¿Hay mofetas en España?

Se han identificado doce especies de mofetas, de las cuales diez son nativas de América y dos de Asia. Veamos cómo es la distribución natural de las mofetas:

• Zorrillo de nariz de cerdo de Molina (Conepatus chinga): Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay.
• Zorrillo nariz de cerno Humboldt (Conepatus humboldtii): Argentina y Chile.
• Zorrillo americano de nariz de cerdo (Conepatus leuconotus): El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Estados Unidos.
• Zorrillo rayado nariz de cerdo (Conepatus semistriatus): Belice, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela.
• Mofeta moteada del sur (Spilogale angustifrons): Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua.
• Zorrillo o mofeta rayada (Mephitis mephitis): Canadá, México y Estados Unidos.
• Tejón apestoso de Sunda (Mydaus javanensis): Indonesia y Malasia.
• Mofeta moteada pigmea (Spilogale pygmaea): México.
• Mofeta moteada occidental (Spilogale gracilis): México y Estados Unidos.
• Zorro encapuchado (Mephitis macroura): El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Estados Unidos.
• Tejón hediondo de Palawan (Mydaus marchei): Filipinas.
• Mofeta moteada del este (Spilogale putorius): Canadá, México y Estados Unidos.

En este sentido, no hay mofetas en España de forma natural, ya que ninguna de las especies existentes, es originaria o nativa de este país o de otro del continente, por lo que tampoco hay mofetas en Europa.

Como te hemos mencionado en España no hay mofetas, ni en Europa. Ahora, el hecho que un animal no sea nativo de una región o país, no significa que no pueda estar, debido a que los seres humanos hemos introducido una cantidad significativas de especies en lugares que no les son propios.

No obstante, por ejemplo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la institución con incidencia global sobre evaluación de la biodiversidad, y que evalúa el estado de las especies y donde entre sus estudios sobre los casos de tráfico ilegal de animales, hasta la fecha no reporta que estos animales estén expuestos de forma importante a este problema, o que hayan sido introducidas mofetas en España.

En cuanto a los casos reportados por la UICN, sobre el comercio de mascotas y las mofetas, se informa que el tejón hediondo de Palawan (Mydaus marchei), que se clasifica como de Menor preocupación, ha sido objeto de un limitado tráfico, para ser vendido a coleccionistas privados, pero dentro de Filipinas.

También, el zorrillo nariz de cerdo de Humboldt (Conepatus humboldtii), nativo de Argentina y Chile, fue bastante exportado durante los años de 1960 a 1980, al igual que otras especies de este género, sin embargo, no se indica que las exportaciones correspondieran hacia Europa o España en particular.

Aunado a lo anterior, no hay informes de que existan mofetas en cautiverio en España, estando en zoológicos u otro tipo de espacios como estos donde se tienen animales para la exposición a las personas.

El ser humano en su historia de desarrollo social, se ha acostumbrado a introducir animales en regiones no nativas. Esto lo ha hecho con diferentes fines, pero principalmente para el aprovechamiento o explotación animal. No obstante, también se han introducido especies con otros fines, por ejemplo, ser mascotas, controladores biológicos o por simple gusto.

Pero la introducción de especies puede acarrear graves consecuencias para la fauna local de una región o país. Esto es así porque las especies introducidas que compartan nichos ecológicos con las locales, se convierten en competidoras, y en muchos casos desplazan a las nativas, llegando a presionar incluso al borde de la extinción, lo que sin duda genera una desestabilización en los ecosistemas.

También han ocurrido casos donde animales, como perros y gatos, que fueron liberados o que tienen acceso a espacios silvestres, se convierten en depredadores de otros animales propios del lugar o les contagian enfermedades para las cuales estos no están inmunológicamente preparados, lo que origina terribles consecuencias.

Es por esto que muchos países tienen estrictos controles y existen además leyes internacionales para el comercio y traslados de animales de una región a otra, porque si no se hace de forma controlada, las consecuencias pueden ser catastróficas.

Con base a lo anterior, vemos entonces las razones por las cuales no debe haber mofetas en España. Por un lado, estos animales son omnívoros, pero su dieta suele estar principalmente constituida de otros animales como aves, reptiles e insectos, los cuales también son parte del alimento de otras especies.

Por otro lado, las mofetas tienen una potente arma defensiva, como es la producción de una sustancia muy irritante que pueden rociar y causar algunos daños, por ejemplo, náuseas, fuerte irritación e incluso ceguera temporal. En este sentido, las mofetas tienen pocos depredadores eficaces, por lo que su control se puede volver complicado si se introducen indebidamente en un país como España.

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