Problemas del comportamiento

¿Por qué mi perro rasca la puerta?

 
Marta Sarasúa
Por Marta Sarasúa, ATV y etóloga especializada en modificación de conducta. 6 octubre 2021
¿Por qué mi perro rasca la puerta?
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Miles de años de convivencia con los perros nos han enseñado que nuestros peludos expresan sus emociones y necesidades de una forma muy diferente a la nuestra y que sus comportamientos, aunque a veces nos resulten extraños o incluso molestos, tienen un significado. Es por esto que nunca debemos castigar o intentar solucionar un problema conductual sin conocer bien el origen del mismo, puesto que podríamos terminar empeorando la situación.

Si has observado que tu perro está más inquieto de lo habitual, desde ExpertoAnimal te contamos algunas de las causas más frecuentes por las que tu perro rasca la puerta y cómo evitarlas. ¡Sigue leyendo!

Índice

  1. La importancia del contexto
  2. ¿Por qué mi perro araña la puerta?
  3. ¿Cómo evitar que mi perro rasque la puerta?

La importancia del contexto

Antes de iniciar cualquier tipo de intervención o tratamiento sobre la conducta de rascado, es imprescindible investigar a fondo la causa o causas que la pudieran estar provocando.

Para ello, debemos observar muy bien a nuestro perro y averiguar en qué situaciones aparece el comportamiento inadecuado. ¿El perro rasca una sola puerta o lo hace con todas?, ¿la conducta se produce únicamente en ausencia de los tutores?, ¿con qué frecuencia rasca la puerta?, ¿hace cuánto tiempo que empezó a hacerlo?

Preguntarnos estas y otras cuestiones, sin duda, nos ayudará a hacernos una idea más aproximada sobre qué puede estar pasando por dentro de la cabeza de nuestro compañero perruno y cuál es la mejor forma de ayudarle.

¿Por qué mi perro araña la puerta?

Tal y como ocurre con la gran mayoría de las conductas caninas, no existe un único motivo que pueda explicar por qué nuestro perro rasca o araña la puerta, pero en este artículo te presentamos los más frecuentes:

Problemas orgánicos

El primer paso a la hora de trabajar con un trastorno del comportamiento es descartar que el perro sufra cualquier tipo de dolor o patología orgánica, especialmente cuando la conducta problemática aparece de forma repentina o sin que se hayan producido cambios notables en el entorno del animal.

Muchos problemas de salud pueden causar comportamientos extraños en los perros como consecuencia del malestar que provocan, por eso nunca está de más acudir a la consulta del veterinario si vemos que nuestro amigo de cuatro patas está más alterado de lo habitual.

Ansiedad por separación

Si te has dado cuenta de que tu perro araña la puerta cuando te vas, es decir, exclusivamente cuando se queda solo en casa o cuando no está en la misma habitación que su familia humana, es muy probable que padezca ansiedad por separación.

La ansiedad por separación (APS) es un trastorno comportamental que aparece únicamente cuando el perro está físicamente separado de uno o de varios de sus tutores. En este contexto, el perro puede llegar a alcanzar unos niveles muy elevados de estrés y de malestar que intentará aliviar a través de conductas como rascar la puerta principal de casa (por donde sabe que han salido sus tutores), ladrar o aullar de forma continuada, hacer sus necesidades en lugares inapropiados, jadear en exceso o deambular de un lado para otro.

Todos estos comportamientos son totalmente involuntarios, por lo que no debemos castigar al perro si, al regresar a casa, nos encontramos con que ha hecho algún estropicio. Hablamos más en profundidad de este trastorno en el artículo sobre la Ansiedad por separación en perros.

Conducta aprendida

Los perros aprenden principalmente por asociación, lo que quiere decir que, si una conducta les resultó exitosa en el pasado, tienden a repetirla más veces.

¿Alguna vez le has abierto la puerta a tu peludo después de que este la golpeara o rascara con sus patas? De ser así, es posible que el can haya aprendido a reclamar tu atención o a pedir acceso a la calle, al jardín o a alguna habitación rascando la puerta.

Estrés o falta de estimulación

Todo perro necesita cubrir una serie de necesidades de forma diaria y no nos referimos únicamente a comer, dormir y salir a la calle a orinar. En función de su edad, raza, condición física y temperamento, cada perro requerirá de una cantidad diaria de estimulación física, mental y social para liberar energía y mejorar su bienestar.

Si nuestro perro no tiene correctamente cubierta alguna de sus necesidades o no se le ofrece con frecuencia la posibilidad de realizar comportamientos propios de su especie, puede sentirse frustrado y experimentar picos de estrés que le lleven a realizar conductas compulsivas o estereotipadas, como puede ser el arañar o rascar la puerta de forma insistente. Descubre Qué es una estereotipia en animales en este otro artículo para comprobar si esta es la causa que explica por qué tu perro araña las puertas.

¿Por qué mi perro rasca la puerta? - ¿Por qué mi perro araña la puerta?

¿Cómo evitar que mi perro rasque la puerta?

Una vez descartada cualquier patología orgánica, podemos empezar a trabajar el problema a través de la modificación de conducta, aunque, como resulta evidente, el tratamiento será distinto en función de la causa o causas que hayamos identificado, por lo que lo ideal es contar con la ayuda de un etólogo o educador canino que nos eche una mano durante el proceso.

En caso de que sospeches que tu perro puede estar sufriendo ansiedad por separación, es muy recomendable grabar en vídeo los momentos en los que se queda solo en casa. Estas grabaciones aportan muchísima información, tanto a los tutores como a los profesionales. Por un lado, nos permite saber si nuestro peludo lo pasa mal cuando está separado de nosotros y, por otro, nos ayuda a establecer un plan de trabajo adaptado a nuestro caso concreto.

Asimismo, una conducta problemática que surge como consecuencia de un proceso de aprendizaje suele ser más sencilla de erradicar. En este caso, debemos dejar de reforzar la conducta para, así, lograr que se acabe extinguiendo. Es decir, si el perro nos pide salir a la calle rascando la puerta, tenemos que ignorar este comportamiento y no abrir la puerta en ese momento. Esperaremos a hacerlo cuando el can realice una acción más adecuada, ya sea por voluntad propia o por petición nuestra (por ejemplo, esperar sentado).

Por último, resulta imprescindible ofrecer a nuestro perro suficiente actividad diaria para evitar que sufra estrés y que libere la energía acumulada de forma inadecuada. Salir con él a hacer ejercicio, permitirle explorar nuevos entornos con tranquilidad durante el paseo, entrenar habilidades, fomentar que socialice con otros perros y personas o utilizar productos como los juguetes rellenables, puzles o alfombras de olfateo son ideas que ayudarán a nuestro perro a estar más relajado en casa y a mostrar comportamientos más equilibrados que, sin duda, mejorarán su calidad de vida. Consulta nuestro artículo sobre el Enriquecimiento ambiental en perros para más información sobre este tema.

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