Mi perro ladra cuando me voy: causas y qué hacer



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La soledad, el aburrimiento, el estrés, la ansiedad por separación y las dificultades para adaptarse a un nuevo hogar son las principales razones por las que los perros ladran, aúllan o lloran cuando se quedan solos. Aunque sean naturales, cuando se manifiestan con demasiada frecuencia, estos comportamientos suelen traer problemas con el vecindario. Es por ello que muchos tutores se preguntan “por qué mi perro ladra cuando me voy” o “qué hago si mi perro ladra y aúlla cuando me voy”.
Si estás pasando por esta situación, ¡has llegado al sitio ideal! En ExpertoAnimal hablaremos de las principales causas de esta conducta y cómo lidiar con ella a corto y largo plazo. ¿Empezamos?
¿Por qué mi perro ladra cuando me voy?
El lenguaje y la comunicación de los perros son muy diversos y es común que una misma conducta pueda tener múltiples significados. Por ejemplo, el ladrido es el principal sonido de los perros y puede manifestarse en diversas circunstancias para expresar estados de ánimos y necesidades muy distintas. Así pues, no hay una única respuesta a la pregunta “por qué mi perro ladra cuando me voy”.
Entender por qué esto le está sucediendo a tu perro requiere prestar atención a su rutina, su ambiente e incluso su salud. Para ayudarte, a continuación, listamos brevemente los principales motivos por los que los perros ladran cuando se quedan solos. Echa un vistazo:
Soledad
Los perros son animales gregarios que, naturalmente, viven, comen y duermen en grupos sociales (comúnmente llamados “manadas”). Por ende, independiente de su raza o edad, los canes no están biológica ni emocionalmente preparados para estar mucho tiempo solos. De hecho, la soledad excesiva puede desencadenar una serie de trastornos de comportamiento, como la destructividad y los ladridos excesivos, así como problemas de salud, como la depresión.
Así mismo, los cachorros y los perros ancianos suelen ser más propensos a pasarlo mal cuando se quedan solos. Ello se debe a que son particularmente sensibles en estas etapas de su vida, lo que los hace sentirse más vulnerables y menos seguros ante cualquier estímulo adverso o desconocido. Además, las razas de perros más independientes suelen lidiar mejor con la soledad. Aquí te decimos cuáles son: "Las razas de perros más independientes".
Aburrimiento
Aunque tu perro no pase muchas horas solo, lo más probable es que, en algún momento, se sienta aburrido y busque alguna forma de entretenerse. Cuando ello ocurre y el ambiente del perro no está debidamente enriquecido, la necesidad de mantener su mente y su cuerpo activos puede llevarlo a recurrir a conductas poco deseables para romper con la monotonía. En este contexto, el perro puede romper cosas, arañar muebles, puertas y paredes, ladrar o llorar incesantemente o incluso intentar escaparse.
Estrés
El estrés y el aburrimiento frecuentemente están relacionados, porque un perro que hoy manifiesta síntomas de estrés, previamente ha dado claras señales de que estaba aburrido. Ello es así porque una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido no permite que los perros gasten energía y se expresen libremente, lo que resulta en mucha tensión acumulada. En estos casos, ladrar mucho se manifiesta como un medio de descargar este exceso energético y aliviar el malestar por él generado.
No obstante, el estrés en perros puede estar relacionado con múltiples causas, que van desde cambios repentinos en su entorno hasta problemas de salud o trastornos metabólicos. Para profundizar en este tema, no dejes de leer: “Cosas que estresan a los perros”.
Ansiedad por separación
Sin duda, esta es la causa más habitual que suele dar respuesta a las preguntas: "por qué mi perro ladra cuando me voy de casa" o "por qué mi perro ladra cuando se queda solo". La ansiedad por separación puede definirse como un cuadro específico de estrés que se caracteriza por la incapacidad del perro de gestionar la soledad. Es decir, la fuente o el disparador de los síntomas de estrés, en este caso, es la ausencia del tutor. Ello supone una relación de hiperapego, donde el equilibrio emocional y cognitivo del perro se ve radicalmente afectado cuando no puede estar en compañía de su persona de referencia.
