Mi gato se frota y me muerde: causas y qué hacer



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El afecto, el marcaje, la necesidad de captar tu atención, los problemas en la comunicación y el estrés pueden explicar por qué tu gato se frota contigo y te muerde. Al contrario de lo que muchos piensas, las mordidas no siempre son una reacción agresiva, pues los gatos muerden por varias razones. Y cuando esta conducta se combina con el acto de frotarse, incluso puede tener connotaciones muy positivas.
Si te haces preguntas como “por qué mi gato se frota y muerde” o “por qué mi gato se frota contra mí y me muerde”, ¡sigue leyendo este artículo del ExpertoAnimal y descubre las principales causas!
Afecto
Si tu gato se frota contigo y, en seguida, mordisquea tus manos, pies u otra parte de tu cuerpo, esta puede ser una demostración de afecto. Es normal que esto te parezca extraño, pues las formas que tienen los gatos para expresar sus emociones son bastante distintas a las nuestras, basándose principalmente en el lenguaje corporal.
En el contexto del amplio y versátil sistema de comunicación gatuno, las “mordidas de amor” son más comunes de lo que muchos piensan. Lógicamente, nos referimos a mordiscos suaves que vienen acompañados de una postura relajada o incluso ligeramente agitada, como invitando al juego. Cuando esta conducta se combina con el acto de frotarse contra el tutor, esta es una excelente señal. Ello porque, al refregar su cuerpo o cabeza contra la de una persona, los mininos logran impregnarlos con su olor a través de la liberación de feromonas. Al percibir su olor en esta persona, el gato puede reconocerla como uno de los suyos, sintiéndose más a gusto y seguro en su compañía.
¿Qué hacer?
Pues, ¡nada! Como vimos, que tu gato se frote contigo y te muerda, siempre y cuando lo haga de forma suave, es señal de que compartís un lindo vínculo. ¡Felicitaciones y a seguir fomentando este lazo de confianza!
Pero, si tu gato te muerde fuerte y adopta una postura defensiva cuando te acercas, estamos hablando de otra situación muy distinta. Puedes profundizar en sus causas y consejos de cómo actuar aquí: "¿Por qué mi gato me ataca?".

Marcaje
Cuando tu gato se frota contigo, consigue liberar feromonas que tienen un efecto tranquilizante en su propio organismo. Quizás no lo sepas, pero este es un tipo de marcaje en gatos que, lejos de querer expresar posesión o dominancia sobre sus tutores, contribuye enormemente a la conformación de los grupos sociales en el universo gatuno.
De hecho, los gatos que conviven y conforman un grupo social (que es lo más cercano al concepto de “familia” para los humanos), suelen frotarse unos con los otros, así como mordisquearse y lamerse (aloacicalamiento). Todas estas conductas son naturales y cruciales para la constitución de un vínculo emocional y un sentido de pertenencia, los cuales permiten que estos individuos convivan en armonía.
Dado que los gatos no cambian su forma de interactuar al relacionarse con las personas, es natural y esperado que estas conductas también se manifiesten en el núcleo familiar de los mininos. Es decir, que los gatos se frotan contra las personas, al igual que con otros gatos, para “marcarlas” con su propio olor. Ello puede manifestarse con cierta frecuencia y total normalidad, como una vía de refuerzo del vínculo. No obstante, la conducta de frotarse y morder puede verse intensificada por la percepción de un aroma inusual o el olor de otros animales. Por ejemplo, si regresas a casa con olor a otro minino que acariciaste en el camino, es muy probable que tu gato se frote contigo y te muerda suave para volver a reconocer en ti sus marcas propias (y no la de otros gatos). Ello es clave para restablecer el equilibrio en su entorno, permitiéndole sentirse nuevamente seguro en tu compañía.
¿Qué hacer?
Una vez más, no es necesario ni recomendable que hagas nada para reprimir ni mucho menos castigar estas conductas instintivas. Las mismas forman parte de la naturaleza de tu minino, por lo que intentar inhibirlas supone ir en contra de las libertades básicas del bienestar animal. Además, al hacerlo corres el serio riesgo de dañar vuestro vínculo.
Sin embargo, si tu gato marca con orina dentro de casa, puedes encontrar algunos consejos prácticos en: “Trucos para que mi gato no marque territorio".

