Perro traumatizado por ataque de otro perro, ¿qué hacer?
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A pesar de que los perros son seres muy sociables por naturaleza, en ciertas ocasiones puede darse el caso de que aparezca un conflicto entre dos o más animales y un perro termine atacando a otro. La mayoría de las veces estos ataques se quedan en un susto y los canes son capaces de entenderse y resolver el conflicto por sí mismos, pero también puede darse el caso de que uno de los animales salga herido o desarrolle un trauma como consecuencia del evento. Si a tu peludo le ha atacado otro perro y has observado que su comportamiento ya no es el mismo, es posible que haya ocurrido esto último y que tu amigo de cuatro patas no haya logrado superar el mal rato que pasó.
En este artículo de ExpertoAnimal te contamos todo lo que necesitas saber si crees que tu perro está traumatizado como consecuencia de un ataque y te ayudamos a poner solución al problema. ¡Vamos a ver qué hacer si mi perro está traumatizado por el ataque de otro perro.
¿Mi perro puede quedar traumatizado tras un ataque de otro perro?
La respuesta en este caso es clara: sí, un perro puede desarrollar un trauma si ha vivido una experiencia negativa que le ha afectado emocionalmente.
Aunque solemos asociar el concepto de "experiencia traumática" a los seres humanos, debes saber que los perros también son animales muy sensibles que pueden desarrollar una respuesta emocional muy intensa ante diferentes vivencias, tanto positivas como negativas.
Dichas respuestas emocionales son imprescindibles para que el perro pueda aprender a relacionarse con su entorno y marcan la base de su comportamiento social. Por este motivo, conviene que los perros, especialmente los cachorros, tengan experiencias lo más positivas posible con otros animales, personas y objetos.
Un ataque de otro perro puede ser, sin lugar a dudas, un evento muy estresante y aterrador para el peludo y, a raíz de este momento, el animal puede empezar a asociar la presencia de otros canes con el incidente, mostrando miedo y rechazando cualquier interacción amistosa.
¿Cómo reconocer que mi perro tiene un trauma?
Un trauma, por definición, es un shock emocional, negativo, intenso y duradero que puede afectar el bienestar y el comportamiento del animal que lo sufre. Es cierto que las experiencias negativas pueden hacer que el perro desarrolle un trauma pero también pueden, simplemente, provocar un susto puntual que se pasa en un breve periodo de tiempo.
En este último caso, el perro se recuperará sin consecuencias, pero si detectas alguna de estas señales, es posible que se trate de un trauma y que tu peludo necesite ayuda profesional:
- Miedo excesivo a otros perros: si tu perro solía ser sociable y se acercaba a olfatear y jugar con otros canes, es posible que notes un cambio bastante evidente en su comportamiento a raíz del ataque. Si el peludo presenta un trauma, lo más normal es que empiece a mostrar miedo ante otros animales, sobre todo ante aquellos que, físicamente, se parezcan al perro que le atacó. Ten en cuenta que el miedo puede manifestarse de diferentes formas y, mientras que unos perros intentan huir, se esconden detrás de su tutor, colocan la cola entre las patas traseras o se encogen, otros perros pueden volverse reactivos, ladrar, gruñir o incluso querer morder a otros animales, ¡y eso también es miedo! Aquí puedes consultar los "Principales síntomas de miedo en perros".
- Evita ciertos lugares o situaciones: puede que tu perro rechace pasar por la zona por donde fue atacado o evite ciertas situaciones que le recuerdan al evento traumático, por ejemplo, es posible que no quiera entrar en un parque para perros o pasear por las zonas habituales.
- Ansiedad generalizada: el trauma puede provocar que tu perro presente signos de ansiedad generalizada, es decir, una ansiedad que no está específicamente asociada a un lugar o situación, sino que se presenta en el día a día del perro, independientemente de lo que esté haciendo. Esto suele ocurrir durante las horas o días siguientes al evento traumático y las señales más llamativas son el jadeo excesivo, caminar nervioso de un lado a otro, esconderse en rincones de casa y no querer salir, temblar, gemir o ladrar con insistencia.
- Hipervigilancia: cuando un animal sufre un ataque inesperado, es habitual que, de ahí en adelante, empiece a mostrarse más atento a todo lo que ocurre a su alrededor. Este comportamiento nervioso en el cual el perro parece que vigile constantemente su entorno es lo que se denomina "hipervigilancia" y no es más que una estrategia que el animal adapta para prevenir posibles nuevos ataques. El problema de la hipervigilancia es que ocupa prácticamente todo el tiempo del animal y le impide concentrarse en otras actividades e incluso descansar tranquilo, lo que puede poner en riesgo su salud.
- Aumento del contacto físico con los tutores: los tutores somos referentes para los perros y la mayoría de ellos nos buscan cuando necesitan sentirse protegidos y seguros. Es por ello que, tras un ataque, el peludo puede requerir más atención de la habitual y mostrarse más apegado a su familia humana, con el riesgo de desarrollar cierta ansiedad al separase de ellos.
- Comportamiento apático: en los casos más graves, un perro traumatizado puede desarrollar apatía y, como consecuencia, pasar muchas horas tumbado y mostrar una falta de interés en las actividades que antes disfrutaba, como comer, jugar o salir a pasear.
¿Qué hacer si mi perro está traumatizado por el ataque de otro perro?
Aunque los miedos y traumas pueden mejorar y llegar a desaparecer, es importante saber que son difíciles de eliminar y que su tratamiento requiere tiempo y mucha paciencia. Si tu perro ha sufrido un ataque y, tras este, muestra alguna de las señales enumeradas con anterioridad, lo mejor que puedes hacer es, tras visitar al veterinario para curar las posibles lesiones, contactar con un etólogo canino que te ayude a trabajar el trauma de tu peludo.
El etólogo es el profesional del comportamiento canino que evaluará a tu perro y diseñará un plan de tratamiento conductual, el cual consiste en una serie de pautas y ejercicios que deberás realizar junto con tu peludo con el objetivo de ir, poco a poco, eliminando su miedo.
La finalidad es que el perro vaya cambiando las asociaciones negativas por experiencias más positivas y, de esta forma, deje de experimentar ansiedad ante ciertos estímulos, como la presencia de otros perros. Cuando sea capaz de modificar la emoción que siente, su comportamiento también cambiará y su calidad de vida mejorará considerablemente.
Puede que también te interese echarle un vistazo al siguiente post sobre "¿Cómo quitar la inseguridad y el miedo a un perro?".
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