¿Los grillos vuelan?

Los grillos están anatómicamente adaptados tanto para el vuelo como para el salto, de modo que pueden ejecutar ambas acciones. Sin embargo, en relación al vuelo, según la especie de grillo pueden presentar dos pares de alas que varían de tamaño, estando en algunos casos bastante reducidas o ausentes, por lo que no todos los grillos pueden volar. Cuando los dos pares de alas están presentes, las primeras se conocen como "tegminas" y corresponden con unas estructuras altamente esclerotizadas, formadas por quitina, lo que les da una dureza particular. También suelen presentar una nerviación propia de cada familia, un rasgo característico en los ortópteros. En el caso de los machos, aquí se ubican los órganos estriduladores, usados para producir el típico sonido de los grillos. Luego, encontramos el segundo par que, cuando están presentes, son las alas propiamente dichas. Estas se pliegan o doblan debajo de las tegminas y se caracterizan por ser membranosas; si están bien desarrolladas, permiten entonces el vuelo en los grillos.

Por otro lado, los ortópteros, y los grillos al ser parte de este grupo, se caracterizan por tener patas compuestas por coxa, trocánter, fémur, tibia y tarsos. Generalmente, el primer y segundo par de patas son parecidas; en el caso del tercer par, presentan un fémur bastante ensanchado en la base, lo que les ofrece una adaptación para dar saltos. De esta manera, los grillos son insectos que pueden saltar sin problemas.

No todos los grillos vuelan. Algunos no disponen de alas para hacerlo o las que tienen no están bien desarrolladas, lo que les impide volar. No obstante, hay especies que sí pueden llevar a cabo esta actividad. A continuación, mencionamos algunas de estas especies de grillos que vuelan:

• Grillo doméstico (Acheta domesticus): probablemente nativo de Asia, ahora extendido por todo el mundo.
• Grillo de campo jamaicano (Gryllus assimilis): nativo de Norte y Suramérica.
• Grillo de campo de arena (Gryllus firmus): propio de los Estados Unidos.
• Grillo de árbol nevado (Oecanthus fultoni): también nativo de Norteamérica, específicamente de los Estados Unidos.
• Grillo arbóreo de la pradera (Oecanthus argentinus): se desarrolla tanto en Norte como en Suramérica.
• Grillo arbóreo de alas anchas (Oecanthus latipennis): originario de Estados Unidos.

En algunos animales, existen ciertos rasgos o características que están presentes en un mismo grupo, aunque sean de especies diferentes. No obstante, en el caso de los grillos, el aspecto del vuelo no está generalizado en todas las especies.

Encontramos que hay grillos que no tienen alas, por lo que no tienen la capacidad de volar y son de hábitos terrestres. Otros tienen solo las tegminas y carecen de las traseras, o si poseen ambos pares de alas, estas están muy reducidas, especialmente las segundas, por lo que no son funcionales para el vuelo.

Para poder emprender el vuelo, los grillos necesitan alas traseras completamente desarrolladas y de buen tamaño. De hecho, se estima que las traseras deberían ser más largas que las primeras para que este insecto pueda alzarse en vuelo. Dependiendo de la especie, algunos los grillos son muy buenos voladores, pero otros vuelan de manera más torpe, por lo que prefieren trasladarse saltando. Además, algunos grillos pueden perder sus alas después de trasladarse a un nuevo sitio para desarrollarse.

Un dato curioso es que los grillos parecen estar mejor adaptados para volar o para reproducirse, pero no para ambos procesos a la vez. Por ejemplo, algunas hembras con alas menos desarrolladas tienen una mayor capacidad reproductiva. Otras empiezan siendo buenas voladoras, pero a medida que van pasando a la etapa adulta, van perdiendo la capacidad para volar y mejoran la reproductiva. Como puedes ver, según la especie, los grillos pueden volar y saltar o solo saltar.

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