Llamada de atención
Pese a su naturaleza independiente, los gatos también buscan el contacto, tanto por razones afectivas y emocionales como por necesidades básicas. Y no hay que negar que ellos son unos verdaderos expertos cuando se trata de captar nuestra atención. De hecho, es muy probable que hayas observado que, cuando debe pedirte algo, tu minino no mide esfuerzos ni maullidos.
Bromas aparte, los gatos realmente suelen vocalizar más a la hora de comunicarse con los humanos que con sus congéneres. Pero, cuando necesitan transmitirnos una necesidad o un deseo, las vocalizaciones intensificadas pueden venir acompañadas de acciones algo exageradas, como:
- Refregarse contra el suelo, lo que se conoce popularmente como “hacer la croqueta”.
- Tirar cosas al suelo con sus patas u hocico.
- Saltar y correr frenéticamente por toda la casa.
- Echarse sobre ti o tus accesorios/materiales de trabajo (el clásico gato que se tumba sobre el ordenador cuando requiere de atención).
- Frotarse contigo y morderte, etc.
¿Qué hacer?
Pues, lo obvio: identifica la necesidad o deseo que tu gato trata de transmitir y atiéndelo. Solo tú podrás saber qué puede necesitar en ese momento del día... Quizás tenga hambre, ganas de jugar, se sienta asustado por algún estímulo extraño, o incluso puede que se sienta mal y te esté pidiendo ayuda o compañía. En este último caso, puedes guiarte por estas “señales de que un gato está enfermo”.
Conducta adquirida
“Por qué mi gato se frota y me muerde jugando” es otra pregunta común entre los tutores. La explicación de esta conducta, mucha veces, está en la propia educación que ellos han brindado – o no – a sus mininos. Esto es así porque somos nosotros quienes debemos encargarnos de transmitir a nuestros gatos qué significa “portarse bien” y “portarse mal” según nuestros parámetros.
Si desde una temprana edad permites que tu gato se frote y te muerda para entretenerse y compartir tiempo contigo, lo más probable es que él termine asimilando que esta es una forma totalmente aceptable de interactuar contigo.
¿Qué hacer?
Si no quieres que tu gato se frote contigo y muerda cada vez que jugáis, es esencial que no fomentes esta conducta en ninguna etapa de su vida, pero principalmente en su fase de cachorro, pues es cuando su carácter esta en plena formación. Con este propósito, sigue estas pautas básicas:
- No uses tus dedos, pies o manos para simular un juego de cacería.
- Si tu gato se frota y te muerde jugando, en este exacto momento, dile un firme “NO” e interrumpe el juego.
- Preséntale los recursos apropiados para morder, como los juguetes mordedores, por ejemplo. Aquí encontrarás varias ideas: "Juguetes ideales para gatos pequeños".
- Cada vez que tu gato juegue contigo sin morder, ofrécele un premio para estimular la asimilación de esta buena conducta.

