Enfermedades de las gallinas y sus síntomas
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Existen un gran número enfermedades y parásitos que pueden afectar a las gallinas. Es fundamental aprender a reconocer sus síntomas, para detectar su aparición de forma pronta. Veremos que muchas patologías van a manifestarse a través de signos clínicos muy parecidos, por lo que es importante que contemos con un veterinario experto para poder llegar a un diagnóstico correcto. También será este el profesional adecuado para informarnos sobre las mejores medidas preventivas.
Descubre en este artículo de ExpertoAnimal las enfermedades de las gallinas y sus síntomas. Descubrirás cuáles son las que afectan con mayor frecuencia a los pollitos, a las aves adultas y cuáles pueden transmitirse al ser humano y viceversa. Sigue leyendo para descubrirlo.
- ¿Cómo saber si una gallina está enferma?
- Enfermedades de las gallinas caseras
- Enfermedades de los pollitos
- Enfermedades de las gallinas en los ojos
- Viruela aviar
- Dermanyssus galinae y otros ácaros en gallinas
- Gota visceral o Urolitiasis aviar
- Piojos
- Bronquitis infecciosa
- Enfermedad de Newcastle
- Cólera aviar
- Gripe aviar o influenza aviar
- Coriza infecciosa
- Sinusitis infecciosa
- Enfermedades de las gallinas que afectan a los humanos
¿Cómo saber si una gallina está enferma?
Antes de empezar, será fundamental hacer un repaso entre los síntomas de las enfermedades de las gallinas, así, las manifestaciones más comunes que indican que estamos ante una posible patología son:
- Anorexia, es decir, la gallina no come ni tampoco bebe, aunque otro signo de enfermedad es beber en exceso.
- Emisión de secreciones por la nariz y por los ojos.
- Respirar haciendo ruido.
- Tos.
- Ausencia o disminución en la puesta de huevos o que estos aparezcan deformados o con la cáscara debilitada.
- Diarrea con mal olor.
- Una gallina enferma no se mueve como acostumbraba, está en letargo.
- Alteraciones en la piel.
- Mal aspecto de las plumas.
- La gallina no reacciona a estímulos que deberían resultarle interesantes.
- Se esconde.
- Adelgazamiento.
- Dificultades para mantenerse de pie.
Por último, una situación muy habitual es encontrar gallinas desplumadas y preguntarnos qué enfermedad es. Pues bien, puede deberse a una alimentación inadecuada, el picoteo de otras gallinas si viven en comunidad, la muda fisiológica, el estrés o algunas enfermedades. Es decir, la falta de plumas es un síntoma y no una enfermedad en sí misma.
Enfermedades de las gallinas caseras
Lo primero que tenemos que saber es que las enfermedades más comunes de las gallinas, que veremos a continuación, van a presentarse con síntomas muy similares, con lo que es fácil confundirlas. Por eso es importante poder contar con la ayuda y el diagnóstico de un experto. Además, suelen ser muy contagiosas, por lo que es recomendable aislar a las que nos resulten sospechosas.
Por ello, en las enfermedades de las gallinas de campo o de corral, es básico prevenir antes que curar, lo que se consigue con unos buenos cuidados, un alojamiento adecuado y una alimentación equilibrada. En los siguientes apartados repasamos enfermedades de las gallinas y sus síntomas.
Enfermedades de los pollitos
A continuación mencionaremos algunas de las patologías que, con mayor frecuencia, afectan a los pollitos:
Enfermedad de Marek
Antes de repasar las enfermedades de las gallinas y sus síntomas, vamos a detenernos en las enfermedades de los pollos, ya que nos encontramos algunas patologías más comunes en estas edades como la enfermedad de Marek, que agrupa a varias patologías virales muy contagiosas que provocan tumores y parálisis. Hay vacuna pero no siempre es efectiva, por lo que se considera que la mejor prevención es una buena higiene y unas condiciones de vida adecuadas. Es una enfermedad que no tiene tratamiento, pero los pequeños pueden sobrevivir si conseguimos que sigan comiendo y mantenemos, en lo posible, su sistema inmunitario.
Coccidiosis
La coccidiosis es la principal causa de muerte de los pollitos. Se trata de una enfermedad parasitaria del tracto digestivo muy contagiosa. Las heces van a presentar sangre. Otro trastorno que involucra al sistema digestivo es la obstrucción, que puede llegar a impedir la defecación. Se debe a estrés, cambios de temperatura, mal manejo, etc. Hay que reajustar la dieta y limpiar la cloaca.
Los pollitos también pueden presentar tortícolis, de forma que son incapaces de mantener la cabeza erguida. Además, caminarán hacia atrás. Puede deberse a una deficiencia de vitamina B, por lo que esta debe aumentarse en la dieta. Hay que vigilar que el pequeño pueda comer y que no sea pisoteado por sus congéneres, si vive en comunidad.
