Puggle

El puggle surge del cruce entre perros de la raza beagle y aquellos de la raza pug. Normalmente, en el cruce, la hembra es la beagle y el macho el pug, dándose muy raramente el caso contrario. Como sucede con otras razas híbridas como los cavoodles o los yorkipoos, el origen de los primeros ejemplares de puggle es bastante incierto. De esta forma, no se conocen ni el momento ni el lugar exacto en el que se origina este particular perro híbrido. Solo se cuenta con un primer registro en Wisconsin, que data del año 1980, cuando fue el criador Wallace Havens quien bautizó a esta raza.

Al igual que otras razas híbridas, el puggle no cuenta con un estándar oficial registrado en ninguna entidad cinológica internacional como raza independiente. Se considera que es únicamente el cruce de otras dos razas sí registradas. Sin embargo, sí se encuentra registrada en organizaciones como el American Canine Hybrid Club (ACHC).

El puggle es un perro de tamaño pequeño, con una altura a la cruz que suele oscilar entre los 20 y los 38 centímetros y un peso que va de los 6,5 a los 14 kilogramos. El aspecto general de cada ejemplar depende fundamentalmente de la genética predominante, existiendo algunos puggles más parecidos a un beagle y otros más a un pug. No obstante, podemos decir que, en general, suelen compartir un cuerpo compacto, de extremidades cortas y cola curvada sobre la espalda.

Por otro lado, y siguiendo con las características físicas del puggle, la cabeza de este perro es mediana y presenta una longitud del hocico que varía de unos perros a otros. De esta forma, algunos ejemplares tienen los pliegues típicos de los pugs, mientras que otros muestran el hocico alargado de los beagle. Las orejas se pliegan hacia abajo y los ojos, oscuros, muestran una mirada dulce y cariñosa que convierte a este perro mestizo en uno de los más adorados.

El pelaje del puggle es corto y liso, de tacto suave y manto denso pegado al cuerpo. Suele presentar máscaras en las orejas, la espalda y alrededor de los ojos, así como parches de diferentes colores.

Colores del puggle

Los colores más frecuentes en el pelaje de los puggles son: negro, negro y bronceado, limón y blanco, tricolor, albaricoque y bronceado y, por último, marrón mezclado con leonado. Dado que no existe un estándar oficial de esta raza mestiza, pueden darse otras mezclas de colores, así como tonos sólidos.

El puggle cachorro

Si hay una palabra que pueda definir a un puggle cachorro es sin duda “adorable”. Estos perritos muestran una cara y una mirada aniñadas, redondas y dulces. Esto, sumado a su pequeño tamaño, hace que sean realmente tiernos. Puesto que las características físicas del puggle cachorro variarán, sobre todo, en función del gen dominante, podemos encontrarnos con pequeños que se asemejen más a un cachorro pug y otros más parecidos al beagle cachorro. Lo que todos tienen en común es esa ternura que tanto los representa, tanto en su etapa de cachorro como una vez alcanzada la edad adulta.

El puggle se caracteriza por ser un perro sumamente cariñoso y sociable. Adora vivir en familia, compartiendo hogar con mayores y pequeños, así como con otras especies animales. No tolera la soledad, algo que ha de tenerse muy en cuenta si se pretende adoptar uno de estos perritos. En esos casos, suele sufrir trastornos como la ansiedad por separación

El temperamento del puggle destaca, también, tener la capacidad de adaptarse a distintas situaciones y entornos. De esta forma, el puggle es un perro que puede vivir perfectamente en pisos, casas, apartamentos pequeños o grandes terrenos. Para él, lo más importante es la compañía y el cariño, puesto que teniendo esto puede ser feliz en cualquier lugar.

El poggle es un perro activo, que necesita jugar, correr y pasear para estar equilibrado. También suele ser bastante ladrador, algo que si no se controla puede ocasionar problemas con los vecinos.

Los puggle son perros fáciles de cuidar, pues solo necesitan unas pequeñas atenciones diarias para estar en perfecto estado físico, emocional y mental. Una de las atenciones más importantes es proporcionar al puggle una alimentación de calidad, siendo aconsejable recurrir a piensos específicamente diseñados para razas pequeñas o a una dieta casera bajo el asesoramiento de un profesional. Esta alimentación equilibrada ha de combinarse con la realización de ejercicio físico diario, algo que puede hacerse con juegos, paseos o circuitos.