Problemas de comunicación
Otra ocasión en que podemos provocar de forma inconsciente la manifestación de respuestas defensivas en nuestros mininos, es cuando no conocemos su lenguaje corporal y terminamos desplegando acciones o gestos que tienen una connotación negativa en el universo gatuno. Algunos ejemplos muy comunes son:
- Mirar fijamente a los ojos de un gato, lo que se interpreta como una especie de reto.
- Obligar un gato a aceptar besos o permanecer en un abrazo. Estas demostraciones de afecto humanas suponen una limitación de movimientos y capacidad de reacción para los gatos. En consecuencia, son altas las probabilidades de que el minino reaccione negativamente para recuperar su estado de equilibrio y libertad.
- Acariciar la barriga de un gato (o intentar hacerlo). Esta zona es sumamente sensible, pues contiene varios órganos vitales, y los mininos suelen rechazar cualquier mínimo intento de contacto o manipulación. Así pues, aunque tu gato re muestre la panza, ello no significa que te está invitando a acariciarlo allí.
¿Qué hacer?
Simple: evita hacer cosas que estresan a tu gato y respeta su propia forma de ser, no tratando de imponer la cultura y las costumbres humanas. Además, vale la pena dedicar algo de tiempo para obtener al menos unos conocimientos básicos sobre los gestos y la comunicación de los gatos, ya que ello evitará muchos conflictos en el futuro. Para ayudarte en esta tarea, te recomendamos la siguiente lectura: "El lenguaje corporal de los gatos".
Destete prematuro y socialización deficiente
Durante sus primeras semanas de vida, los gatitos aprenden de su madre los códigos básicos de la comunicación y la conducta social de los gatos, así como los limites del juego. Es por ello que los gatos cachorros que son separados prematuramente de su progenitora tienden a desarrollar conductas agresivas relacionadas al juego.
Así mismo, la falta de un buen proceso de socialización también suele acentuar el riesgo de manifestación de respuestas agresivas o exageradas en contextos inadecuados. Ello sucede debido a que, cuando un gato no es socializado correctamente, no puede desarrollar plenamente su confianza, como tampoco asimilar una mayor variedad de recursos para lidiar con contextos y estímulos diversos. En consecuencia, se vuelven más propensos a recurrir a mordiscos, arañazos y otros gestos defensivos u ofensivos ante circunstancias que les generan incertidumbre, incomodidad o miedo.
¿Qué hacer?
Sin duda, lo primero es permitir que los gatitos permanezcan junto a su madre y hermanos hasta completar totalmente el destete. No obstante, si tuviste que acoger a un gatito recién nacido en tu hogar, puedes consultar la siguiente guía: “Cuidados para gatos recién nacidos sin madre".
Otra medida clave será empezar a socializar a tu gato desde cachorro, y preferiblemente antes de su tercera o cuarta semana de vida. Pero, si no has podido hacerlo en el momento más oportuno, no dejes de aprovechar estos consejos de socialización para gatos adultos.

Estrés
El aburrimiento y el estrés también pueden explicar por qué tu gato se frota y te muerde. En estos casos, los actos seguidos de refregarse y morder se manifiestan como válvulas de escape para la tensión acumulada. Al no encontrar los medios más positivos o adecuados para liberar el exceso energético que le causa incomodidad, el minino recurre a lo que está a su alcance para liberar el exceso energético que le genera incomodidad. Es ahí que pueden manifestarse varias conductas indeseadas e incluso peligrosas, que van desde romper cosas y arañar muebles, hasta un incremento de la agresividad.
Además, en casos más severos, el estrés crónico puede conllevar a la repetición incesante de ciertas conductas instintivas en los gatos. A ello se le denomina estereotipias y pueden afectar a todas las especies.
¿Qué hacer?
El tratamiento del estrés en gatos depende necesariamente de la identificación de la causa. Teniendo en mente que son muchas las cosas que estresan a los gatos, lo mas recomendable es siempre contar con la orientación de un veterinario (mejor aún si es un veterinario etólogo). Mas allá de examinar a tu minino y solicitar pruebas, este profesional puede interpretar los signos comportamentales que pueden indicar qué le está sucediendo a tu gato y, en base a ello, proponer pautas de tratamiento específicas.
Así mismo, en muchos casos, el estrés en gatos es consecuencia de una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido. Por ello, para prevenir y mitigar sus síntomas, es fundamental enriquecer el ambiente de tu minino con una buena variedad de juguetes, rascadores e estímulos sensoriales, los cuales le permitan ejercitarse y entretenerse. Para más ideas y consejos, fíjate en este post: "Enriquecimiento ambiental para gatos".
Finalmente, antes de despedirnos, queremos invitarte a conocer algunos consejos prácticos para lidiar con el estrés en gatos de una mejor manera: "Cómo relajar a un gato estresado".

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