Ciclo de vida de las abejas

La metamorfosis es un complejo proceso de desarrollo biológico por el cual pasan algunos animales como las abejas. Durante este proceso ocurren una serie de cambios tanto en la estructura anatómica como fisiológica de las abejas, lo cual es fácilmente observable porque implica una transformación evidente entre una fase y otra.

Las abejas tienen una metamorfosis de tipo completa, es decir, pasan por una serie de fases diferentes que empiezan cuando el individuo emerge del huevo. En este punto, nace como una larva con unas características muy concretas y culmina como un adulto con una forma muy diferente a la inicial. Durante este proceso, en la abeja se van transformando las células para crear nuevos tejidos especializados. Por ejemplo, durante la fase de larva la abeja no tiene las alas formadas, pero cuando termina la metamorfosis sí dispone de ellas.

Conoce todos los detalles sobre la Metamorfosis en animales en este otro artículo.

La abeja reina es quien domina y dirige la dinámica de un nido. En general, las reinas son más grandes que las obreras y los zánganos.

Una abeja reina tiene la función principal de reproducirse, ya que generalmente es la única que puede poner los huevos dentro de la colmena. De los huevos emergen larvas que serán atendidas por las abejas obreras. Siguiendo con el ejemplo de las abejas melíferas, lo que define que una larva hembra sea una futura abeja reina es el tipo de alimento que consume. Así, para que se conviertan en reinas, las larvas deben ser alimentadas exclusivamente con jalea real que producen las obreras. Luego, el ciclo de vida de una abeja reina sigue de la siguiente forma:

• Larva: pasados unos seis días como larvas, las obreras sellan la celda donde ha estado desarrollándose la larva para dar paso a la siguiente etapa, que es la de pupa. En esta fase, la larva empieza a mudar el tejido del cuerpo a la vez que teje un capullo de seda en el que queda envuelta y se transforma en pupa.
• Pupa: una abeja reina pasa por una metamorfosis de pupa a adulta que dura al menos 7 días, aunque según la especie y las condiciones del medio puede ser un poco más larga.
• Adulta: finalmente, emerge la reina adulta, conocida como reina virgen porque no ha copulado aún. Las nuevas abejas reinas llegan a la madurez pasados unos 16 días. Durante su vida como adulta, una reina puede vivir entre 2 y 5 años.

Una abeja reina se diferencia de las obreras por tener aparato reproductor totalmente desarrollado. Además, tiene un aguijón con el que puede picar varias veces sin morir; las obreras mueren cuando pican porque su aguijón tiene una estructura que lo engancha a la piel de la víctima. Otro rasgo de las abejas reinas es que no tienen canastas para recolectar polen.

A diferencia de las reinas, que tienen una función principal y es la reproductiva, las obreras se dividen en diferentes grupos según las funciones que desempeñen. Así, tenemos aquellas que se encargan de ampliar el nido; las que cuidan y alimentan a las larvas produciendo jalea real, miel y productos del polen; y las que recolectan el néctar y el polen para luego transferirlo a las abejas más jóvenes para que lo procesen.

Las abejas obreras pasan por las mismas etapas que la reina, de manera que empiezan el desarrollo dentro de un huevo, nacen como larvas, se transforman en pupas y, finalmente, en adultas. Tanto las obreras como las reinas nacen de huevos fertilizados, lo que determina que una abeja sea una u otra, como hemos comentado, es el tipo de alimentación que recibe. Tras salir del huevo, una obrera pasa unos 4-5 días en la etapa de larva y recibe una alimentación diferente a la que se le proporciona a una futura reina. En este sentido, una hembra que es alimentada con un producto hecho que se conoce como "jalea de obreras" (mezcla de jalea real y polen) pertenecerá a esta casta, aunque también puede alimentarse de miel. Durante la fase de larva también está encerrada en una celda y pasa aquí a la etapa de pupa, que dura al menos 7 días para salir como una adulta. Una obrera adulta puede vivir unas 5 o 6 semanas durante el verano, y hasta unos 6 meses en invierno. Una obrera llega a la madurez a los 21 días aproximadamente.

Además de por su ciclo de vida, las abejas obreras se diferencian de las reinas porque son más pequeñas, tienen alas más grandes que los machos, no tienen órganos reproductivos desarrollados, poseen canastas recolectoras de polen y tienen un aguijón que está unido a una glándula de veneno.

Los zánganos o machos, en comparación con las obreras, tienen funciones más limitadas. Así, copulan con las reinas y en ciertos casos pueden ayudar a regular la temperatura del nido, solo si las obreras lo necesiten.

Los zánganos, al igual que obreras y reinas, pasan por todas las fases antes mencionadas. A diferencia de las hembras, los machos nacen de huevos no fecundados, es decir, la reina pone un grupo de huevos que no han sido previamente fertilizados en su interior.

En los machos, la etapa de larva dura entre 6 y 7 días y, como en los casos anteriores, durante esta fase son las obreras quienes los alimentan. Después pasan a la etapa de pupa, también encerrados en celdas y envueltos en seda. Esta fase dura alrededor de 15 días, tras los cuales emergen como adultos. Tardan unos 24 días en alcanzar la madurez para poder reproducirse. En total, un macho adulto vive de 4 a 6 semanas como máximo, ya que, muere rápidamente después de copular con una hembra.

Los machos pueden ser un poco más grande que las obreras, pero sus alas son más pequeñas. Sin embargo, tienen los ojos de mayor tamaño, no tienen canastas para recolectar el polen ni aguijón.

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