Volpino italiano

Los orígenes del volpino italiano son muy antiguos. Esta raza originaria de Italia desciende del spitz europeo y es por ello que tiene tantas similitudes con el spitz alemán y el perro pomerania. En Italia, el volpino ha estado presente durante mucho tiempo, concretamente desde la época romana, y ha sido siempre conocido como el perro de la nobleza. Con el paso de los años siguió siendo popular en las cortes italianas, de manera que continuó siendo el perro de compañía de las clases sociales altas. Como dato curioso y que, a su vez, nos muestra su antigüedad y clase, aparece un volpino italiano en una pintura de 1500 de Vittore Carpaccio, La visión de San Agustín. El vínculo de esta raza con el arte, sin embargo, no es solo este, ya que de hecho el volpino italiano fue el fiel perrito de Miguel Ángel Buonarroti.

El volpino italiano era famoso en todo el territorio italiano, tanto en el norte, donde principalmente custodiaba a los animales que tiraban de los carros, como en el sur, en las granjas, junto con el cane corso. La raza fue popular durante mucho tiempo hasta la década de 1950, momento a partir del cual casi desapareció. Fue en la década de 1970 que se recuperaron algunos ejemplares blancos y desde entonces el volpino italiano ha comenzado a extenderse nuevamente.

El volpino italiano es un perro pequeño y compacto, con una altura a la cruz de 27-30 cm en los machos y 25-28 cm en las hembras. En cuanto al peso, según el estándar racial publicado en la Federación Cinológica Internacional (FCI), debe ser proporcional a la altura, de manera que suele encontrarse entre los 4 y los 5 kg.

La cabeza del volpino italiano tiene forma piramidal y un stop bien definido. La trufa negra destaca sobre todo en la variante blanca y se nota claramente tanto de frente como de perfil. El hocico es puntiagudo, aunque no en exceso, y más corto que el cráneo. Los ojos son marrones oscuros, muy abiertos, con una mirada vivaz que deja traslucir toda su energía. Las orejas son triangulares, pequeñas y erectas, de inserción alta y apuntan hacia afuera. Su musculoso cuello siempre lo lleva en alto.

Otra de las características del volpino italiano es su estructura cuadrada, ya que su cuerpo es igual de alto que de largo. La cola es de implantación alta y debe llevarla enrollada sobre la espalda y, según el estándar, cuanto más cerca del cuello, mejor. El cuerpo es más robusto en la base y gradualmente se vuelve más delgado, de manera que sus extremidades son finas, pero musculosas y bien proporcionadas.

Colores del volpino italiano

El pelaje es una de las características más notables del volpino italiano: es tupido y largo. El manto es áspero, pero cuando lo acaricias en su conjunto es muy suave. En la cola el pelo es muy largo, mientras que en las orejas es más corto y fino.

En cuanto a los colores del volpino italiano, según el estándar solo se aceptan dos colores sólidos: el blanco y el rojo. El blanco debe ser puro o lechoso, el champán se tolera pero no es deseado. El rojo corresponde con el rojo ciervo y puede ser más claro en la cola y las extremidades. Actualmente, el volpino italiano existe en otros colores, como el negro, pero no están aceptados por el estándar racial, de manera que no se considerarían de raza pura. No obstante, debemos recordar que el color del manto no debería ser decisivo a la hora de adoptar a un perro ni mucho menos su pedigree.

El volpino italiano muestra un gran apego a su familia humana, especialmente a su persona favorita. Es un perro vivaz, jovial, alegre y sociable, incluso con los extraños. Algunos ejemplares pueden ser más cautelosos con las personas que no conocen, pero tienden a buscar la atención de cualquiera después de haberlos olido. Adora la compañía, es cariñoso y de temperamento exuberante. Sin duda, es el perfecto compañero de los niños porque le encanta pasar horas jugando.

Es un perro dinámico, alegre, juguetón y travieso, pero no hiperactivo. Si está bien educado, sabe cuándo es el momento de terminar un juego y descansar. Es un perro dócil pero a la vez decidido y, dado su pasado como perro guardián, tiende a ladrar. En cuanto a su faceta traviesa, puede hacer que sea algo destructor durante sus primeros meses, nada que no pueda solucionarse con una buena educación y los juguetes apropiados.

Finalmente, podemos decir que es un perro inteligente, alerta y en ocasiones territorial. Para controlar este último rasgo será fundamental socializarlo desde cachorro con todos los estímulos con los que entrará en contacto.

A pesar de lo que pueda parecer, el volpino italiano es uno de los perros más fáciles de cuidar. Eso sí, su manto requiere atenciones especiales, por lo que es importante tener esto en cuenta antes de decidir adoptarlo. Para evitar los nudos y la acumulación de suciedad, será necesario cepillarlo cada día, especialmente durante la época de muda. En caso de no ser posible, como mínimo sería preciso dos cepillados semanales, así como llevarlo a la peluquería canina cuando necesitara recortar un poco el pelo o deshacer nudos. No se recomienda raparlo. En este artículo explicamos Cómo cepillar el pelo a un perro.

