¿Los perros pueden comer puerro?

Los perros no deberían comer puerro por el potencial tóxico que tiene para esta especie. El puerro, Allium ampeloprasum var. porrum, es una hortaliza que pertenece a la familia Amaryllidaceae, a la que también pertenecen la cebolla, el cebollín y el ajo, plantas igualmente tóxicas para nuestros perros. Es una verdura que contiene multitud de vitaminas y minerales y que tiene propiedades antisépticas y diuréticas. Se trata de una planta originaria de Asia Occidental y Europa, bienal, y que se cultiva por su bulbo, flores y hojas comestibles. El potencial tóxico que tiene el puerro para nuestros perros es su contenido en alcaloides disulfuro, que se dirigen a atacar a los eritrocitos o glóbulos rojos de esta especie.

¿Los perros pueden comer puerro cocido?

Se trata de una verdura muy apreciada como condimento en la cocina, que da sabor a los platos, o para consumir cruda o en forma de purés, pero lo habitual es que el puerro se coma cocido. Es por este motivo que te puedes preguntar si los perros pueden comer puerro cocido y la respuesta es la misma, no, porque el cocinado no elimina los compuestos tóxicos que contiene el puerro y que dañan a este tipo de células sanguíneas de nuestros compañeros caninos. Es más, los tóxicos se liberan por el picado, la cocción, la propia masticación de la verdura o por la acción de las bacterias gastrointestinales durante la digestión.

El puerro para perros no es una opción, pues se trata de uno de los alimentos que no pueden comer debido a sus compuestos. Dichas sustancias tóxicas son del grupo de los organosulfóxidos y atacan a la hemoglobina de los glóbulos rojos de los perros al disminuir la actividad de una enzima clave en la prevención de la oxidación de estas células, la enzima glucosa-6-fosfato deshidrogenasa. Estos compuestos se absorben con rapidez por el aparato gastrointestinal del animal, convirtiéndose en compuestos oxidantes muy reactivos. De esta manera, la hemoglobina, proteína principal de los eritrocitos y encargada del intercambio de oxigeno y dióxido de carbono en los tejidos, se desnaturaliza formando cuerpos de Heinz, unos precipitados microscópicos dentro de los glóbulos rojos.

Esto ocurre a las 24 horas de la ingestión, siendo su máximo a las 72 horas. Tras 3-5 días de la exposición a las sustancias tóxicas, se acaban por destruir los glóbulos rojos y se libera esta hemoglobina desnaturalizada al plasma sanguíneo. El organismo intenta eliminar por completo mediante los riñones, pero a veces exceden su capacidad y se produce un daño renal. Al reducir la cantidad de glóbulos rojos de la sangre, se desarrolla una anemia, en concreto, la anemia hemolítica.

Como hemos comentado, la intoxicación por puerros puede ser grave. Si tu perro se ha intoxicado con puerro, lo primero que debes hacer es acudir a un centro veterinario para que valoren su estado y el tiempo que ha pasado tras la ingesta del alimento. Si ha pasado poco tiempo, se puede realizar un lavado gástrico o inducir el vómito, así como utilizar neutralizantes como el carbón activado. Pero si el alimento ya ha pasado el estómago de tu perro, las sustancias tóxicas ya se han absorbido y estarán empezando, poco a poco, a producir el daño, de manera que será necesario que el veterinario realice una analítica de sangre y orina y utilice medicamentos y fluidoterapia para controlar la sintomatología. Si la anemia hemolítica está instaurada y es grave, puede necesitar una trasfusión de sangre.

Ahora que sabes que los perros no pueden comer puerro y lo que este alimento puede provocar en ellos, no te pierdas este vídeo en el que compartimos verduras que sí puedes darle con total seguridad:

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