Bichón boloñés

Esta es una de las razas de perros que se originó en el Mediterráneo y que pertenece a la familia de los bichones. Sus ancestros, comunes con los del bichón maltés, ya eran conocidos en Italia y Malta en los siglos XI y XII. Durante el Renacimiento, la raza era muy popular en la ciudad italiana de Bolonia, que es de donde viene el nombre, donde se convirtió en un obsequio entre familias pudientes. Más tarde, en los siglos XV y XVI, Felipe II lo denominó como "el regalo más majestuoso que se le puede hacer a un emperador” y, años después, sería plasmado por Goya, Ticiano y otros maestros de la pintura.

Durante la Primera Guerra Mundial, el bichón boloñés estuvo al borde de la extinción, al igual que muchas otras razas de perros. Sin embargo, la pasión de algunos criadores italianos y belgas permitió salvar a la raza. En la actualidad, el bichón boloñés es un perro menos popular pero no en peligro de extinción. Es poco común en América y más frecuente en algunos países de Europa. Es un can netamente de compañía pero también es empleado como perro de exposición.

El cuerpo de este perro es pequeño, compacto y de perfil cuadrado, es decir que la longitud desde el hombro hasta la nalga es igual a la altura a la cruz. La espalda es rectilínea pero la cruz sobresale ligeramente, mientras el lomo es levemente convexo y la grupa es ancha y poco oblicua. El pecho es amplio y profundo, las costillas bien arqueadas y el vientre ligeramente retraído.

El bichón boloñés tiene la cabeza levemente ovoide, pero achatada en la parte superior. El cráneo es apenas más largo que el hocico y el stop es bien pronunciado. La nariz es negra y voluminosa. Por su parte, los ojos redondos, grandes y de color ocre oscuro están dispuestos casi frontalmente. Las orejas son de inserción alta, largas y colgantes. La cola de este perro es arqueada y se origina en la misma línea de la grupa.

El bichón boloñés tiene el pelo largo sobre todo el cuerpo, formando mechones. El pelaje es más corto en el hocico y no existe subpelo en esta raza. Por otro lado, aunque en sus orígenes podíamos encontrarlo en color blanco y negro, actualmente el único color aceptado por la Federación Cinológica Internacional (FCI) es el blanco puro.

El peso de esta raza canina oscila los 4-5 kg, y su altura suele rondar los 27-30 cm hasta la cruz en los machos, y los 25-28 cn en las hembras.

El bichón boloñés se caracteriza por tener un carácter dócil, tranquilo y leal. En el hogar tiende a ser poco activo, aunque en el exterior acostumbra a ser más enérgico. Es muy apegado a su familia humana, por lo que necesita compañía constante, siendo poco apropiado para aquellas personas que pasen largas horas fuera de casa. De esta forma, si pasa mucho rato solo, tiene tendencia a desarrollar problemas de comportamiento como ansiedad por separación, así como ladridos excesivos, protección de recursos o volverse un perro destructor. Por ello, se recomienda su adopción a personas adultas o familias con niños no muy pequeños que puedan dedicar al animal el tiempo que necesita. También es una excelente raza para primerizos que deciden compartir su vida con un perro por primera vez.

Esta raza de perro acostumbra a llevarse bien con otros perros y animales, mientras que puede llegar a ser muy tímido con las personas desconocidas. En este sentido, y aunque no suele ser agresivo, es muy importante socializarlo desde cachorro para reducir su timidez e, incluso, evitarla durante su etapa adulta.

Por otro lado, el bichón boloñés es un perro inteligente y muy obediente, de manera que correctamente educado y bien atendido resulta un excelente compañero de vida.

El cuidado del pelo puede ser una molestia para mucha gente. El pelaje del bichón boloñés tiende a enredarse con facilidad y es necesario cepillarlo y peinarlo a diario. También es buena idea llevar el bichón al peluquero canino una vez al mes aproximadamente, y bañar al perro con la misma frecuencia. Eso sí, no se recomienda cortar el pelo del bichón boloñés porque, como ya hemos comentado, no posee un doble manto. Una ventaja de este perro, sin embargo, es que no pierde pelo y, por tanto, es hipoalergénico.

