Mi perro me ha mordido, ¿qué hago?
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Los perros pueden llegar a morder por muchísimos motivos diferentes y, por supuesto, no siempre que un perro muerde a otro individuo significa que el animal es agresivo o que tiene problemas conductuales. La agresión hacia el propio tutor es poco frecuente, pero, si ocurre, debes estar informado y saber por qué ha podido ocurrir y qué es lo que puedes hacer tú al respecto.
En este artículo de ExpertoAnimal te enseñamos a diferenciar entre un ataque real y un marcaje, te contamos algunos de los motivos más frecuentes por los que un perro puede morder a su tutor y te asesoramos respecto a qué debes hacer tras el incidente. Sigue leyendo y descubre por qué tu perro te ha mordido y qué hacer.
¿Mi perro me ha mordido o me ha marcado?
Los mordiscos y los marcajes forman parte del amplísimo lenguaje de los perros y los utilizan con el objetivo de comunicar algo a otro individuo. En el momento en que un perro se siente incómodo, amenazado o, simplemente, le molesta el comportamiento de otro animal (sea este un ser humano o no), comienza a utilizar su lenguaje corporal y facial para mandarle señales al otro individuo, pidiéndole que abandone su conducta o que se aleje. En el caso de perros bien socializados y que gozan de buenas habilidades sociales, dichas señales seguirán un orden, siendo, al inicio, más sutiles e intensificándose poco a poco si es necesario.
Así pues, las señales de calma son las primeras que aparecen y con ellas el perro intenta evitar un conflicto y expresarle "educadamente" su incomodidad al otro individuo. Algunas señales de calma son, por ejemplo, relamerse, ladear la cabeza evitando el contacto visual, dar la espalda, bostezar, etc. No obstante, si el otro perro o persona no se da por aludido y continúa molestando al can, este pasará a emitir señales de amenaza, que son mucho más evidentes que las anteriores. Algunas señales de amenaza, en orden de intensidad, serían el levantamiento de belfos, el gruñido, el marcaje y, finalmente, la mordida.
Si tu perro te marca notarás cómo se abalanza hacia tu cuerpo con un movimiento muy rápido, rozándote con los dientes o pellizcándote la ropa o la piel con una leve presión para, inmediatamente después, retirarse sin dejarte ninguna lesión importante. En el caso de que experimentes este comportamiento por parte de tu perro, aléjate de él para darle espacio, mantén la calma y deja que el perro se relaje. Jamás le castigues por comunicarte su incomodidad y, por supuesto, no continúes haciendo aquello que molestaba al animal tras el marcaje.
Por otro lado, si el perro llega al punto de morderte, agarrará una parte de tu cuerpo con sus colmillos durante un rato, ejerciendo presión o zarandeándote y provocándote lesiones visibles. Tras unos segundos, es muy probable que sea el propio animal quien te suelte y se retire, aunque en ocasiones será necesario saber cómo hacer que el animal abra la boca. Para ello, puedes seguir, con ayuda de otra persona, los mismos consejos que los mencionados en este otro artículo: "¿Qué hacer si mi perro muerde a otro perro?".
¿Por qué mi perro me ha mordido?
Gran parte de las agresiones de perros hacia sus tutores se producen, tal y como hemos mencionado en el apartado anterior, por no conocer o no respetar el lenguaje canino. Aunque tu peludo no tenga ninguna intención de hacerte daño, cuando te envía señales de incomodidad y tú no respondes ante ellas o lo haces de manera incorrecta (por ejemplo, castigando al perro), a veces al animal no le queda más remedio que gruñir, marcar o morder para hacerse entender.
Sin embargo, no todos los mordiscos se producen por el mismo motivo, pues son muchas las causas que pueden desencadenar este comportamiento en un perro, tanto de forma voluntaria como involuntaria. A continuación, mostramos los motivos más frecuentes por los que un perro puede morder a su tutor:
- Miedo: el miedo es una de las principales causas de agresión en perros. Un can asustado, que se siente amenazado o que considera que no tiene escapatoria, puede recurrir al mordisco como estrategia para ahuyentar a otro individuo. Los perros pueden adquirir miedos como consecuencia de una socialización escasa o inexistente, una experiencia traumática o una educación basada en castigos, por ejemplo. Por ello, es habitual que un perro muerda cuando lo regañan. En este otro artículo explicamos Cómo socializar a un cachorro.
- Dolor: un perro que siente mucho dolor puede llegar a morder a su tutor si este lo molesta o lo manipula, aunque en realidad no quiera causarle ningún daño. Es por este motivo que, ante un cambio evidente en la actitud de tu peludo o la aparición repentina de comportamientos agresivos, se recomienda, en primer lugar, realizar un chequeo veterinario para descartar que el animal esté sufriendo algún proceso doloroso.