Los perros que sufren de ansiedad por separación suelen presentar síntomas como:
- Ladridos excesivos, principalmente cuando el tutor se va de casa.
- Aumento de la destructividad.
- Deposiciones fuera de lugar, o sea, hacer pis o caca en lugares inusuales, y en especial cerca de la puerta de entrada y salida del hogar.
- Alteraciones en el apetito, ya sea un incremento desmedido o la negativa de alimentarse mientras el tutor no regresa a casa.
Dificultades de adaptación
Antes de aprender a gestionar la soledad, un perro necesita acostumbrarse a su nuevo hogar. Es perfectamente normal y esperado que, durante los primeros días o semanas en un entorno completamente nuevo y desconocido, un perro se sienta desconfiado y algo inseguro. Ello se aplica no solo a los perros que han sido recientemente adoptados, sino también a los han experimentado una mudanza con su familia humana.
En este periodo de adaptación, es particularmente común que el perro ladre, llore o aúlle cuando se queda solo en este entorno desconocido, principalmente si aún es un cachorro. Además, es importante tener en mente que la gestión de la soledad también debe ser planteada al perro como un proceso gradual.
Problemas de salud
Las enfermedades y los trastornos que generan síntomas neurológicos o alteraciones en el estado de ánimo pueden hacer que el perro se sienta vulnerable, principalmente cuando se queda solo. Además, el dolor suele provocar llanto y vocalizaciones exageradas, pudiendo ser una explicación de por qué tu perro ladra y aúlla cuando te vas.
También cabe destacar que, a medida que envejecen, los perros experimentan una pérdida progresiva de sus capacidades sensoriales. En consecuencia, los perros ancianos son particularmente propensos a ladrar y reaccionar exageradamente ante cualquier estimulo. Para profundizar en este tema, fíjate en este post: “Señales de vejez en el perro”.
¿Qué puedo hacer si mi perro ladra cuando me voy?
Si tu perro ladra mucho cuando te vas de casa y te preguntas qué hacer, lo primero a tener en mente es que el tratamiento de este problema siempre depende del reconocimiento de la causa. Como hemos visto, hay casos en que los ladridos excesivos se manifiestan como síntomas de problemas de salud y de conducta complejos, los cuales requieren del diagnóstico y acompañamiento de un veterinario etólogo. Por ende, si percibes que el carácter de tu perro ha cambiado, no dudes en consultar rápidamente a un profesional.
No obstante, hay algunas medidas paliativas que puedes implementar de inmediato para intentar reducir la intensidad o la frecuencia con la que tu perro ladra cuando te vas o se queda solo. Las principales son:
- Déjale una prenda tuya. Es un truco muy sencillo que puede ayudar a tu perro a sentirse más seguro cuando esté solo en casa o no está contigo. Sentir tu olor en esa prenda que elijas, aunque no se equipare a tu presencia y el contacto directo contigo, ayudará a mitigar la sensación de soledad y extrañamiento que aflige a tu perro cuando te vas.
- Enriquece el ambiente. Asegúrate de dejar a disposición de tu perro una buena variedad de juguetes y recursos para que pueda divertirse y gastar energía mientras no estés en casa. Por ejemplo, el Kong es un recurso súper accesible que se muestra muy eficiente en el tratamiento y la prevención de la ansiedad por separación en perros y puedes conseguirlo en Amazon: Comprar Kong para perros. Para más consejos, echa un vistazo a: “Enriquecimiento ambiental para perros: ideas y juegos”.
- Prueba con los comedores interactivos o inteligentes. Otra buena idea para mantener a tu perro entretenido mientras te vas es sustituir su cuenco de comida tradicional por un dispensador de comida automático o interactivo, o incluso un comedero lento para perros.
- Constrúyele un refugio. Esta medida es particularmente recomendable para los perros recientemente adoptados y los que tienen miedo a los truenos u otros ruidos intensos. Tener un lugar donde refugiarse y sentirse resguardado ante circunstancias adversas, siempre ayuda a combatir problemas de conducta asociados a la inseguridad, la soledad y el miedo. Puedes aprovechar una caja de cartón cuyo tamaño sea compatible con el de tu perro y colocar dentro de ella una manta y una prenda de ropa tuya, así como algunas golosinas y juguetes que más le gustan.
