¿Por qué mi perro me muerde jugando?
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Seguramente jugar con tu perro es una de tus actividades favoritas, ya sea un cachorro o un perro adulto. El juego no solo afianza el vínculo entre el can y el humano, sino que además constituye un buen ejercicio para ambos y una forma de aprovechar el tiempo que pasan juntos para divertirse.
En ocasiones, un perro puede llegar a morder durante los ratos de juego y, aunque esto parezca inofensivo las primeras veces, se convierte en un problema si no se trabaja a tiempo, poniendo en peligro a los miembros de la familia e incluso a personas desconocidas cuando se pasea al perro en la calle. Es por eso que en ExpertoAnimal queremos explicarte por qué tu perro muerde jugando y qué debes hacer en estos casos.
Una conducta normal en cachorros
La etapa de cachorro es el período de mayor actividad en la vida del perro. Los juegos, las carreras y las travesuras están a la orden del día durante esta fase, así como la exploración y el descubrimiento de nuevas cosas. Morder es algo común y beneficioso para los cachorros, ya sea entre los hermanos de la misma camada o con los compañeros humanos. Es algo positivo y bueno.
Sin embargo, cuando el cachorro ya tiene más de 3 semanas de edad, es el momento de empezar a trabajar la inhibición de la mordida con él para evitar que siga teniendo este molesto hábito, que a la larga puede convertirse en un problema. Tal vez te parezca exagerado, pero lo que hoy parece gracioso o insignificante en un perro, se transforma en una conducta indeseada al llegar a la adultez.
Para un cachorro morder es necesario, pues la aparición de los dientes y la muda de los mismos acarrea molestias en las encías, que el perrito tratará de aliviar mordiendo todo lo que encuentre en casa. Además, al igual que ocurre con los bebés, morder es una de las formas que tiene el perro de explorar el mundo que le rodea.
Pautas a seguir:
Para empezar a trabajar la mordida en cachorros será fundamental comprender que nuestro pequeño necesita morder, por lo que será básico que nuestro perro disponga de juguetes o mordedores variados y resistentes que pueda mordisquear a su antojo. Cada vez que nuestro pequeño utilice uno de sus objetos personales, será fundamental reforzarle positivamente con un "muy bien", una caricia e incluso una golosina.
Es muy importante no sobreexcitar a nuestro perro en los momentos de juego, ya que entonces existen más probabilidades de que descontrole su mordida. Tampoco le regañaremos si termina mordiendo nuestras manos, el castigo inhibe la conducta del perro y a la larga eso puede suponer un retraso en su aprendizaje. En lugar de ello, sigue este paso a paso:
- Cuando estéis jugando y tu cachorro te muerda, realiza un pequeño chillido de dolor y apártate de él, terminando el juego durante unos 2-3 minutos.
- Vuelve a jugar con él y si sigue mordiéndote, vuelve a mostrar dolor y a apartarte de él otra vez. La idea es que el perro asocie la mordida con el fin del juego.
- Sigue practicando este ejercicio y después de algunas repeticiones empezaremos a utilizar el comando "suelta" o "deja" cada vez que nos muerda, par empezar a enseñarle al mismo tiempo obediencia básica.
- Al mismo tiempo, debes reforzar el juego correcto y que emplee sus juguetes a la hora de mordisquear, para que acabe de asociar correctamente qué es lo que debe morder.
Al margen de este pequeño ejercicio para empiece a inhibir la mordida, será básico canalizar el estrés del cachorro con actividades diarias, las horas de sueño adecuadas y momentos de juego.
El estrés acumulado
Todos los perros, al igual que los humanos, tienen pequeños picos de estrés durante el día que deben canalizarse mediante ejercicio y actividades. El estrés en perros puede aparecer después de una riña, después de ladrarle a otro perro e incluso debido al aburrimiento.
Un perro aburrido, sin importar la edad que tenga, hará lo que sea con tal de drenar toda la energía que tiene acumulada, lo cual puede traducirse en una forma un poco violenta de jugar, ya sea provocando destrozos en la casa o mordiendo tus manos cuando te acercas a entretenerlo
Pautas a seguir:
Existen varios remedios para reducir el estrés en perro, como puede ser el uso de feromonas sintéticas, no obstante, para lograr que nuestro perro realmente empiece a reducir sus niveles de estrés será fundamental seguir algunos consejos de bienestar:
- Evita los estímulos que provocan estrés en el perro en la medida de lo posible. Si por ejemplo tu perro reacciona con otros perros, intenta pasearlo en las horas más tranquilas para evitar que sus niveles de estrés y ansiedad suban.
- Refuerza positivamente actitudes tranquilas y relajadas (estar tumbado, mostrarse tranquilo, hacer las cosas despacio), tanto dentro como fuera de casa. Puedes utilizar golosinas, pero lo más recomendable en perros muy estresados es utilizar palabras dulces en tono agudo como "muy bien" o "buen chico".
- Haz que tu perro practique ejercicio físico de forma diaria. Puedes emplear una pelota o un fresbee para jugar, pero si observas que le excita demasiado apuesta por una excursión por la montaña o una visita larga al parque.
- Aunque pueda sorprender, los juegos de olfato cansan mucho más que el ejercicio físico, por lo que te animamos a practicar pequeños juegos e incluso a comprar un juguete de inteligencia.
