Perro sueco de Laponia
El perro sueco de Laponia, también conocido con el nombre de pastor lapón sueco, "lapphound" o "lappie", es un perro de mediano tamaño y de tipo spitz nórdico. Su denso pelaje y su astuta mirada le aportan un aspecto muy dulce y peculiar a este can que destaca por ser un excepcional perro de trabajo, inteligente, noble y muy activo, perfecto para tutores aventureros y que disfruten de pasar tiempo al aire libre con su peludo.
Si tienes un perro sueco de Laponia en casa o quieres saber si esta es la raza más adecuada para ti, en este artículo de ExpertoAnimal te contamos todo lo que tienes que saber acerca de este excepcional perro, desde sus principales rasgos físicos y de temperamento hasta su historia, pasando por sus cuidados básicos, salud y educación ¡no te lo puedes perder!
- Europa
- Suecia
- Grupo V
- 15-35
- 35-45
- 45-55
- 55-70
- 70-80
- Más de 80
- 1-3
- 3-10
- 10-25
- 25-45
- 45-100
- 8-10
- 10-12
- 12-14
- 15-20
- Baja
- Media
- Alta
- Arnés
Origen del perro sueco de Laponia
El perro sueco de Laponia es una de las razas europeas más antiguas que se conocen. Como su propio nombre indica, su origen se encuentra en Laponia, una extensa región geográfica que abarca el norte de Noruega, Finlandia, Suecia y parte de Rusia, donde el lappie era considerado un compañero inestimable para las tribus nómadas de los sami, el pueblo que habitaba la zona hace cientos de años.
Los sami utilizaron inicialmente a estos perros como cazadores, pero con el tiempo su función principal cambió y los lapones suecos pasaron a dedicarse sobre todo a la guarda y el pastoreo de los rebaños de renos. Hoy en día todavía se puede encontrar algún lapón sueco ejerciendo el trabajo de perro pastor, acompañando a los ganaderos suecos y finlandeses y controlando a sus ovejas. No obstante, la mayoría de lappies son, en la actualidad, perros de compañía.
Características del perro sueco de Laponia
El perro sueco de laponia es un spitz compacto y de tamaño mediano, tanto los machos como las hembras rondan los 20 kilos de peso en su edad adulta y miden entre 40 y 50 centímetros hasta la cruz. El lappie cuenta con unas extremidades cortas y musculosas, una cola completamente cubierta de pelo y curvada sobre el dorso, unos ojos de color café oscuro, grandes y muy expresivos situados sobre un hocico fino y alargado y unas orejas erectas, triangulares y de tamaño pequeño, características de los spitz.
Sin duda, uno de sus rasgos físicos más significativos es su denso pelaje, que puede ser de color negro, marrón o ambos, aunque los ejemplares completamente negros son los más frecuentes en la raza. Su manto es de doble capa y el pelo se caracteriza por ser frondoso, brillante, liso y especialmente largo en la cola, la parte trasera de las patas y el cuello.
Carácter del perro sueco de Laponia
Como buen perro de trabajo, el perro sueco de Laponia disfruta mucho de realizar actividad física, es fácil de entrenar y muy inteligente, por lo que no suele tener dificultad en aprender nuevas habilidades a través del refuerzo positivo. Su temperamento vivaz y atento lo convierte en el compañero ideal de tutores a los que les guste practicar deportes caninos, pues el lappie no solo destaca en labores de pastoreo, también es una excelente raza para la práctica de Agility, rastreo y otras modalidades de entrenamiento.
No obstante, el lapón sueco también es un perro versátil que se adapta a una vida más tranquila en familia, siempre que cubran correctamente sus necesidades, se le ofrezca una educación adecuada y se le proporcione suficiente estimulación física y mental.
Con sus tutores, esta raza es amigable, tolerante y afectuosa, pero no busca constantemente el contacto humano, pues como ocurre con otras razas nórdicas, el lappie tiende a ser algo independiente. Por otro lado, estamos ante un perro muy vigilante y bastante ladrador que no dudará en avisar de la presencia de cualquier persona o elemento extraño que se aproxime a su hogar.
Cuidados del perro sueco de Laponia
Como todos los perros, el perro sueco de Laponia cuenta con unos cuidados específicos. Dichos cuidados son:
- Alimentación: es muy importante ofrecer al perro sueco de Laponia una alimentación de muy buena calidad adaptada a su edad y a su estado de salud, ya sea en formato pienso, dieta cocinada o BARF.
