Historia y significado del ave fénix

La palabra fénix proviene del latín 'phoenix', y este a su vez del griego 'phoînix'. Según el Diccionario de la Real Academia Española ^[1], el término hace referencia a “un ave fabulosa que los antiguos creyeron que era única y renacía de sus cenizas”. Ahora, en griego, fénix significa “fenicio, palmera y de color púrpura o rojo” ^[2]. Y según se refiere, fueron los fenicios quienes inventaron el pigmento de este color mencionado, el cual estaba presente en las alas de esta fabulosa ave. Así, ante lo planteado, tenemos una relación entre el nombre y el significado del ave fénix.

Pero más allá del significado etimológico de la palabra fénix, este término se asocia desde hace siglos con un ave mítica, y el sentido simbólico de la misma siempre ha estado relacionado con la resurrección e inmortalidad, a pesar de las distintas interpretaciones o variantes referente al mito que pudieran darse en una u otra cultura. De esta manera, pensar en el ave fénix es tener de inmediato el referente del resurgir, pues, como veremos más adelante, el ave, quien se quema, renace de sus propias cenizas.

Adicionalmente, la simbología del ave fénix se ha asociado también al renacer personal, de modo que se han establecido algunas relaciones desde el punto de vista psicológico.

Se ha referido que el origen del mito del ave fénix está relacionado con los antiguos egipcios, quienes representaban un ave, a veces un tipo de garza que estaba rodeada por dos plumas como crestas, llamada bennu y perteneciente a la especie Ardea Bennuides, la cual se encuentra hoy extinta. En otros casos, se representaba como un águila con el plumaje de color rojo y dorado.

De esta manera, hoy se sabe que existen varias relaciones entre la simbología egipcia del bennu y la clásica del ave fénix. Por un lado, las semejanzas se basan en su vínculo tanto con el sol como con la ciudad egipcia de Heliópolis. Además, en los dos casos hay una simbología de la vida después de la muerte y ambas aves están representadas sobre un árbol, el bennu sobre un sauce y el fénix sobre una palma.

No obstante, fue el escritor griego Heródoto quien relató específicamente sobre el ave fénix, ya que visitó la ciudad de Heliópolis, el principal centro religioso de Egipto. Durante su visita, el mencionado historiador debió escuchar y revisar papiros, jeroglíficos y murales tallados, que interpretó para posteriormente construir el mito que luego se difundió en otras culturas. Algunos planteamientos refieren que probablemente Heródoto confundió la imagen del fénix con la del dios solar Ra-Atum-Khepri, quien era representando en una de sus variantes de manera antropomórfica, con cabeza ornitomorfa (similar a un ave) y los colores que se atribuyen al fénix. Esta última referencia se hace en función a que existen diferencias entre las aves mencionadas.

La historia del ave fénix está vinculada con la muerte y el renacimiento. La narración plantea que el ave era única y no podía reproducirse como lo hacían los demás animales. Cuando el fénix se aproximaba a su fin, iniciaba la recolección de ciertas plantas aromáticas, incienso y cardamomo para construir un nidio. Luego, se han dado al menos dos narraciones diferentes a partir de este punto:

• Una establece que el ave prende fuego al nido y de las cenizas surge una nueva ave, de modo que ocurre el renacimiento.
• Otra plantea que el fénix se acuesta en el nido para morir, pero impregnando el mismo con su semen. De ahí nace una nueva ave, que procederá a recoger el cuerpo de su padre y lo encerrará en un tronco de mirra, el cual transportará a la ciudad de Heliópolis hasta el altar del sol, donde se encontrarán los sacerdotes de este dios que procederán a incinerarlo.

Se supone que este evento ocurría cada 500 años, aunque también se relataba en la antigüedad que el fénix podía vivir 972 generaciones de humanos.

Así pues, existió la creencia griega sobre el ave fénix, pero, gracias a los relatos de Heródoto, siempre se estableció que este mito era originario de Egipto. Pero la historia del ave fénix trascendió a otras culturas, en las cuales eventualmente se hicieron algunas adaptaciones, de manera que la simbología del ave fénix estuvo presente en Roma, India, China e incluso en América.

Como hemos mencionado, los relatos asocian al ave fénix con dos animales reales, unos con el tipo de garza extinta conocida como bennu y otros con un águila. También se han establecido ciertos parecidos con otras aves, como por ejemplo con el macho del faisán dorado (Chrysolophus pictus), el cual es una hermosa ave que, aunque posee colores como negro, azul y marrón, es principalmente de coloración roja y dorada o amarilla. De hecho, el faisán dorado es considerado una de las aves más hermosas del mundo.

¿Conocías el origen del ave fénix y su historia? Sin duda, es un animal fascinante con una simbología maravillosa que puede ayudarnos a reflexionar sobre el crecimiento personal y el hecho de seguir adelante ante las adversidades de la vida.

Si deseas leer más artículos parecidos a Historia y significado del ave fénix, te recomendamos que entres en nuestra sección de Curiosidades del mundo animal.