Ahora que ya conoces algunas pautas para aplicar en perros estresados no dudes en empezar a practicarlos, recuerda que empezarás a observar un cambio real en unos días.
La protección de juguetes
Algunos perros desarrollan un sentido de posesión excesivo hacia los objetos que consideran suyos, e inclusive hacia algunas personas. Cuando esto ocurre, no es de extrañar que, durante el juego, el perro actúa de forma agresiva si ve que tomas uno de sus juguetes, o que trate de morder a una persona o a un perro que se acerca al juguete.
Pautas a seguir:
La protección de recursos es un problema de conducta considerado grave, que debe trabajarse con un profesional, como puede ser un educador canino o un etólogo antes de que vaya a más. Podemos trabajar también las órdenes "quieto" y "déjalo" para poder evitar situaciones conflictivas, pero lo cierto es que necesitará sesiones de modificación de conducta o la retirada de sus juguetes para evitar entrar en conflicto.
El instinto depredador de los perros
Los perros aún conservan algunos comportamientos salvajes propios de su especie, y entre ellos se encuentra el instinto de caza. Hasta el perro que consideremos más manso lo tiene, pues se trata de algo inherente a la especie. Este instinto se deja ver especialmente durante el juego o cuando observa objetos y seres vivos en movimiento.
Cuando el instinto depredador pasa a convertirse en agresividad depredadora es el momento de evaluar el riesgo de la situación, especialmente si empieza a atacar o a lanzarse contra bicicletas, niños, adultos u otros perros.
Pautas a seguir:
Trabajar obediencia básica con nuestro perro de forma estricta es fundamental para poder controlar la situación, pero será necesario aplicar sesiones de modificación de conducta para trabajar la motivación del perro, la impulsividad y la agresividad. No obstante se trata de un problema que siempre persistirá ya que no existe mayor motivación para el perro que la caza.
Es importante señalar el uso de un arnés y correa altamente seguros en espacios públicos y que no debemos permitir nunca que niños o desconocidos jueguen con el perro. En casos graves puede ser muy recomendable el uso de bozal.
El dolor del perro, motivo frecuente de agresividad
Un perro que padece dolor puede reaccionar de forma agresiva en multitud de circunstancias, incluso cuando tratan de jugar con él. Ésta debe ser una de tus primeras opciones si el perro nunca antes ha sido violento y muestra repentinamente una actitud agresiva. Especialmente si manipulamos la zona que le produce dolor como si le tocamos con un juguete, el perro puede reaccionar de forma negativa y violenta.
Pautas a seguir:
Observa a tu perro para ver si realmente padece dolor y pide una visita veterinaria para descartar cualquier patología. Si finalmente descubres que el perro tiene algún dolor, evita que los niños lo molesten y bríndale un lugar tranquilo mientras sigues las instrucciones del médico.
La agresividad por miedo
El miedo tiene distintos detonantes en un perro. El can puede enfrentarse a una situación que le produce temor, como un ruido excesivo o un objeto nuevo, de forma violenta si no puede escapar o evitar el conflicto que le está produciendo ansiedad. Si mediante el lenguaje de los perros has llegado a la conclusión de que tu perro adopta posturas de miedo cuando jugáis, quizás te encuentres ante una agresividad por miedo.
Pautas a seguir:
El primer paso consistirá en identificar el estímulo que le provoca miedo: el juguete en sí, tu mano en alto, un grito, algo que se encuentre cerca... Puedes tardar algún tiempo en identificar que está provocando el miedo y una vez lo identifiques será básico evitarlo y empezarlo a trabajar con un educador de forma progresiva.
El instinto maternal
Una perra que acaba de dar a luz y cuida a sus cachorros estará más sensible tanto a la presencia de extraños como a la de su familia humana. Cuando está con sus cachorros y tratas de acercarte, así sea para darle algo de cariño o para jugar con ella, puede creer que dañarás a su camada y entonces es cuando se produce la agresividad maternal.
Pautas a seguir:
Realmente no es necesario trabajar las aproximaciones al nido, ya que en unas semanas este tipo de conducta reactiva cesará. No obstante, si consideras importante acercarte a la camada deberás trabajar de forma gradual el acercamiento:
- Empieza hablándole con voz pausada y tranquila a una distancia prudencial, en la que no reaccione o se ponga excesivamente alerta.
- Impide que personas desconocidas se acerquen a ellos o que los niños los molesten. Lo ideal sería que tu perra entendiera que tratas de protegerla.
- Lanza, desde lejos, algunos premios sabrosos como pedacitos de pollo, queso o frankfurt.
- Empieza a trabajar las aproximaciones: un paso adelante, un paso hacia atrás mientras sigues utilizando premios que lanzarás a una distancia prudencial.
- No seas invasivo y trabaja este ejercicio de forma diaria, quizás tardarás algunos días en acercarte completamente a los cachorros, pero lo importante es que tu perra lo permita y que se encuentre tranquila.
- Refuerza siempre, incluso cuando la perra ya tolere bastante bien tu presencia.
Finalmente te recordamos que el post-parto no es el momento más indicado para practicar juegos con tu perra, ya que probablemente los rechazará para volver pronto con sus cachorros.
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