Mi gato no me deja dormir porque rasca la puerta: causas y qué hacer



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Mi gato no me deja dormir porque rasca la puerta por la noche, ¿qué puedo hacer? Esta es una situación que puede preocupar a muchos cuidadores felinos cuando sus gatos rascan, maúllan o buscan atención durante la noche, justo cuando lo normal sería poder descansar. Esta conducta afecta directamente al descanso, lo que puede deteriorar la salud y el bienestar de quienes conviven con gatos que presentan este comportamiento.
Si quieres conocer las principales causas que responden a la pregunta: "Mi gato no me deja dormir porque rasca la puerta por la noche, ¿por qué lo hace?", continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal.
Falta de estímulos
Cuando decimos que un gato presenta falta de estimulación, nos referimos a que no tiene suficiente actividad física y/o mental que le permita satisfacer sus necesidades diarias de exploración, caza, juego y agilidad. Nuestros pequeños felinos son animales que requieren este tipo de estímulos para mantener una buena calidad de vida y bienestar, además de prevenir problemas como el aburrimiento y el estrés.
Comportamientos como maullidos excesivos, arañar puertas o muebles, o conductas compulsivas o destructivas pueden ser una respuesta a esa carencia de estímulos. Por eso, si tu gato rasca la puerta por la noche y no te deja descansar, y además pasa el día descansando sin jugar lo suficiente o sin realizar actividades físicas y mentales, es muy probable que la causa de ese comportamiento sea la falta de estimulación.
¿Qué hacer?
Si tu gato presenta falta de estímulo, la solución pasa por ofrecerle más actividades. Puedes interactuar más con él, incorporar elementos de enriquecimiento ambiental como estanterías, zonas donde pueda trepar o moverse libremente, rascadores verticales y horizontales, comederos interactivos, y fomentar el juego diario.
También puedes colocar barreras físicas que impidan el acceso a la puerta o dificulten el rascado. Por otro lado, hay gatos que se calman si les permites entrar en la habitación y dormir cerca de ti, lo que en algunos casos puede eliminar el problema, aunque no siempre funciona.
Hambre o sed
Otra causa que puede explicar que nuestros gatos rasquen la puerta, sobre todo de noche cuando necesitamos descansar, es el hambre o la sed. Pueden realizar este comportamiento para llamar tu atención y pedirte alguna de estas dos cosas, especialmente cuando no les dejas comida o agua suficiente para toda la noche o no han tenido la cantidad necesaria durante el día. Esto ocurre porque nuestros gatos necesitan alimentarse varias veces al día, pero en pequeñas cantidades, por lo que si solo les das la comida justa dos o tres veces diarias, es probable que tengan hambre por la noche y te lo hagan saber de alguna forma.
¿Qué hacer?
La solución a este problema es asegurarse de que nuestro gato tenga alimento suficiente para no pasar hambre durante la noche, además de agua fresca y limpia. También puedes usar comederos automáticos programados para ofrecer comida en horarios específicos, imitando su instinto natural de alimentación, o fuentes de agua en movimiento que mantienen el agua fresca y en circulación. Aquí encontrarás nuestra selección: "Las mejores fuentes para gatos".

Demencia senil
Si el gato que realiza la conducta de arañar la puerta por la noche tiene más de 10 u 11 años, puede deberse a una demencia senil, también conocida como disfunción cognitiva felina. Se trata de un trastorno neurodegenerativo que afecta a los gatos mayores y repercute en su ritmo circadiano y en su comportamiento, provocando síntomas como los siguientes:
- Vocalizaciones excesivas o maullidos frecuentes, especialmente durante la noche.
- Alteraciones del sueño, durmiendo mucho más durante el día y estando más activos por la noche.
- Ansiedad y conductas compulsivas o destructivas.
- Desorientación espacial, olvidando la ubicación de su arenero, comedero o bebedero, lo que puede llevarlos a rascar la puerta por confusión o en un intento de búsqueda.
¿Qué hacer?
Aunque no existe un tratamiento que cure esta enfermedad, se pueden realizar modificaciones en el entorno y aplicar estrategias de enriquecimiento ambiental para estimularlos física y mentalmente, con el objetivo de reducir la ansiedad y los comportamientos no deseados. También se recomienda una dieta adecuada que favorezca la función cognitiva, incorporando antioxidantes como las vitaminas C y E, selenio, betacarotenos, ácidos grasos omega-3, L-carnitina (que estimula la función mitocondrial celular) y triglicéridos de cadena media, que son una fuente de energía para el cerebro.
En algunos casos, puede ser necesario recurrir a tratamiento farmacológico. Algunos medicamentos que se emplean para aliviar los síntomas de la demencia felina incluyen:
- Fluoxetina, que reduce la ansiedad.
- Propentofilina, que mejora el flujo sanguíneo cerebral y tiene propiedades neuroprotectoras.
- Gabapentina, que alivia el dolor y puede mejorar el comportamiento.
- Melatonina, que ayuda a regular el ciclo sueño-vigilia.
- Selegilina, que aumenta los niveles de dopamina y ofrece efectos neuroprotectores.

Otras enfermedades o problemas de conducta
Por último, nuestros pequeños felinos pueden adquirir el comportamiento de rascar la puerta cuando queremos descansar como consecuencia de alguna enfermedad o trastorno que provoque alteraciones en el comportamiento, ya sea por malestar físico o emocional. Algunas de las causas más comunes son:
Hipertiroidismo
Se trata de la enfermedad endocrina más prevalente en gatos de edad avanzada. Provoca un incremento de las hormonas tiroideas T3 y T4, acelerando el metabolismo del felino y desencadenando síntomas como hiperactividad (que puede explicar el rascado de puertas), aumento del apetito con pérdida de peso, vómitos, poliuria-polidipsia y un deterioro en el estado del pelaje.
El tratamiento del hipertiroidismo felino puede incluir medicamentos como el metimazol, dietas bajas en yodo, tiroidectomía (extracción de la glándula tiroides) o la administración de yodo radioactivo para reducir los niveles hormonales y aliviar los síntomas.
Estrés y ansiedad
Nuestros pequeños felinos son muy sensibles al estrés, que puede estar provocado por cualquier situación o cambio, por mínimo que sea, afectando a su salud, inmunidad y calidad de vida. En muchos casos, los gatos estresados o ansiosos manifiestan cambios de comportamiento como vocalizaciones excesivas, aumento de la agresividad, rascado de puertas o micciones inadecuadas, entre otros.
Bartonelosis felina o “enfermedad del arañazo del gato”
La bacteria Bartonella henselae es la responsable de esta enfermedad, que puede provocar signos clínicos como fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y cambios en el comportamiento, como agresividad o inquietud, que pueden manifestarse, entre otras formas, a través del rascado de puertas por la noche.
¿Qué hacer?
Todos estos problemas tienen tratamiento:
- En el caso del hipertiroidismo felino, la terapia puede ser farmacológica con metimazol, quirúrgica mediante tiroidectomía, o mediante yodo radioactivo. También pueden usarse dietas específicas bajas en yodo.
- El estrés y la ansiedad se pueden manejar reduciendo o eliminando los estímulos estresantes, utilizando técnicas de enriquecimiento ambiental, feromonas sintéticas felinas o, en casos más graves, mediante tratamiento farmacológico.
- La bartonelosis felina se trata con antibióticos como la doxiciclina, administrados durante periodos prolongados —de entre 4 y 6 semanas, o más, dependiendo de la gravedad del caso y de la respuesta del gato al tratamiento.
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