¿Qué no pueden comer las gallinas?

Se sabe que la cebolla, en crudo y en grandes cantidades, puede provocar toxicidad en animales como los perros al contener una sustancia, el tiosulfato, capaz de afectar a los glóbulos rojos. Las gallinas también pueden verse afectadas y, por este motivo, se recomienda moderación si queremos ofrecer cebolla a las gallinas.

Otro de los alimentos que generan gran controversia es el ajo. El ajo en crudo también contiene tiosulfato, aunque en cantidades inferiores que la cebolla. Pequeñas cantidades de ajo se han utilizado tradicionalmente para la desparasitación interna. Por lo tanto, es poco probable que su ingesta sea perjudicial en cantidades "normales", pero en cantidades elevadas sí podría ser perjudicial y, por ende, es necesario controlar su consumo.

Tanto en el caso de la cebolla como en el del ajo, es recomendable consultar con el veterinario antes de dar una pequeña cantidad.

El aguacate es un alimento muy apreciado en las dietas saludables humanas, pero puede ser muy tóxico para las gallinas. Además de ser rico en grasas, contiene una sustancia denominada persina. Esta afecta a las aves domésticas, desencadenando:

• Problemas para mantenerse en pie.
• Alteraciones en la respiración.
• Acumulación de líquido en el pericardio y la pleura, es decir, alrededor del corazón y de los pulmones.
• Insuficiencia hepática y renal.
• Muerte súbita.

El ave puede fallecer en cuestión de 24-48 horas por los daños sufridos. Hay que tener en cuenta que la persina se encuentra en todas las partes del fruto y de la planta, de manera que el aguacate es uno de los alimentos que no pueden comer las gallinas.

Los cítricos presentan cierta controversia a la hora de formar parte de la alimentación de las gallinas. En principio, no son tóxicos para ellas, pero no suelen manifestar ningún interés en su ingesta, quizás por su sabor ácido. El rechazo también se puede relacionar con que esa acidez tenga un efecto negativo sobre su organismo.

Por este motivo, si la gallina no intenta comer ninguna de estas frutas, como el limón, la lima o la naranja, no debemos forzarla a que lo haga. Existen otros ingredientes de su agrado que le pueden proporcionar los mismos nutrientes, tal y como explicamos en este post: "¿Qué comen las gallinas?".

Las solanáceas, entre las que se incluye la planta del tomate, el pimiento, la patata o la berenjena, contienen en sus hojas una sustancia que pueden desencadenar en el ave problemas en el riñón, de ahí que debamos evitarlas. Es la solanina.

Como el peligro está en la planta, las gallinas sí van a poder consumir los frutos sin ningún problema, es decir, sí podremos ofrecerles tomate, pimiento, patata o berenjena, pero no las hojas ni los tallos de las plantas. Eso sí, respecto a patatas y berenjenas, si tienen partes verdes, hay que retirarlas o cocinarlas para eliminar el riesgo de la solanina que contienen.

Todas las partes de esta planta contienen cantidades potencialmente tóxicas para las gallinas de ácido oxálico, sobre todo en las hojas. Esta sustancia puede resultar dañina para el hígado y los riñones. Por este motivo, se debe evitar que las gallinas ingieran cualquier parte de la planta y podemos incluirla entre los alimentos prohibidos para las gallinas.

Los judías rojas pueden formar parte de la alimentación de las gallinas, al igual que otras legumbres, pero la recomendación es que se ofrezcan siempre bien cocinadas. En crudo o poco cocinadas contienen una sustancia que puede resultar perjudicial para nuestras gallinas y que, por tanto, es mejor evitar.

Es la fitohemaglutinina, también dañina para los humanos al causar cuadros gastrointestinales, con náuseas, vómitos y dolor abdominal. Se encuentra presente en otras leguminosas, por eso es recomendable, por precaución, cocinarlas bien si queremos que las gallinas las coman.

Los lácteos no es que sean tóxicos para las gallinas, pero no van a poder digerir su azúcar, que es la lactosa. Esto hace que, tras su consumo, puedan surgir problemas digestivos, como la diarrea. No todos los lácteos contienen la misma cantidad de lactosa, por eso los efectos perjudiciales pueden variar en función de si la gallina ingiere leche, yogur o queso.

Si queremos ofrecer lácteos, podemos recurrir a variedades comercializadas sin lactosa y, en cualquier caso, son alimentos de consumo ocasional. Por ello, ante la duda, la mejor recomendación es evitarlos y situarlos en la lista de alimentos que no pueden comer las gallinas.

Las semillas o pepitas de las frutas, como las de las manzanas, cerezas, ciruelas, melocotones, etc., contienen cianuro, motivo por el que no debe permitirse su ingesta. Las gallinas sí pueden beneficiarse del consumo de todas estas frutas, pero siempre tendremos que ofrecérselas tras haber retirado las semillas.

El chocolate cuenta con varias sustancias potencialmente peligrosas para aves y otros animales, como son la cafeína y la teobromina. El daño que causan será mayor o menor en función de diferentes factores, como la cantidad ingerida o el tipo de chocolate. Es más peligroso el que más cantidad de cacao contenga.

También hay que tener en cuenta la presencia de otros ingredientes, como la leche, igualmente perjudiciales para el animal. La sintomatología que puede desencadenar el consumo de chocolate incluye agitación, taquicardia, convulsiones e incluso la muerte. Por todo ello, si te preguntas qué no pueden comer las gallinas, el chocolate es uno de los alimentos prohibidos.

Aunque no debería hacer falta decirlo, no se les debe dar a las gallinas ninguna comida en la que se detecte moho. Los alimentos en este estado pueden resultar peligrosos para ellas por la presencia de micotoxinas. El resultado de su ingesta puede ser la aparición de vómitos, nerviosismo, problemas de coordinación, temblores, convulsiones y una elevación de la temperatura corporal. Por supuesto, hay que revisar comederos y bebederos para mantenerlos siempre libres de moho.

Para terminar, señalar que los alimentos que ofrezcamos a las gallinas no deben ser ricos en sal, azúcar ni grasas. No es que estos alimentos les resulten tóxicos, pero, en exceso, sí pueden causarles problemas de salud. Por este motivo, debemos ofrecerles los alimentos lo más "limpios" posible, evitando la adición de sal, azúcar o grasa y, por supuesto, huyendo de los productos ultraprocesados. En este sentido, es normal que nos preguntemos si las gallinas pueden comer pan. La respuesta es: depende. Lo explicamos todo en este post: "¿Es bueno el pan para las gallinas?".

Ahora que conoces los alimentos tóxicos para las gallinas y que, por tanto, no deben comer (o algunos con moderación y ciertas recomendaciones), ten presente que los restos de comida para gallinas procedentes de nuestra alimentación no son recomendables. Debes establecer su dieta en ingredientes de calidad y pensados exclusivamente para ellas.

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