En cuanto al resto de cuidados del volpino italiano, destacamos:

• Ejercicio: estamos ante un perro activo y vivaz que adora jugar, de manera que es preciso proporcionarle dosis de ejercicio diarias, eso sí, adaptadas a sus características. Así pues, no basta con pasearlo, necesita correr, jugar y ejercitarse.
• Enriquecimiento ambiental: dado que es muy inteligente, en casa también deberemos proporcionarle una adecuada estimulación física y mental. Esto se consigue mediante juegos y juguetes, por ejemplo, de inteligencia, pelotas que pueda ir a recoger, etc.
• Alimentación: como todos los perros, necesita una alimentación de calidad adaptada a su peso y edad. Independientemente del tipo de dieta que escojas (pienso, dieta casera o mixta), es importante que las materias primas sean de calidad para evitar problemas de salud. Igualmente, deberás controlar las cantidades para prevenir el sobrepeso y la obesidad, algo a lo que son propensos si no practican actividad física. En este artículo hablamos sobre Qué comen los perros.
• Higiene: además de llevar a cabo las recomendaciones mencionadas sobre el cuidado del pelo, es recomendable limpiar las orejas y los ojos cuando sea necesario. Es especialmente habitual la presencia de legañas.

Como hemos comentado, el volpino italiano tiende a ladrar porque siempre está alerta. Este es uno de los aspectos que más preocupa a quienes pretenden adoptar un ejemplar de esta raza o mestizo y viven en un piso o apartamento, puesto que podría ser una molestia para los vecinos. Sin embargo, si se educa adecuadamente, este aspecto se puede reducir y controlar, pero es importante saber que no se puede eliminar porque forma parte del carácter vigilante de este perro. Por tanto, si ladra no es porque quiera molestar, es porque ha percibido algo y quiere alertarte. Para ayudarte, no te pierdas este artículo: "¿Qué hacer si mi perro ladra mucho?".

En general, el volpino italiano es un perro fácil de adiestrar gracias a su gran inteligencia. Eso sí, como sucede en todos los canes, hay que emplear métodos basados en el refuerzo positivo y evitar los castigos y regaños porque no ofrecen los resultados óptimos y perturban el bienestar del animal. Es especialmente recomendable practicar con el volpino deportes caninos como el Agility para que pueda liberar toda su energía de una manera positiva, reforcéis el vínculo y paséis un rato estupendo juntos.

Por último, dado que es una raza territorial, a pesar de ser naturalmente sociable es importante llevar a cabo un buen proceso de socialización desde la llegada al hogar, precisamente, para controlar determinadas conductas asociadas al carácter territorial. De esta forma, no basta con presentarle otros perros, es importante que se relacione con otras personas, animales, entornos, ruidos, etc. Para más detalles, recomendamos estos artículos:

• ¿Cómo educar a un cachorro?
• ¿Cómo adiestrar a un perro?
• ¿Cómo socializar a un cachorro?

El volpino italiano es un perro robusto y resistente que suele gozar de una excelente salud. Sin embargo, no queda exento a sufrir determinados problemas asociados a la cría. Así, los problemas de la raza más comunes son los siguientes:

• Luxación del cristalino: es el problema más habitual en esta raza, pero se puede prevenir o diagnosticar precozmente llevando a cabo una correcta medicina preventiva.
• Glaucoma.
• Sobrepeso: los volpinos italianos tienden a engordar con facilidad, por lo que es bueno prestar atención a su alimentación y ejercicio, como hemos comentado.

Además, es importante seguir el calendario de vacunación y desparasitación estipulado por el veterinario, así como valorar la esterilización para evitar el desarrollo de enfermedades relacionadas con el aparato reproductor y camadas no deseadas.

Esperanza de vida del volpino italiano

El volpino italiano es un perro longevo que puede llegar a vivir unos 15 años, aunque son habituales los ejemplares que han llegado a los 18-20 años. Si cuidas bien a tu volpino, respetando la frecuencia de los tratamientos fitosanitarios y las visitas rutinarias al veterinario, podrás tener un amigo fiel a tu lado durante mucho tiempo.

Fuera de su país natal es difícil encontrar un volpino italiano en adopción. Sin embargo, no es imposible, de manera que te recomendamos contactar con las protectoras y asociaciones de animales próximas a tu lugar de residencia para preguntar si disponen de un ejemplar de esta raza para ser adoptado. Así mismo, no descartes la opción de adoptar a un perro mestizo procedente de esta raza y que, por tanto, presente varias de sus características. Ten presente que lo más importante no es la estética, sino que tu estilo de vida se adapte a las necesidades del perro.