- Añade aromas relajantes en su entorno. Hay varias hierbas y flores cuyo aceite esencial, esparcido por el ambiente, genera una sensación de calma y bienestar, auxiliando en el tratamiento y la prevención de la ansiedad y el estrés en perros. La manzanilla, la lavanda, la tila, la valeriana, el incienso y la vainilla pueden ser buenos aliados en este propósito. También podrías evaluar los beneficios de las flores de Bach para perros ansiosos, pero siempre junto a un veterinario.
- Consulta con un veterinario sobre el uso de feromonas. Las feromonas sintéticas de apaciguamiento (DAP) pueden usarse para complementar el tratamiento de la ansiedad por separación, el estrés y la inseguridad en perros. Sin embargo, no todos reaccionan positivamente a estos estímulos, por lo que su uso siempre debe ser recomendado y acompañado por un veterinario. Si te las recomienda, puedes conseguirlas en Amazon: Comprar feromonas sintéticas para perros.
- Evalúa los beneficios de darle un compañero. Si tu perro disfruta interactuando con sus congéneres, puedes evaluar los pros y los contras de adoptar a un segundo perro. Otra opción sería recurrir a los servicios de un hospedaje diario o guardería para perros, donde tu peludo podrá divertirse y estar acompañado mientras viajas o trabajas. Si optas por la primera alternativa, en ExpertoAnimal te contamos cómo introducir un segundo perro en casa:

¿Cómo evitar que mi perro ladre cuando me voy?
Pasando a la prevención de los ladridos excesivos, la clave es enfocarse en minimizar las fuentes de estrés en el ambiente de tu perro y optimizar tu estilo de vida. En este sentido, las principales pautas para evitar que tu perro ladre cuando te vas son:
- Establece una rutina sostenible a largo plazo. Naturalmente, los perros necesitan aferrarse a una rutina para sentirse más seguros y confiados, evitando exponerse a situaciones de peligro inminente. Por ello, es fundamental crear hábitos y respetar horarios, para que tu perro no se vea frecuentemente sorprendido por algún cambio repentino en su entorno.
- No descuides la estimulación física y mental. Los paseos son una parte esencial de la rutina de tu perro, y es aconsejable pasearlo al menos 3 veces al día. Ello debe complementarse con un ambiente enriquecido y el contacto regular con juegos de inteligencia que estimulan si inteligencia y habilidades sensoriales.
- Enséñale a gestionar la soledad. Como dijimos, todo perro debe tener la oportunidad aprender a gestionar la soledad gradualmente y no de forma brusca. Empieza dejando a tu perro solo algunos minutos y permanece cerca del hogar para percibir su reacción. Poco a poco, podrás ir aumentando ese tiempo y te darás cuenta de que, en un ambiente enriquecido, tu perro aprenderá que no necesita desesperarse porque siempre regresarás a casa para estar con él. Aprende el paso a paso de cómo hacerlo en: “Cómo dejar a un perro solo en casa”.
- Educa a tu perro. Desde su llegada al hogar, debes empezar a transmitir a tu mejor amigo qué conductas se consideran apropiadas y cuáles no. De esta manera, fomentas buenos hábitos de entrada y reduces las probabilidades de tener que trabajar en la modificación de conductas problemáticas en el futuro. Y aunque los perros sean perfectamente capaces de aprender a cualquier edad, cuanto antes comiences a enseñarle, más rápido será su aprendizaje. Si necesitas ayuda, aprovecha la siguiente guía: “Cómo educar a un cachorro”.
- Apuesta por la medicina preventiva. Para mantener a tu perro libre de enfermedades, es clave aplicarle las vacunas previstas en el calendario para perros, realizar las desparasitaciones internas y externas con la debida frecuencia, proporcionarle una alimentación completa y equilibrada, así como acudir al menos 1 o 2 veces al año al veterinario para constatar su estado de salud.
Por último, pero no menos importante, recuerda que, si no consigues solucionar el problema por ti mismo, puedes acudir a un profesional.

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