El bichón boloñés no requiere mucho ejercicio físico, pero sí necesita salir a pasear al menos tres veces al día para disfrutar del aire libre, la naturaleza, y hacer sus necesidades. Los perros pequeños tienden a miccionar un mayor número de veces que los grandes por el tamaño de su vejiga, de manera que, por ello, es importante no saltarse los paseos diarios si queremos evitar que orine dentro de casa. Por otro lado, es necesario ofrecer al bichón boloñés un tiempo de juego moderado, ya que, como decíamos, es un perro enérgico en el exterior que disfruta corriendo y jugando. Así mismo, el adiestramiento en obediencia puede complementar el ejercicio físico y ayudar a mantener su mente bien estimulada.

Por otra parte, recuerda que estos perros necesitan mucha compañía, por lo que no es bueno dejarlos solos por mucho tiempo. No son perros para vivir en un jardín o patio, y necesitan estar dentro con la familia la mayor parte del tiempo. Pueden adaptarse muy bien a vivir en departamentos y en ciudades pobladas.

Tal y como apuntábamos anteriormente, el bichón boloñés es un perro inteligente y, por norma general, fácil de adiestrar cuando se le entrena adecuadamente. Al ser un pequeño perro de compañía, no destaca en los deportes caninos pero puede disfrutar mucho practicando freestyle canino o agility.

Como comentamos, esta raza de perro responde muy bien al adiestramiento cuando este da prioridad al refuerzo positivo, como en el adiestramiento con clicker. Como ocurre con el resto de perros, no se recomienda emplear el adiestramiento tradicional, castigos violentos ni el uso de la fuerza para educar al animal, puesto que el resultado sería un perro agresivo, miedoso y con numerables problemas de comportamiento.

Además del adiestramiento con clicker, el uso de premios, caricias y felicitaciones está más recomendado para educar al bichón boloñés y obtener óptimos resultados. Y si combinamos una buena educación para conseguir obediencia con una socialización temprana podemos lograr un equilibrio perfecto. De esta forma, vemos como la socialización del cachorro es una parte fundamental del adiestramiento que no podemos pasar por alto si queremos disfrutar de un compañero estable, capaz de relacionarse con todo tipo de perros, gatos y personas sin sentir miedo ni rechazo. Así mismo, recuerda que si el bichón boloñés no recibe una adecuada socialización, puede tornarse tímido con los desconocidos.

Por otro lado, además de asegurar una correcta socialización tendremos que enseñar al cachorro dónde debe realizar sus necesidades, así como a inhibir la mordida si observamos que tiende a morder demasiado fuerte mientras juega y a pasear con correa. Debemos tener en cuenta, también, que el bichón boloñés es un perro muy cariñoso, con tendencia a apegarse mucho a su familia humana, por lo que pasar mucho tiempo solo en casa no va a ser nada agradable para él y le va a llevar a conductas destructivas o ladradoras para matar la ansiedad. Así pues, recalcamos, lo mejor para este perro es una vida familiar donde hay niños mayores y los tiempos se van compaginando con los adultos para evitar ratos excesivos solo.

El bichón boloñés tiende a ser saludable y no se conocen enfermedades específicas para esta raza. Por supuesto, igual hay que brindarle todos los cuidados veterinarios que requieren todos los perros, como las vacunas obligatorias, medidas de desparasitación para evitar la aparición de pulgas, garrapatas y ácaros, así como los chequeos regulares establecidos por el especialista.

Por otro lado, la alimentación es la base de toda salud, de manera que ofrecer al bichón boloñés un alimento de calidad y vigilar la cantidad de comida diaria para evitar el sobrepeso son la clave para asegurar que crezca sano y fuerte. Si la dieta seleccionada para alimentar a esta raza canina es el pienso seco, recomendamos optar por aquellos elaborados con ingredientes naturales y totalmente libres de cereales. Y si lo que se pretende es seguir una dieta casera para alimentar al perro con carne, pescado, frutas, verduras, etc., dispones de la popular dieta BARF o tienes la opción de elaborar tus propias recetas siguiendo el método de cocción semicrudo, es decir, cocinando en agua caliente los productos para sellarlos por fuera pero dejarlos crudos por dentro.

Si ofrecemos a nuestro peludo compañero todos los cuidados que necesita y acudimos al veterinario con regularidad, el bichón boloñés puede acompañarnos una media de 14 años.