¿Los saltamontes pican?

Los saltamontes pertenecen al orden Orthoptera, formado por más de 26 000 especies, al suborden de los caelíferos y a la familia Acrididae, que, a su vez, se subdivide en más de 20 subfamilias. Estos datos indican la diversidad del grupo, que comprende una gran variedad de especies que comparten ciertas características, pero tamaños y coloraciones diferentes.

Estos animales presentan dos pares de alas, aunque solamente uno es útil para el vuelo, ya que algunas especies tienen la capacidad de volar. Otras, a pesar de la presencia de estas estructuras. En cualquier caso, solo los individuos adultos vuelan. Los jóvenes no lo hacen. Un rasgo distintivo de estos animales es que sus patas traseras son largas y fuertes, lo que les permite dar grandes saltos, de ahí el nombre común que se le da al grupo.

Los caelíferos, a diferencia de los ensíferos, que es el otro suborden de los orthopteros, poseen antenas cortas. Los ojos y las antenas son las estructuras que utilizan estos animales para conocer el medio en el que se desarrollan. Por otra parte, algunas especies son capaces de producir sonidos audibles.

Respecto al proceso reproductivo, la hembra coloca los miles de huevos que usualmente pone en el suelo o sobre una planta. Generalmente segrega una sustancia espumosa que les brinda protección. En los saltamontes ocurre un proceso conocido como metamorfosis hemimetábola, que consiste en un proceso de trasformación gradual. Las ninfas o fase juvenil son individuos muy similares a los adultos, pero de un tamaño más reducido, que irán atravesando una serie de mudas, de 4 a 10, hasta que alcancen el tamaño final.

Los saltamontes suelen ser solitarios, por lo que no tienen relaciones sociales entre ellos. Sin embargo, cuando se dan ciertas circunstancias, algunas especies se agrupan, formando congregaciones muy numerosas. En estos casos, algunas especies cambian a una fase gregaria y se les pasa a denominar langostas.

Los saltamontes tienen una distribución terrestre global, pero con preferencia por regiones cálidas o templadas. Se desarrollan en pastizales, cultivos, bosques, áreas de vegetación frondosa y jardines. Algunas especies se encuentran en zonas húmedas cercanas a cursos de agua. Otras pueden habitar áreas más secas. Las especies que acostumbran a vivir en jardines y zonas urbanas con vegetación tienden a ser tímidas y a evitar el contacto con las personas, pero es común observarlos y toparse con ellos.

Sus hábitos alimenticios son exclusivamente herbívoros. Gracias a la presencia de aparatos bucales especializados pueden cortar y triturar con facilidad la vegetación de la que se alimentan. Consumen una gran diversidad de plantas, muchas de ellas cultivos importantes para los seres humanos. Si quieres saber más sobre la alimentación de estos animales, te lo explicamos en el artículo sobre qué comen los saltamontes.

Al hablar de que presentan un aparato bucal especializado para la masticación, se puede pensar que los saltamontes muerden o pican y que, por lo tanto, podrían ser peligrosos y causarnos daño. Sin embargo, esto no es cierto, ya que los saltamontes no pican. Eventualmente, pueden buscar mordernos si están sobre nosotros, pero la sensación será de un suave pellizco que no causará daño alguno.

Por otro lado, algunas especies de saltamontes regurgitan un líquido marrón oscuro o expulsan hemolinfa por las articulaciones de las patas como medio de defensa contra depredadores o, también, cuando se las manipula mucho. Esto podría atemorizar a algunas personas, pero, insistimos, estos animales no resultan peligrosos para las personas de forma directa.

Así, cuando encontremos estos insectos en nuestros jardines u hogares debemos dejarlos tranquilos, no hacerles ningún daño ni manipularnos, ya que son animales que desempeñan un importante rol ecológico dentro de todos los ecosistemas en los que se desarrollan de forma controlada.

Anteriormente hemos comentado que cierta especies de saltamontes pueden agruparse en grandes cantidades, pasando a llamarse langostas. Esto sucede por la influencia de ciertos cambios ambientales, que inducen una trasformación química en los saltamontes, produciendo ciertas feromonas que pueden incentivar una variación en su coloración, volviéndolos de tonalidades marrones o colores oscuros, así como un aumento masivo en su reproducción, formando enjambres que se convierten en plagas y que son capaces de causar daños importantes a los cultivos.

Usualmente, los saltamontes no migran, sino que realizan desplazamientos dentro de la misma área, pero esto cambia cuando pasan a la fase de langosta, en la que son capaces de volverse nómadas y volar a largas distancias en busca de alimento. En la historia de la humanidad se han reportado numerosos casos de ataques de langostas a los cultivos, causando serios problemas que afectan gravemente a la alimentación de las personas.

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