- Ejercicio: hay que tener en cuenta que, aunque el lappie sea un excelente compañero, para convivir con esta raza, es necesario contar con tiempo suficiente para dedicarle, ya que este perro necesita bastante estimulación y ejercicio.
- Aseo: uno de los aspectos que más debe vigilarse en el caso del perro sueco de Laponia es el cuidado de su manto. El pelaje del lappie es muy denso y tiende a enredarse con facilidad, lo cual supone un problema no solo estético, sino también de salud, pues los nudos en el pelo pueden llegar a adherirse a la piel provocando problemas de circulación e impidiendo que esta transpire. Para evitar esto, es importante cepillar al animal de manera diaria, eliminando todo el pelo muerto y los nudos, especialmente después de pasear por el campo o la playa. Durante los meses de verano se debe intensificar el cuidado del pelaje para prevenir los golpes de calor.
Educación del perro sueco de Laponia
El perro sueco de Laponia tiene una enorme capacidad para aprender, es muy inteligente y atento y disfruta realizando actividad física y entrenando nuevas habilidades. Esta raza suele ser bastante amigable y sociable con otros perros y personas pero, para que no desarrolle problemas de comportamiento es indispensable tener paciencia y dedicar tiempo a su socialización, muy especialmente durante su etapa de cachorro.
A pesar de que aprende muy rápido, el lappie se aburre con facilidad si las sesiones de entrenamiento son demasiado largas o monótonas, lo que hace que pierda completamente el interés y se comporte de forma testaruda o se frustre. La mejor forma de enseñar a este perro es a través del juego y siempre utilizando el refuerzo positivo. El uso de castigos u otras técnicas aversivas puede generar en el perro problemas graves de conducta.
Salud del perro sueco de Laponia
Por lo general, esta raza es muy resistente y goza de muy buena salud, aunque sí que se deben tener en consideración varios aspectos para asegurarle una larga y saludable vida a este perro.
Algunas de las principales patologías que pueden afectar al lapón sueco son las siguientes:
- Atrofia progresiva de retina: patología ocular de carácter hereditario que afecta a la retina del perro y hace que este vaya perdiendo visión de manera paulatina.
- Displasia de cadera: problema osteoarticular, también hereditario, provocado por una malformación en la articulación coxofemoral que produce dolor, cojera y dificultades para caminar. Si se diagnostica a tiempo, es posible tratarla e incluso corregirla a través de cirugía.
- Enfermedad periodontal: la acumulación de sarro y placa dental genera infecciones en la encía del animal, deteriorando los dientes y haciendo que sea necesario, en muchos casos, extraer las piezas dañadas. Además, si no se trata, la infección puede viajar a otros órganos del cuerpo poniendo en riego la vida del perro. Para evitar esto es importante cepillar los dientes del lappie al menos una vez a la semana y, si el veterinario lo recomienda, realizar una limpieza bucal cada cierto tiempo.
- Diabetes: al igual que ocurre con las personas, la diabetes en perros es consecuencia de la incapacidad del cuerpo para producir o utilizar la insulina. Los principales síntomas de la diabetes canina son la apatía, el aumento de la ingesta de comida y agua, el aumento de la producción de orina y la pérdida de peso, entre otras. Detectada a tiempo, la diabetes tiene tratamiento y permite al perro llevar una vida prácticamente normal.
Por supuesto, es imprescindible cumplir con el calendario de vacunaciones y desparasitaciones pautado por el veterinario para prevenir que el animal enferme y realizar un chequeo anual completo a partir de los siete u ocho años de vida.
¿Dónde adoptar un perro sueco de Laponia?
Actualmente, existen muy pocos ejemplares de perro sueco de Laponia y la gran mayoría de ellos se encuentran en los países nórdicos, especialmente en Suecia. Esto hace que resulte bastante complicado encontrar lappies en adopción, ya que, además, es una raza muy poco conocida en España. No obstante, si crees que este es el perro adecuado para ti, siempre puedes ponerte en contacto con refugios y asociaciones protectoras de animales de diversas partes del país, puesto que muchas de ellas permiten que sus animales viajen hasta la ciudad de residencia del adoptante.
De igual modo, y si no tienes inconveniente en ir algo más lejos, puedes preguntar en protectoras de otros países europeos donde el perro sueco de Laponia está más presente e ir a adoptarlo. Otras razas similares en aspecto y temperamento al lapón sueco y que son más frecuentes en los refugios españoles son el pomerania o el spitz alemán.