Enfermedades hereditarias
También pueden apreciarse enfermedades de las gallinas en el pico. Son deformidades que parecen ser genéticas y empeoran con el crecimiento. Pueden desembocar en dificultades para alimentarse, por eso debemos vigilar que el animal consigue comer, ofrecerle comida blanda, elevar el comedero, etc. Las alteraciones también pueden aparecer en las patas. Por ejemplo, estas pueden deslizarse hacia los lados de forma que el polluelo no consigue andar ni ponerse de pie. Puede deberse a errores en la temperatura de la incubadora o a un déficit de vitaminas. Un suelo no deslizante y un vendaje para mantener las patitas unidas son parte del tratamiento.
Enfermedades respiratorias
Por último, otras enfermedades de los pollitos que destacan son los problemas respiratorios, a los que los polluelos son muy susceptibles, manifestando un cuadro de mayor o de menor gravedad. Secreción ocular y nasal, tos o estornudos son los síntomas más habituales. Se hace imprescindible mantener la higiene.
Hay que tener en cuenta que los pollitos son más delicados, lo que significa que las enfermedades pueden presentarse de una manera más grave. Por ejemplo, los ácaros pueden matar a un polluelo por la anemia que llegan a originar.
Enfermedades de las gallinas en los ojos
Los ojos de las gallinas pueden verse irritados e inflamados si viven entre altos niveles de amoníaco. Este puede afectar también a los senos nasales y a la tráquea y, si la situación no se solventa, el animal puede quedarse ciego. El amoníaco procede de la unión del ácido úrico del estiércol de las aves con agua, lo que forma un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano, productor del amoníaco.
La enfermedad de Marek también puede afectar a los ojos si se desarrollan tumores en el iris. Otras enfermedades como la viruela aviar también tienen repercusiones a nivel ocular si las lesiones se producen cerca de los ojos. Infecciones por bacterias o por hongos también son responsables de conjuntivitis, al igual que las deficiencias nutricionales. Además, en los siguientes apartados veremos que en numerosas enfermedades de las gallinas se incluyen síntomas oculares.
Viruela aviar
Entre las enfermedades de las gallinas en las patas destaca la viruela aviar. Esta enfermedad de las gallinas y sus síntomas son comunes y se caracterizan por ampollas en las barbas, las patas o incluso por todo el cuerpo. Se forman costras que acaban cayendo. De manera infrecuente puede afectar a la boca y a la garganta, perjudicando la respiración e incluso provocando la muerte del ave. Puede vacunarse.
Dermanyssus galinae y otros ácaros en gallinas
Parásitos externos, como los ácaros en las aves, pueden pasar desapercibidos y causar así daños considerables como una disminución en la puesta de huevos, realentización del crecimiento, anemia, debilitamiento del sistema inmunitario, adelgazamiento, plumas sucias de excrementos del parásito e incluso mortalidad. Esto se debe a que los ácaros del pollo se alimentan de sangre.
Además, como algunos pueden vivir en el ambiente, el tratamiento debe comprender también el ambiente. Es una de las enfermedades de los gallos puede afectar a su capacidad para aparearse porque los ácaros tienden a agruparse alrededor de la zona genital. Se tratan con acaricidas que se encuentran en diferentes presentaciones, una vez diagnosticado el ácaro. Se previene manteniendo una correcta higiene.
Tipos de ácaros que afectan a las gallinas
Los ácaros más comunes son los ácaros rojos, denominados Dermanyssus galinae. Son una enfermedad de las gallinas con síntomas más importantes en climas cálidos. Los ácaros Knemidocoptes mutans pueden aparecer también en las patas. Engrosan la piel, la descaman, se forman costras, puede haber exudados y se presentan manchas rojas. Además, las patas pueden aparecer deformadas. Se propaga por contacto directo y es más habitual en las aves mayores. Hay varios tratamientos. Las patas pueden quedar dañadas.
Gota visceral o Urolitiasis aviar
La parasitosis que hemos mencionado en el apartado anterior en ocasiones se confunde con otra enfermedad de las patas, un tipo de artritis denominada gota, que se produce por una insuficiencia renal grave. Se produce por acúmulo de uratos en las articulaciones e inflama las del corvejón y los pies, provocando cojera, lo que dificulta el movimiento. Suele afectar a ambas patas.
Deforman la extremidad y aparecen llagas, lo que puede llevar a confundirlo con una acarosis. Puede deberse a un problema genético o a una dieta con demasiadas proteínas. Es más común en gallos y a partir de los cuatro meses de edad. No tiene cura pero es posible mejorar las condiciones del ave para hacerle la vida más cómoda, propiciar que beba más, modificar la dieta incluyendo frutas y verduras, etc.
Piojos
Las infestaciones por parásitos externos pueden ser de las enfermedades de las gallinas con síntomas que no se detectan, pero pueden ser responsables de una disminución en la puesta de huevos, afectar al crecimiento, provocar desnutrición e incluso la muerte. El animal afectado adelgaza, se rasca y picotea la piel y presenta varias zonas decoloradas. Podemos evitarlas observando regularmente el cuerpo de las gallinas para detectarlos. Los piojos, al contrario que los ácaros, solo pueden vivir sobre el huésped. Son menos resistentes a los tratamientos que los ácaros.
