Bull arab

Los perros bull arab se originaron en Australia en los años 70 del siglo XX. Su destino era el trabajo y la caza de jabalíes. También se les conoce por Australian Pig Dog, Aussie Pig dog, BA o Arab. La raza se caracteriza principalmente por presentar un gran sentido del olfato que le permite detectar los jabalíes a 6 km de distancia.

Este perro fue creado por el criador Mike Hodgens, que buscaba un perro de gran tamaño que tuviese fuerza, habilidades veloces y buena capacidad de rastreo que sirviera para la caza. Sin embargo, dejó de criarlos en los años 80. A partir de entonces, continuaron otros criadores.

Tradicionalmente, el bull arab se considera 50% bull terrier por su fuerza en la mordida, 25% de greyhound por la vista y la velocidad y 25% de braco alemán o pointer inglés por su olfato e inteligencia. Otras teorías dicen que es una mezcla entre el mastín y el gran danés o el bull terrier y el doberman.

Los Bull arab son unos perros grandes, los machos con una altura de 63 a 69 cm y una altura de 61 a 66 cm las hembras. Poseen un peso de 32 a 42 kg. Se trata de un perro de fuertes proporciones, con una espalda fuerte y recta y un cuello algo arqueado, fuerte y de longitud moderada. Otros rasgos físicos:

• La cabeza no es muy grande.
• Los ojos brillantes de color acorde al pelaje.
• Las orejas son caídas y de tamaño medio.
• Las patas traseras son fuertes para las rápidas carreras en las cacerías.
• Los pies son ovalados con dedos arqueados.
• La cola es afilada hasta un punto y con una longitud proporcional al cuerpo.
• El pelaje del bull arab es corto y liso de ligera doble capa en climas fríos.

Colores del bull arab

La capa de esta raza es predominantemente de color blanco o crema con manchas de colores más oscuras pero también pueden presentar los siguientes:

• Rojo
• Negro
• Hígado con nariz roja
• Ante
• Plateado
• Azul
• Atigrado
• Tostado

Los bull arab son unos perros activos, leales, amigables e independientes. Tienen un buen carácter y se llevan bien con los niños y las personas desconocidas. Son perros tranquilos y equilibrados, siempre que obtengan su ración diaria de ejercicio y actividad, ya que son unos perros destinados al trabajo de caza.

Pese a ser unos perros tranquilos y leales, tienen cierta fama de agresividad en Australia debido a ciertos ataques a personas en varios estados del país. Sin embargo, el Consejo Regional de Mackay afirma que esta mala fama proviene de personas que tienen a estos perros mal socializados.

La educación del perro bull arab no debe ser muy complicada. Son perros muy inteligentes y hábiles para aprender. Eso sí, se debe buscar frenar esos instintos que tienen de caza tan fuertes.

Hasta las 8 semanas tras su nacimiento, deben acostumbrarse a personas, situaciones y acontecimientos durante su periodo de socialización, que será clave para el futuro carácter del perro. El mejor entrenamiento es mediante el refuerzo positivo, que busca la rápida velocidad de aprendizaje mediante técnicas poco estresantes y agradables para el perro, lo que consigue una educación más veloz y eficaz.

Los bull arab son perros que necesitan mucha actividad diaria, por lo que sus cuidadores deben estar comprometidos en que no le falte ejercicio, actividad y movimiento diario.

Los cuidados que necesitan los perros bull arab son:

• Alimentación equilibrada, destinada para la especie canina y la cantidad suficiente para cubrir sus necesidades energéticas diarias según sus condiciones particulares (edad, metabolismo, condiciones ambientales, estado fisiológico, etc).
• Desparasitación interna y externa para prevenir enfermedades causadas por parásitos, lo que a su vez evita la transmisión de otros organismos patógenos que contengan los parásitos.
• Vacunación rutinaria para prevenir las enfermedades infecciosas que más frecuentemente afectan a los perros.
• Cepillado del pelaje cuando lo requieran.
• Baño cuando el pelaje esté sucio o necesite un champú con tratamiento.

Los bull arab tienen una esperanza de vida de 12 a 15 años, considerándose una raza fuerte y saludable siempre que se mantengan una serie de cuidados, controles y profilaxis sanitaria en el veterinario.

Algunos problemas a destacar en el bull arab son los siguientes:

• Epilepsia: enfermedad neurológica que consiste en una actividad eléctrica aumentada del cerebro, debido a que se estimulan de forma espontánea las células nerviosas. Esto hace que se despolaricen y deriven en un ataque epiléptico de corta duración en el que se produce convulsiones constituidas por temblores y contracciones localizadas o generalizadas en las que se puede, o no, perder el conocimiento.
• Cataratas: se produce cuando se desarrolla una opacidad en la lente del ojo, el cristalino. Esta opacidad puede ser total o parcial y puede causar ceguera.
• Luxación primaria del cristalino: enfermedad que consiste en la rotura o el debilitamiento de los ligamentos que sostienen el cristalino del ojo. Esto trae como consecuencia que el cristalino no se encuentre en su posición óptima habitual como lente del ojo, por lo que puede causar dificultades en la visión e incluso ceguera en los bull arabs afectados. Generalmente ocurre entre los 3 y 6 años de edad.
• Dilatación gástrica: estos perros tienen tendencia a desarrollar una dilatación del estómago después de la ingestión tras un intenso ejercicio o por ansia de comer, principalmente. Además, un estómago dilatado puede rotar, causando una dilatación-torsión del estómago que produce graves signos clínicos en los perros, como aumento de la salivación, dificultad respiratoria, depresión, anorexia, vómitos improductivos, dolor de abdomen intenso, palidez de las mucosas, malestar, desfallecimiento y shock.
• Criptorquidia: alteración en el descenso normal de los testículos de los machos. En su lugar, en vez de descender al escroto, se quedan en el abdomen o a medio camino, en la región inguinal. Si no se soluciona, se extirpa y se esteriliza, puede causar una torsión testicular o cáncer de testículo.

Los bull arab son unos perros originarios de Australia, siendo raros en otras localizaciones, por lo que puede ser bastante difícil conseguir la adopción de un ejemplar. Antes de tomar la decisión, se debe recapacitar si realmente se cuenta con el tiempo que estos perros requieren diariamente para ejercitarse y liberar su gran actividad.

Si es el caso, el paso siguiente es preguntar en refugios y protectoras si tienen algún perro de la raza en adopción. Si no es el caso, en ocasiones pueden informar sobre la raza o se puede investigar en asociaciones de rescate de alguna de sus razas progenitoras e indagar.