En cuanto a los cuidados del puggle que hacen referencia a su manto, será suficiente con realizar un cepillado semanal para que el pelaje esté en las mejores condiciones. Se aconseja aprovechar para realizar una limpieza de sus oídos y revisar el estado de sus uñas, boca y ojos.

Por último, destaca la necesidad de estar acompañado en todo momento. Recordemos que el puggle es un perro con tendencia a desarrollar ansiedad por separación si no se le enseña a estar solo, por ello es fundamental trabajar en este aspecto desde el primero momento, sobre todo si lo adoptamos siendo un cachorro.

El puggle es un perro increiblemente sociable, extrovertido y curioso, por ello se recomienda aprovechar estas virtudes para realizar una socialización lo más temprana posible. Para ello, recomendamos revisar estos artículos en función de la edad del perro:

• Consejos para socializar a un cachorro
• ¿Cómo socializar a un perro adulto?

Aunque la tarea de socialización puede resultar relativamente sencilla debido al carácter del puggle, precisamente por su temperamento puede ser más complicado acabar con ladridos excesivos o un apego demasiado exagerado a la familia. Para tratar todo ello podemos recurrir a un adiestrador especializado, que podrá valorar el caso concreto y darnos los consejos y pautas adaptados a las necesidades específicas de nuestro perro. Sin embargo, desde casa podemos tomar algunas medidas que pueden ayudar como las descritas en este artículo sobre "Consejos para evitar que tu perro ladre".

En cualquier caso, el adiestramiento del puggle ha de realizarse recurriendo a técnicas basadas en el respeto hacia los animales, sin castigos ni agresiones de ningún tipo, que además de desagradables son muy contraproducentes. Mediante estas técnicas, podremos enseñar a nuestro perro obediencia básica y educación más avanzada.

Uno de los principales problemas que se encuentran las personas que conviven con uno de estos canes al momento de educarlos es la sobreprotección, algo que no les beneficia para nada. El puggle acostumbra a ser un perro muy sensible, que tiende a llorar o a mostrar una actitud temerosa si siente que lo están regañando. Por este motivo, y por su tierna apariencia, muchas personas deciden consentirlo, cuando el problema real no se encuentra en la "sensibilidad" del perro, sino en las técnicas utilizadas. Nuevamente, resaltamos la importancia de educar al puggle, y cualquier otro perro, mediante el refuerzo positivo.

Los puggle pueden presentar una serie de anomalías heredadas de ambas razas progenitoras. Aunque, como suele suceder en los perros mestizos, estas aparecen con menor frecuencia que en las primigenias. Algunas de estas afecciones son aquellas referentes a las salud cutánea, como alergias o alteraciones tales como la dermatitis o los hongos. Por ello, es importante que estemos pendientes del estado de la piel de nuestro puggle, acudiendo al veterinario ante cualquier anomalía.

También son bastante propensos a las otitis y a las conjuntivitis, por ello se aconseja realizar limpiezas auditivas y oculares periódicamente, usando para ello productos especiales para su uso en perros. Por otra parte, pueden sufrir alteraciones del aparato respiratorio, como el asma, especialmente aquellos ejemplares más braquicefálicos.

Para proteger a nuestro puggle de posibles infecciones víricas y bacterianas, se aconseja mantenerlos vacunados y desparasitados, siguiendo para ello las pautas de nuestro veterinario de referencia. Si ofrecemos al puggle todos los cuidados que necesita y una adecuada medicina preventiva, su esperanza de vida ronda los 12-15 años.

Si te has enamorado de los puggles y quieres compartir tu hogar con uno de ellos, te aconsejamos releer este artículo con una perspectiva más crítica. Así podrás considerar si las características de estos pequeños son apropiadas para ti, en el sentido de que luego no suponga un problema, que por ejemplo, ladren o no toleren estar solos. Todo ello tiene solución, en el caso de que eso surja, pero requerirá tiempo, esfuerzo y paciencia llegar a solucionarlo.

Aconsejamos recurrir a asociaciones y refugios de animales para las adopciones, pues de esta forma combatimos el abandono animal, dando a un peludo la oportunidad de ser feliz con nuestra familia. Aunque no tengan ejemplares de puggle en el momento en el que acudas a ellos, siempre puedes pedir que te avisen si entra algún perrito de estas características, algo que seguro que harán encantados.