- Frustración y estrés: la frustración puede nacer en el perro cuando, por ejemplo, no se le permiten realizar los comportamientos propios de su especie, cuando se le educa desde el autoritarismo o cuando no es capaz de comunicarse de forma efectiva con otros individuos por falta de socialización. Todas estas situaciones, junto a muchas otras, pueden provocar un problema emocional en el perro y la aparición de comportamientos más impulsivos e intensos, como pueden ser las agresiones.
- Defensa: un perro no siempre muerde de manera ofensiva, pues también existe la posibilidad de que el animal simplemente se esté defendiendo de una potencial amenaza de la que no puede escapar. Esto ocurre, por ejemplo, si el can considera que otro perro o persona tiene intención de atacarle.
- Agresividad: por supuesto, un perro puede morder porque presenta un carácter agresivo en ciertos contextos o ante ciertos individuos. La agresividad tiene un componente genético y otro ambiental, por lo que son muchísimos los factores que se deben tener en cuenta a la hora de determinar el grado de agresividad de un animal.
- Juego: todos los perros juegan mordiéndose y este es un comportamiento completamente normal. Los cachorros aprenden muchísimo jugando y explorando a través de su boca, y el hecho de que lo hagan no implica que estén desarrollando un carácter agresivo ni mucho menos. Lo que debes hacer para evitar que tu cachorro o tu perro adulto te haga daño jugando es enseñarle a inhibir su mordida y a seguir una dinámica de juego diferente cuando interactúa con las personas, tal y como te indicamos en este artículo: "Mi perro juega muy brusco - ¿por qué y qué hacer".
- Protección de recursos: sucede cuando un perro protege activamente algún recurso que tiene gran valor para él, como puede ser un juguete o su comida, porque prevé que otro individuo se lo puede arrebatar. De este modo, cuando alguien se acerca a dicho recurso, el animal puede gruñir, ladrar e incluso morder en señal de advertencia. Es frecuente que sea el propio tutor quien, de manera inconsciente, provoque el problema de protección de recursos en su perro como consecuencia del uso de metodologías de educación erróneas o anticuadas. ¿Tu perro te ha mordido por la comida? Es probable que se trate de protección de recursos, pudiéndote haber mordido la cara o las manos al acercarte al cuenco. Es importante trabajar en ello para evitar que la situación empeore. Hablamos de ello en este otro artículo: "Protección de recursos en perros".
- Reacción refleja: a veces, los perros muerden de manera involuntaria como consecuencia de una acción refleja. En este caso, más que un mordisco, el animal suele realizar un simple marcaje y puede suceder si se asusta o se sorprende. Por ejemplo, si tu peludo está durmiendo y te acercas a tocarle, puede sobresaltarse y reaccionar contra ti de manera automática. En este caso, tu perro te ha mordido sin querer. Cuanto más sensible e impulsivo sea el animal de por sí, más probabilidad hay de que se comporte de esta forma.
Por supuesto, cada perro es un mundo y dos animales diferentes en un mismo contexto pueden tener reacciones totalmente distintas en función de su carácter, herencia genética, educación, socialización y experiencias vitales, entre muchos otros factores.
¿Qué hacer si mi perro me ha mordido?
¿Qué hacer cuando un perro muerde a su dueño? Si tu perro te ha mordido, lo primero que debes hacer es mantener la calma y no alterar ni castigar al animal. Aléjate de él, dale su espacio y deja que se relaje antes de iniciar cualquier otra interacción. Ten en cuenta que la gran mayoría de agresiones de perros a sus tutores se producen por malentendidos o falta de capacidad humana para interpretar y comprender el lenguaje canino, por lo que de nada serviría regañar al animal en este contexto.
Si el perro te ha mordido y te ha hecho sangre, lávate bien la herida con suero y, en caso de ser necesario, acude a un centro médico. Si tu perro está sano y tiene todas sus vacunas al día, no debes preocuparte, pues no hay riesgo de trasmisión de enfermedades.
Una vez que se haya calmado la situación, analiza qué es lo que ha podido ocurrir. Puede que el incidente se haya producido de manera accidental o que el perro haya actuado de manera totalmente voluntaria. Piensa en qué estabais haciendo justo antes del mordisco y si tu perro te estaba dando algún tipo de aviso de que se encontraba incómodo. Esto es muy importante, pues te servirá para evitar futuros ataques y te ayudará a comprender mejor el comportamiento de tu perro.
Igualmente, te recomendamos que, si has sufrido cualquier tipo de reacción agresiva por parte de tu perro, contactes con un etólogo o un educador canino que trabaje con metodologías actualizadas y respetuosas con el animal. El profesional valorará vuestro caso y te ayudará, entre otras cosas, a trabajar el vínculo y la comunicación con tu peludo.
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