¿Es bueno el pan para las gallinas?

La respuesta rápida a esta pregunta es que sí, el pan es un alimento apto para las gallinas. Es así porque está elaborado, principalmente, por cereales y la alimentación de las gallinas se basa en el consumo de cereales, frutas, verduras, legumbres, carne y pescado, además de hierbas, semillas, etc., que pueden encontrar en los campos, jardines o pastos donde las dejemos picotear.

Son animales omnívoros. Eso sí, conviene que escojamos un pan de calidad, lo más natural posible. Además, debemos ofrecerlo en las cantidades justas. El pan integral puede ser el más adecuado, aunque es importante que siempre leas los ingredientes antes de dárselo a tu gallina.

El pan, como hemos dicho, se elabora, en general, a partir de cereales, sal, agua y fermentos. Según los cereales utilizados, habrá distintos tipos de pan. Tomando como ejemplo el pan integral de trigo, podemos decir que se trata de un alimento rico en los siguientes nutrientes:

• Hidratos de carbono complejos, como el almidón.
• Proteínas, como el gluten.
• Fibra.
• Minerales como el selenio, el fósforo, el magnesio, el zinc o el hierro.
• Vitaminas, por ejemplo, la B1 o la B3.
• Bajo en grasas.

Todos estos nutrientes contribuyen al buen funcionamiento del organismo. Es interesante que optemos por el pan integral para las gallinas porque es el que va a aportarles más nutrientes.

Lo cierto es que las gallinas se pasan buena parte del día picoteando, con lo que, mientras haya luz solar, es bueno que tengan alimento a su disposición. Pero esto no es sinónimo de que debamos ofrecerles grandes cantidades de pan. Es un ingrediente que puede formar parte de su dieta, pero no debe ser la base, sino un complemento para darles de vez en cuando, a modo de recompensa o para celebrar un día especial.

Por ejemplo, podemos añadirlo a su dieta 2-3 veces a la semana, como mucho. Con independencia de la forma en la que se lo demos, debemos limitarnos a suministrarles un pequeño trozo, como de unos 15 gramos por gallina, aproximadamente.

Las gallinas pueden comer en un comedero para aves, de nuestra mano o en el exterior. En otras palabras, podemos ponerles el pan en un recipiente, darles un trozo directamente o repartirlo por la zona exterior en la que vayan a estar. Podemos mezclar o no el pan con el resto de ingredientes de su dieta.

Una buena forma de proporcionárselo es triturándolo o rallándolo cuando está duro. Por otra parte, conviene que se lo ofrezcamos remojado con un poco de agua si está muy duro y queremos darles un trozo, pues, de otra forma, les resultaría complicado picarlo. Algunos cuidadores optan por remojarlo en leche. A las gallinas les gusta, pero no es conveniente abusar de esta mezcla.

Si optas por dar un trozo de pan fresco a tus gallinas, es mejor que lo remojes porque, de lo contrario, puede hacerse bola en el buche, dificultando la digestión. Por supuesto, el pan debe estar en buen estado. Si detectas moho, debes desechar todo el trozo. Si la gallina no acaba el pan remojado, tíralo también, ya que es fácil que se estropee.

Ya hemos visto que el pan es bueno para las gallinas ofrecido adecuadamente, pero un exceso de pan en su dieta puede resultarles perjudicial. En primer lugar, el pan que ingieran va a sustituir el consumo de otros alimentos con nutrientes imprescindibles para ellas, pudiendo provocar un desequilibrio en la dieta.

Además, su elevado contenido en hidratos de carbono puede hacer que la gallina engorde, lo que tampoco es lo más recomendable para su salud, de ahí que debamos controlar las cantidades. Más todavía si le damos el pan mojado en leche. En este caso, además de un aumento de peso, también podrían surgir desarreglos digestivos, como la diarrea, ya que las gallinas no van a poder digerir la lactosa. Si tu gallina engorda, puedes notar que pone menos huevos.

Por último, el pan fresco ofrecido directamente, sin remojar, al permanecer más tiempo en el buche y tardar más tiempo en digerirse, puede desencadenar problemas digestivos, como la ya mencionada diarrea.

Descubre en este otro artículo las Enfermedades de las gallinas y sus síntomas.

Si ofrecemos un buen pan en pequeñas cantidades y de vez en cuando, no habrá ninguna contraindicación. Solo debemos evitar darle pan a gallinas que ya presenten sobrepeso o padezcan alguna condición que desaconseje su consumo, según criterio del veterinario.

Si nuestra gallina no muestra interés por el pan, no hay que insistir en que lo coma. Los nutrientes que aporta este alimento pueden suministrarse a través de otros ingredientes que sí sean de su interés, como los cereales en grano, por ejemplo. En este otro artículo explicamos Qué comen las gallinas para que aprendas a ofrecer a las tuyas una alimentación equilibrada.

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