Australian cobberdog

Los australian cobberdog son una raza desarrollada después del surgimiento del labradoodle, pues proviene de los mismos cruces, labradores y caniches. Sin embargo, la diferencia entre ambas razas se hizo necesaria, pues los labradoodle comenzaron a cruzarse de forma incontrolada surgiendo alteraciones y problemas en la raza. Por ello, se desarrolló un exhaustivo programa de cría, creando una nueva línea genética orientada a conseguir perros idóneos para ser perros de terapia, los australian cobberdog.

Su nombre indica claramente el objetivo y función principal de estos perros, ya que "cobber" significa amigo o ayudante. La raza fue reconocida como raza independiente en 2012 por el el registro internacional de perros de pura raza (MDBA). Como tres requisitos principales para la raza se establecieron:

1. Buen temperamento.
2. Ser hipoalergénicos y no mudar.
3. Tener una buena salud genética.

El cobberdog puede presentar diferentes tamaños, por lo que se han establecido tres tallas distintas:

• Australian cobberdog miniatura: desde 33 hasta 43 centímetros de altura y unos 6-10 kilogramos de peso.
• Australian cobberdog mediano: de 43 hasta 50 centímetros y 12-20 kilos de peso.
• Australian cobberdog grande: entre 50 y 58 centímetros de alto y 20-35 kilogramos.

El cuerpo de los australian cobbergdog es equilibrado y proporcionado, sin exageraciones de tamaños o morfología, siendo solo ligeramente alargados. La cabeza es rectangular, de hocico medio y trufa oscura. Los ojos son medianos y oscuros, mientras que sus orejas son también medianas y redondeadas, colgando a los lados de su cabeza, a la altura de los ojos.

El manto de los perros australian cobberdog es largo, pudiendo ser rizado u ondulado. El pelo es de tacto sedoso y muy brillante, fino e hipoalergénico, pues no produce caspa ni tampoco realiza muda estacional.

Australian cobberdog cachorros

Al tratarse de un cruce entre perros labradores y caniches, no es de extrañar que los cachorros de australian cobberdog se encuentren entre los más tiernos del mundo canino. Independientemente de su tamaño, se caracterizan por su frondoso y rizado manto, que incluso puede llegar a esconder sus pequeños ojos, mostrando una tierna y dulce expresión.

Por otro lado, los australian cobberdog destacan por ser unos perros sumamente tranquilos, dóciles y equilibrados. De esta forma, aunque de pequeños pueden ser muy juguetones, no resaltan por su nerviosismo, siendo obedientes y tranquilos. Son cariñosos y muy empáticos.

Se recomienda comenzar su socialización y educación a edades tempranas, ya que son perros muy hábiles que aprenden desde su más tierna infancia.

Colores del australian cobberdog

En cuanto a los colores del australian cobberdog, pueden presentar dos tipos de manto. Por una parte, están aquellos ejemplares con manto de colores sólidos, que pueden estar combinados, denominándose particolor. Por la otra, se encuentran aquellos con colores sombreados, presentando varias tonalidades del mismo color. Algunos colores están relacionados con una pigmentación que puede ser negra (rojo, plateado, negro, blanco, melocotón, lavanda, dorado) o rosada (café, chocolate, blanco, pergamino).

Los perros de la raza australian cobberdog son muy apreciados como perros de terapia puesto que poseen habilidades especiales, como sus grandes dotes para el aprendizaje de nuevos conocimientos con una velocidad de vértigo. Si a esto se suma que se les considera uno de los perros más sensibles y receptivos de las emociones de los que les rodean, se entiende por qué son tan buenos terapeutas.

Además, son perros extremadamente cariñosos y atentos, estando siempre pendientes de las necesidades y el bienestar de los demás. Nunca se mostrarán agresivos ni tampoco excesivamente activos. Por ello, son perros ideales para todo tipo de espacios y familias, teniendo unas grandes capacidades adaptativas. Así mismo, los australian cobberdog se llevan bien con todo el mundo, sin importar género, edad o especie.

El australian cobberdog no es un perro demasiado difícil de cuidar. Uno de los aspectos fundamentales es simplemente prestarle atención y demostrarle todo nuestro cariño, pasando tiempo con él y brindándole mimos y caricias sin límites.

En general, ni el australian cobberdog mini, ni el mediano, ni el grande necesitan realizar ejercicio muy intenso a diario, por lo que con paseos, actividades y juegos de intensidad media es más que suficiente. Eso sí, al tratarse de perros tan inteligentes, necesitan recibir una adecuada estimulación mental, que puede cubrirse mediante juegos de inteligencia o actividades como el rastreo. Así mismo, el ejercicio y los juegos deben combinarse con una alimentación de calidad y equilibrada, ajustándola a sus necesidades calóricas en función de su peso y nivel de ejercicio.

A pesar de haber dicho que los cuidados del australian cobberdog son sencillos, sí es preciso dedicar tiempo a su pelaje. Así, su manto requiere cepillados frecuentes, siendo aconsejable realizar un cepillado al día. De esta forma, el pelo se mantendrá limpio y sano, manteniendo un aspecto realmente deslumbrante y libre de nudos y enredos. En este sentido, dado que no son perros que mudan el pelo, es recomendable acudir a la peluquería canina.

Como ya hemos mencionado, el australian cobberdog es un perro que destaca por su gran inteligencia y su altísima sensibilidad. Es, además, muy despierto, dócil y atento. Todo ello hace que sea una de las razas caninas más fáciles de adiestrar, pues además de necesitar pocas repeticiones para aprender, no es tozudo y adora agradar a los suyos.

En todo caso, nunca ha de recurrirse a castigos ni vejaciones de ningún tipo, siendo infinitamente más oportuno usar técnicas de adiestramiento positivo, que impliquen premiar las buenas conductas y motivar al animal para que quiera seguir aprendiendo.

El australian cobberdog surgió, en parte, por la necesidad de depurar al labradoodle de los problemas de salud que esta otra raza presentaba. Afortunadamente, este objetivo se vio cumplido, pues el australian cobberdog goza de una muy buena salud.

No padece enfermedades congénitas asociadas a su genética, sin embargo, al igual que todos los demás perros, está expuesto a diversas enfermedades víricas y bacterianas. Por esta razón, es vital mantenerlo vacunado y desparasitado, algo que ha de hacerse siguiendo los calendarios vacunales establecidos por el veterinario.

Antes de adoptar cualquier animal, has de ser plenamente consciente de que esta decisión no puede tomarse a la ligera ni mucho menos. Es un compromiso largo y a veces algo duro, pero que sin duda merece la pena. Al igual que con otras razas, adoptar un perro mestizo o híbrido tiene múltiples ventajas, además, existen infinitas asociaciones y protectoras con miles de perros en adopción. Si recurres a ellas podrás ayudar a combatir el maltrato animal, brindando a ese perro la oportunidad de disfrutar de un hogar confortable y feliz.

Si buscas expresamente adoptar un australian cobberdog por todas sus características mencionadas, recomendamos ponerte en contacto con diferentes asociaciones. Si en ninguna de ellas hay australians cobberdog disponibles en ese momento, puedes decirles que te avisen si llega alguno. Hay que ser pacientes y no desesperar, aunque a veces parezca demasiado difícil, sin duda, la espera merece la pena.