¿Cuándo sacrificar a un perro anciano?
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El final de la vida de los perros es un momento que suele ser muy difícil para los cuidadores. En estos casos, existe la posibilidad de recurrir a la eutanasia, un procedimiento veterinario que asegura una muerte por completo indolora. Pero deben cumplirse una serie de requisitos para optar a ella y, en realidad, son muchas las dudas que se plantean los cuidadores a la hora de tomar esta decisión. En el siguiente artículo de ExpertoAnimal, hablamos de cuándo hay que sacrificar a un perro anciano o viejo.
¿Se puede sacrificar un perro con la nueva ley?
Antes de hablar sobre cuándo se puede sacrificar a un perro viejo o anciano, tenemos que explicar unos matices. Cuando hablamos de sacrificar a un perro nos referimos a aplicarle la eutanasia. La eutanasia, que significa "buena muerte", es un procedimiento veterinario, es decir, que solo puede realizar un profesional con esta titulación y que consiste en la suministración de fármacos que conducen a la muerte del animal de manera rápida, segura y sin ningún dolor.
El sentido de la eutanasia es su aplicación cuando el animal se encuentra en un estado de sufrimiento irreversible. Esto es, un perro sano, sin ninguna dolencia, no podría ser eutanasiado. La eutanasia en estos casos no existiría, sino que se trataría de un sacrificio de animales no autorizado, una acción considerada en la actual legislación como infracción muy grave (artículo 75), penada con hasta 200.000 euros de multa.
Y es que la nueva ley sobre la protección de los derechos y el bienestar de los animales, aprobada en España en marzo de 2023, recoge la eutanasia como última opción. En otras palabras, es posible sacrificar a un perro con la nueva ley, siempre que se cumplan los requisitos estipulados en ella.
Sobre este procedimiento, tienes más información en el artículo sobre "La eutanasia en perros".
Requisitos para sacrificar a un perro
La nueva ley 7/2023, de 28 de marzo, viene a decir que la eutanasia es un procedimiento que se reserva para los animales que se encuentran en un estado tal que no hay ninguna esperanza de curación ni la posibilidad de paliar el sufrimiento con ningún medio.
Por eso la eutanasia suele aplicarse a los animales de más edad, que sufren enfermedades degenerativas relacionadas con el paso del tiempo y, en general, es más probable que enfermen de gravedad. En concreto, el artículo 27 de la ley dice:
"La eutanasia solamente estará justificada bajo criterio y control veterinario con el único fin de evitar el sufrimiento por causas no recuperables que comprometa seriamente la calidad de vida del animal y que como tal ha de ser acreditado y certificado por profesional veterinario colegiado. El procedimiento de eutanasia se realizará por personal veterinario colegiado o perteneciente a alguna Administración Pública con métodos que garanticen la condición humanitaria, admitidos por las disposiciones legales aplicables".
Por lo tanto, la eutanasia solo puede aplicarse de forma legal cuando un animal está diagnosticado de alguna dolencia sin cura y no es posible aliviar su dolor de ninguna manera. Por supuesto, el veterinario es el único profesional con competencia para eutanasiar a un animal, recurriendo a métodos indoloros para garantizar su bienestar hasta el último momento.
Te dejamos el siguiente artículo con "Enfermedades de perros mayores".
¿Cuándo sacrificar a un perro anciano?
Hasta ahora hemos revisado la parte legal de la eutanasia, es decir, en qué casos y cuándo sacrificar a un perro, quién puede hacerlo y de qué manera. Pero a la hora de decidir una eutanasia también hay que contar con el cuidador.
Son muchos los que se enfrentan a dificultades en el delicado y duro momento de sacrificar a un perro anciano o a un ejemplar joven con una dolencia imposible de curar ni paliar. La guía para decidir deben ser los motivos de eutanasia que se recogen en la ley, es decir:
- El animal se enfrenta a un sufrimiento que no es posible curar.
- Su calidad de vida y su bienestar están comprometidos sin posibilidad de ningún alivio.
- El veterinario certifica la gravedad de la situación.
- Este profesional, tras la valoración y el seguimiento del caso, recomienda la eutanasia.
- Cabe señalar que la edad, por sí misma, no es un criterio para aplicar la eutanasia.
Aun así, es difícil porque a los cuidadores puede resultarles complicado aceptar la gravedad de su perro y la idea de que no hay absolutamente nada que hacer para recuperar su salud o una mínima calidad de vida. En este punto, es importante dejarse asesorar por el personal de la clínica, que ha visto casos similares y cuenta con más información para tomar la decisión adecuada.
Hay que pensar que es una suerte que exista la eutanasia para que nuestro querido compañero no se vea obligado a agonizar hasta su muerte y que tenemos la oportunidad de ofrecerle una muerte apacible, sin más sufrimiento. Es el mejor regalo que podemos hacerle tras toda una vida junto a nosotros cuando una hora más aquí solo implica mayor sufrimiento para él.
Es entonces cuando debemos acompañarlo en este último proceso, que algunos veterinarios realizan a domicilio, reduciendo al mínimo el estrés y las molestias para el animal. El profesional procederá a sedarlo y, una vez dormido, le administrará fármacos para detener su corazón, acabando con su sufrimiento sin dolor.
Esperamos que haya quedado claro cuándo sacrificar un perro anciano o viejo y, si quieres saber cómo mejorar la calidad de vida de tu perrito, no te pierdas esta "Guía completa de cuidados para perros ancianos".
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