Staffordshire bull terrier

La historia del staffordshire bull terrier está íntimamente ligada a la historia del pit bull terrier y a la de otros terrier tipo bull. El staffordshire bull terrier deriva de los extintos bull and terrier británicos que eran empleados para pelear con toros. Posteriormente, esos perros fueron empleados para peleas de perros, hasta que esa deplorable actividad fue prohibida. Actualmente el staffordshire bull terrier es reconocido por las sociedades caninas de todo el mundo. Muchos staffies participan en deportes caninos como el agility y la obediencia competitiva.

El staffordshire es un perro de talla media, pelo corto y muy musculoso. Aunque es un perro robusto y de gran fuerza para su talla, también es un perro ágil y activo. La cabeza corta y ancha de este perro puede inspirar temor a quienes no lo conocen o, cuando menos, mucho respeto. Los músculos masticadores están muy desarrollados, siendo evidentes en las abultadas mejillas que presenta el staffordshire bull terrier. La nariz debe ser negra en todos los ejemplares de la raza.

Los ojos del staffy son medianos y redondos. Se prefieren los de color oscuro, pero el estándar de la raza admite colores relacionados al color del pelaje de cada perro. Las orejas tienen forma de rosa o son semierectas. No deben ser ni grandes ni pesadas. El cuello es corto y musculoso, y la línea superior del cuerpo es nivelada. La zona lumbar es corta y musculosa. El pecho del staffordshire bull terrier es ancho, profundo y musculoso, con costillas bien arqueadas.

La cola es gruesa en la base y se adelgaza hacia su extremo. Es de inserción baja y el perro la lleva baja. No debe enroscarse. El pelo corto, liso y pegado del staffordshire bull terrier puede ser de distintos colores:

• Rojo
• Leonado
• Blanco
• Negro
• Atigrado
• Azul
• También puede ser de cualquiera de esos colores combinados con blanco.

La altura a la cruz para los staffordshire bull terrier debe estar entre 35,5 y 40,5 centímetros. Los machos deben pesar entre 12,7 y 17 kilogramos, mientras que las hembras deben pesar entre 11 y 15,4 kilogramos.

El staffy es un perro excelente, perfecto para familias activas. Suele ser muy amigable con las personas y particularmente con los niños, a quienes adora y protege. De entre todas las razas de perros, esta es la única en cuyo estándar se indica que debe ser "completamente confiable". Por supuesto, eso no significa que todos los staffies son completamente confiables, sino que eso es a lo que apunta el ideal de la raza. Son perros muy amigables, felices y dulces.

Con una educación apropiada, de la que hablaremos a continuación, el staffordshire bull terrier se convierte en un perro excelente y muy sociable, algo innato en esta raza tan afable y simpática. Suelen relacionarse de maravilla con otros perros, sin problema alguno. Les encanta jugar, ejercitarse y conocer cosas nuevas. Además, y es algo que merece la pena resaltar, la personalidad tan positiva que posee el staffy va a perdurar muchos años, hasta en su vejez va a ser un perro encantador y alegre, dispuesto siempre a demostrar su cariño a su familia.

Para empezar será muy importante tener en cuenta que el staffordshire bull terrier es un perro que necesita hacer mucho ejercicio. Deportes caninos como el agility pueden ayudar a ejercitar a este perro, aunque podemos practicar actividades muy variadas con él: footing, juegos de pelota o excursiones a la montaña serán diferentes opciones que le estimularán y le ejercitarán. Además del ejercicio físico, también podremos incluir en su día a día juegos de inteligencia que le permitan desarrollar sus sentidos y sentirse mentalmente activos, algo muy importante para esta raza tan curiosa y enérgica.

Además, el staffy deberá disfrutar de, al menos, dos o tres paseos al día, en los que le permitamos pasear de forma relajada, corretear sin estar atado (en un pipi-can, por ejemplo) y ejercitarse con algún juego.

El pelaje del staffy es muy fácil de cuidar y mantener. Al poseer un manto tan corto, bastará con un cepillado semanal y un baño cada 1 - 2 meses para tener un pelaje lustroso y brillante. Para cepillarle, podemos utilizar una manopla de látex que nos ayudará a eliminar la suciedad, el polvo y algunos pelos muertos que pudiera tener.

La educación y el adiestramiento del staffy deben basarse por completo en el refuerzo positivo. Aunque es un perro inteligente y que va a responder de forma maravillosa a una basada en reforzadores, puede tardar un poco en relacionar correctamente nuestras indicaciones y aquello que debe aprender. Por ello, debemos tener paciencia al enseñarle, especialmente si es un cachorro.

Empezaremos su educación cuando aún sea un cachorro, socializándole con personas, mascotas y objetos de todo tipo una vez el veterinario nos permita sacarlo a pasear. Debemos asegurarnos que conozca todo aquello con lo que va a tratar en su vida adulta (bicicletas, perros y sonidos, por ejemplo). Debemos intentar que todas sus interacciones sean lo más positivas posible y va a ser imprescindible para que en el futuro no sufra miedos, reactividad o problemas del comportamiento. La socialización del cachorro debe llevarse a cabo de forma diaria. En su etapa adulta, seguiremos socializando al staffy para que siga siendo un perro sociable y disfrute de una vida completa junto a otros perros, algo con lo que disfrutará enormemente.

Más adelante, le enseñaremos las órdenes básicas de obediencia como son sentarse, venir aquí, quedarse quieto... Todo ello nos ayudará a velar por su seguridad y a que nos podamos comunicarnos con él diariamente. Podremos enseñarle también órdenes avanzadas e incluso podremos iniciarle en el Agility, un deporte que combina obediencia y ejercicio, perfecto para esta raza tan activa y juguetona.

Los staffordshire bull terrier son perros relativamente sanos, como ocurre con casi cualquier perro de raza, y es que son más susceptibles a sufrir problemas genéticos y hereditarios. Por esa razón y para detectar cualquier problema de salud de forma pronta recomendamos visitar el veterinario cada 6 meses asegurándonos así que nuestro staffy se encuentra sano. Algunas de las enfermedades más habituales que suele sufrir el staffordshire bull terrier son:

• Cataratas
• Golpe de calor
• Problemas respiratorios
• Displasia de cadera

No olvides que además de visitar el veterianario será fundamental seguir el calendario de vacunación de forma estricta que va a prevenir a tu perro de las enfermedades contiagiosas más graves. También deberás desparasitarle de forma regular: externamente cada 1 mes e internamente cada 3 meses. Finalmente añadiremos que los staffordshire bull terrier son perros relativamente sanos cuya esperanza de vida ronda entre 10 y 15 años.