Pastor leonés

El pastor leonés es un perro que se ha ido creando y utilizando como perro pastor, especialmente del ganado ovino, por ser un perro ágil e inteligente, enérgico, de tamaño medio y con capacidad de adaptación para acompañar al ganado en la trashumancia. Desde la Edad Media, se fue buscando en las regiones más al norte de la comunidad autónoma española de Castilla y León hasta llegar a todo el país y conocerse como perro pastor leonés o carea leonés.

A diferencia de lo que ocurrió en las guerras mundiales, la Guerra Civil Española no afectó a las razas de perro españolas, es más, el perro pastor leonés tuvo un incremento por su capacidad de participar en otras actividades que difieren al pastoreo. A pesar de ello, no es una raza para nada conocida ni popular, en gran parte porque no se acostumbra a vivir en un hogar ni ser excesivamente cariñoso. No ha sido hasta el año 2018 que se reconoció su estándar oficial por la Real Sociedad Canina Española.

La apariencia física del pastor leonés no difiere mucho de la de cualquier otro perro pastor. Presenta un tamaño mediano, con altura de 48-55 cm los machos y 45-52 las hembras, bien proporcionado con extremidades largas y fuertes. El rostro lo mantienen alerta, con hocico alargado, ojos profundos y orejas grandes erguidas o caídas a ambos lados de la cabeza.

La característica del pastor leonés más destacada la encontramos en su pelaje, que presenta un pelo de doble capa con colores arlequinados, con una combinación de negro con un diluido de manchas grises y blancas, que se pueden acompañar con manchas de color fuego en las extremidades, la cara y en la zona superior de las cejas.

El pastor leonés es un perro muy enérgico, territorial, valiente e inteligente, con especial lealtad y valentía por el trabajo en el que siempre está atento a su alrededor como buen perro pastor. Es un perro acostumbrado a la vida de campo, no muy cariñoso y que necesita su espacio para liberar su gran energía, por lo que no tiene mucho apego hacia las personas ni se ha acostumbrado a la vida de hogar. El afecto, lealtad y apego lo demuestran hacia el que consideran su guía, acatando siempre sus órdenes.

El carea leonés es un perro tímido ante los desconocidos e incluso puede llegar a rozar la agresividad si no ha sido correctamente socializado. A pesar de que haga mucho frío o calor, siempre se muestra atento a aprender y adaptarse al territorio donde esté.

Este perro requiere espacios abiertos y muchos juegos y ejercicios para desfogar su incansable energía. Debido a esto, un hogar de ciudad no es lo mejor para que este perro pueda desarrollar todo su potencial, pero si no queda otra opción, son indispensables los largos paseos por el campo y juegos que motiven a esta raza. Otra opción es realizar entrenamientos o concursos para que derroche su energía. También necesitan juegos mentales para que su mente esté activa si no cuida de un rebaño. Por ello, no dudes en consultar el siguiente artículo: "Juegos de inteligencia para perros en casa".

Siguiendo con los cuidados del pastor leonés, esta raza requiere de una buena alimentación, saludable y completa, que mantenga su la musculatura, la energía y la buena salud. Para ello, se debe seguir las recomendaciones calóricas y nutricionales que marque el veterinario. Además, puedes consultar este artículo: "¿Qué comen los perros?".

Los chequeos rutinarios al veterinario son los mismos que cualquier otra raza de perro, siendo más frecuentes para desparasitación, vacunación o consultas varias. El resto de cuidados son sencillos, al ser un perro de campo el baño no es tan frecuente ni requiere de un cepillado abundante por su tipo de pelo para estar en buenas condiciones.

El pastor leonés es un perro muy leal a su tutor, pero con otras personas o extraños puede mostrarse asustadizo e incluso agresivo si no se ha realizado una buena socialización desde cachorro en sus primeras semanas de vida, tanto con personas de todas las edades como con otros animales. Esto le ayudará en un futuro a ser menos tímido y más sociable con niños, extraños u otros animales. Para esto, consulta estos artículos dependiendo de si has adoptado un cachorro carea leonés o un perro adulto:

• ¿Cómo socializar a un cachorro?
• ¿Cómo socializar a un perro adulto?

Debido a que son perros con capacidad innata de pastoreo, son inteligentes y aprenden rápido, además de ser muy obedientes al que consideran su principal guía, por eso es necesario que siempre sea el mismo educador o adiestrador y el trabajo sea constante. La educación debe realizarse siempre en forma de refuerzos positivos, a la que responden muy bien y sirve para fomentar su instrucción y el buen comportamiento.

El pastor leonés es un perro sano y fuerte, acostumbrado a la vida de exterior. No se ha determinado ninguna enfermedad hereditaria en la raza y, con los cuidados y revisiones veterinarias adecuadas, puede llegar a vivir hasta 12 o 14 años.

Sin embargo, como todos los perros con un buen tamaño y rápido crecimiento, es importante la vigilancia de la displasia de cadera o la displasia de codo, que pueden resultar muy molestas o dolorosas, así como causar cojera y problemas posteriores. Por eso, es fundamental la valoración por parte del veterinario y el control de su marcha para detectar el problema.

Antes de adoptar un perro de la raza carea leonés, debemos pararnos a pensar si vamos a ofrecerle todo lo que necesita. No será buena idea si nuestro hogar es un piso de ciudad con pocos espacios abiertos cercanos y que apenas pisamos. Este perro necesita mucho ejercicio, paseo y movilidad frecuente para liberar sus energías, así como juegos y estímulos mentales. Lo ideal es tenerlo en una casa con abundante campo y espacios exteriores con ganado al que pueda guiar.

Si es el caso y estás en busca de un buen perro pastor del ganado, el pastor leonés es ideal. Lo que se debe hacer si se quiere adoptar un pastor leonés es preguntar en refugios, protectoras o asociaciones, especialmente las leonesas, sobre esta raza y su disponibilidad.