variado, pudiendo cambiar de tono, ritmo e intensidad según lo que ocurre a su alrededor. En zonas urbanas, por ejemplo, donde suele haber ruido por las actividades humanas, el mirlo sube el tono de su canto: mientras más ruido hay, más se eleva su tono, cantando por encima del nivel que tiene en espacios rurales. Esto lo hace porque, en la medida en que menos se escuche, disminuyen sus posibilidades de marcar territorio y atraer pareja.

Como ocurre en muchas otras aves, el plumaje entre machos y hembras varía en esta especie, pero además, la variedad de colores aumenta entre los diferentes tipos de mirlos, lo que nos muestra una gran diversidad cromática. En este sentido, los machos presentan un plumaje negro brillante, con patas marrones, un anillo ocular amarillo y el pico anaranjado. Por su parte, las hembras son de color marrón opaco, con la garganta un poco más clara y algunas manchas en el pecho. Los juveniles también son marrones, aunque los machos suelen ser más oscuros que las hembras, hasta que finalmente cambian a negros.

Entre los mirlos, el color del pico no es solo una cuestión de estética: cumple una función clave en el juego del cortejo. En los machos, ese tono anaranjado intenso es una señal para las hembras, que prefieren a aquellos con picos de color más vivo, ya que esto está directamente relacionado con la dieta del ave. Cuanto más llamativo es el pico, más indica que el macho se alimenta bien, gracias al consumo de carotenoides, lo que a su vez demuestra que tiene una buena capacidad para conseguir alimento. Así que un pico naranja brillante le dice a la hembra que ese posible compañero es hábil para encontrar buena comida.

Descubre todos los detalles sobre su alimentación aquí: "Alimentación del mirlo".

Su cortejo no pasa desapercibido, y por ello esta es otra de las curiosidades del mirlo. Cuando un macho quiere conquistar a una hembra, no solo canta bonito, sino que despliega toda una coreografía. Corre en diagonal, inclina la cabeza, abre el pico y emite un canto grave, casi susurrado. La hembra, por su parte, observa inmóvil y, si se convence, levanta la cabeza y la cola al mismo tiempo, indicando que ha aceptado.

Otro dato curioso del mirlo es que las parejas que se forman suelen mantenerse unidas mientras ambos vivan. Claro que esto ocurre de forma general, pero hay algunas excepciones, porque la fidelidad no siempre es absoluta. Se ha determinado que, en algunos casos, las crías pueden tener un padre distinto al macho con quien la hembra convive. Aun así, muchos mirlos se emparejan de por vida, salvo que algo ocurra y necesiten buscar una nueva pareja.

El canto es una forma de indicarle a otras aves la presencia del mirlo en una zona. Por otro lado, cuando un macho ha escogido un territorio, lo defiende con intensidad, persiguiendo incluso a cualquier intruso que intente ocuparlo. Las hembras, por su parte, también son territoriales cuando eligen un área para anidar, e impiden que otras hembras intenten utilizar ese mismo espacio.

El cuco común (Cuculus canorus) es un ave que parasita el nido de otras especies para que incuben y cuiden a sus crías, siendo experta en engañar a la especie hospedadora. Sin embargo, los mirlos no son fácilmente engañados por esta estratega, que incluso es capaz de imitar los huevos de otras hembras. De esta manera, los mirlos no suelen verse afectados por esta dinámica, ya que se muestran muy agresivos y son capaces de identificar el huevo que no les pertenece, expulsándolo del nido.

El mirlo tiene una amplia distribución, que abarca desde la Europa templada hasta Asia meridional y el norte de África. Sin embargo, la migración no es una característica común a todas sus poblaciones. En las zonas más cálidas y occidentales de su rango, muchas aves permanecen todo el año sin necesidad de desplazarse. No obstante, en las regiones más frías del norte, es frecuente que los mirlos se trasladen durante el invierno hacia climas más suaves. Curiosamente, los mirlos urbanos tienden a quedarse incluso en invierno, ya que los centros urbanos ofrecen microclimas más templados y una mayor abundancia de alimento.

¿Conocías esta curiosidad de los mirlos? Si quieres conocer otras especies que migran, no te pierdas este post: "Aves migratorias".

Aunque es la hembra quien se encarga de incubar los huevos, una vez nacen los polluelos, ambos progenitores se involucran activamente en su crianza. Los pequeños nacen completamente indefensos: sin plumas, ciegos y totalmente dependientes. Durante las siguientes dos semanas, el macho y la hembra se turnan para alimentarlos con insectos y lombrices, además de mantener limpio el nido retirando los desechos. Incluso después de que los polluelos se han desarrollado adecuadamente, los adultos siguen cuidando de ellos durante unas tres semanas más, respondiendo a sus insistentes llamados de alimento.

Otra de las curiosidades del mirlo es que están siempre alerta. Como ocurre con otras aves, el mirlo tiene la habilidad de dormir sin bajar completamente la guardia. De esta manera, mientras reposa, solo una mitad de su cerebro entra en un estado profundo de descanso, mientras la otra permanece activa y alerta. Este fenómeno, conocido como sueño unihemisférico de ondas lentas, no solo le permite descansar parcialmente, sino también mantenerse atento ante posibles amenazas, especialmente cuando duerme en entornos expuestos o inseguros.

Ahora que conoces estos datos curiosos del mirlo, ¿te gustaría saber qué animales no duermen? Aquí los encontrarás: "Animales que no duermen".

Si deseas leer más artículos parecidos a Curiosidades del mirlo, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Curiosidades del mundo animal.