Bronquitis infecciosa
Entre las enfermedades de las gallinas los síntomas de la bronquitis infecciosa son relativamente comunes. Puede cursar de una manera leve pero, en otros casos, es grave. Las gallinas afectadas dejan de comer y de beber, presentan secreciones nasales y oculares, tosen, jadean y, en general, les cuesta respirar. Además, las gallinas dejan de poner huevos o estos salen deformados. Es una patología para la que existe vacuna, aunque no previene la infección. Se trata con antibióticos y se debe mantener al ave en un ambiente caliente.
Enfermedad de Newcastle
La enfermedad de Newcastle es una patología vírica que desencadena síntomas respiratorios y nerviosos y puede presentarse con diferentes grados de gravedad y síntomas como muerte súbita, estornudos, problemas respiratorios, secreción nasal, tos, diarrea verdosa y acuosa, letargo, temblores, tortícolis, andar en círculos, rigidez o hinchazón en ojos y cuello. Esta enfermedad de las gallinas y sus síntomas son muy contagiosos, por lo que lo mejor es la prevención. Existe vacuna para prevenirla.
Cólera aviar
Se trata de una enfermedad desencadenada por Pastereulla multocida y puede presentarse de forma aguda o crónica. En el primer caso puede suponer la muerte súbita del ave. Se producen daños vasculares, neumonía, anorexia, secreción nasal, coloración azulada o diarrea. Esta enfermedad de las gallinas y sus síntomas afecta, sobre todo, a ejemplares mayores o todavía en crecimiento.
Por su parte, la presentación crónica se caracteriza por la aparición de inflamaciones sobre las que la piel puede llegar a gangrenarse. También pueden observarse síntomas neurológicos como la tortícolis. Hay vacunas disponibles. El tratamiento se basa en la administración de antibióticos.
Gripe aviar o influenza aviar
Esta enfermedad de las gallinas y sus síntomas pueden causar la muerte en cuestión de días. El cuadro clínico es similar al de la gripe. Se transmite entre aves de diferentes especies por contacto con mucosas y heces infectadas y también puede transportarse a través de insectos, roedores o nuestra ropa.
Los síntomas incluyen la muerte súbita, una coloración púrpura en patas y crestas, los huevos tienen la cáscara blanda o están deformados, además, las gallinas ponen menos o dejan de poner, pierden el apetito, están en letargo, emiten heces mucosas, tosen, presentan secreción ocular y nasal, estornudos o andar vacilante. El tratamiento pasa por mejorar el sistema inmunitario del ave con una buena alimentación, ya que es una enfermedad vírica.
Coriza infecciosa
También se denomina resfriado o crup. Los síntomas son hinchazón en la cara, secreción nasal y ocular, estornudos, tos, dificultades respiratorias con sibilancias y ronquidos, anorexia, cambio de color de las crestas o ausencia de puesta de huevos. Esta enfermedad de las gallinas y sus síntomas se pueden tratar con antibióticos, ya que es una patología bacteriana, pero no siempre es posible la curación.
Sinusitis infecciosa
También denominada micoplasmosis, esta enfermedad de las gallinas y sus síntomas afectan a todas las aves de corral. Se caracteriza por estornudos, secreción nasal y en ocasiones ocular, tos, problemas respiratorios, e hinchazón en los ojos y en los senos nasales. Se trata con antibióticos al ser una enfermedad bacteriana.
Enfermedades de las gallinas que afectan a los humanos
Algunas enfermedades de las gallinas y sus síntomas pueden transmitirse a los seres humanos y viceversa a través del contacto con las heces, por vía aérea o, de ser el caso, por la ingestión. Hablamos pues de enfermedades zoonóticas. La famosa gripe aviar es raro que infecte a las personas, pero es cierto que puede suceder. Serán personas que hayan estado en contacto con las aves, con superficies contaminadas o por ingesta de carne o huevos mal cocinados. La enfermedad puede ser leve o grave y cursa con síntomas similares a los de la gripe. Tienen más riesgo embarazadas, ancianos o personas con el sistema inmunitario débil.
La enfermedad de Newcastle también podría llegar hasta los humanos, causando una conjuntivitis leve. Además, la salmonelosis, una enfermedad bacteriana, puede adquirirse por el consumo de huevos. Provoca una gastroenteritis. Hay otras bacterias, como la Pastereulla multocida, que pueden causar en las personas lesiones dermatológicas tras picotazos o arañazos de las aves. Existen otras enfermedades que pueden transmitir las aves, pero su incidencia es baja. De todas formas conviene mantener la higiene y, si las gallinas presentan síntomas de enfermedad o nosotros padecemos alguna afección sin otra causa, hay que acudir a un veterinario, es decir, al profesional de la salud de estos animales.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Gaskin, J., Wilson, H., Mather, F., Jacob, J., & GARCIA, J. (2001). Enfermedades de las Aves Transmisibles a los Humanos. Red EDIS.