Yorkshire blanco o parti yorkie

Existe cierta controversia acerca del origen del yorkshire blanco, pues, por un lado, hay quienes afirman que los primeros ejemplares proceden de Inglaterra, que es el país de origen del yorkshire estándar, y, por otro lado, quienes defienden que los parti yorkies nacieron en los Estados Unidos y que lo hicieron a través de un proceso de selección y con una finalidad meramente estética.

Lo cierto es que la denominada coloración "parti" de estos perros (dorado, azul oscuro y blanco) se manifiesta gracias a la activación de un gen recesivo, por lo que si ambos progenitores son portadores de este gen, pueden tener descendencia de color blanca aunque ellos luzcan el color estándar. Como consecuencia de esto, los yorkies tricolores existen desde hace tanto tiempo como los tradicionales, no obstante, no siempre fueron tan bien valorados como lo son ahora. De hecho, antiguamente los criadores regalaban o incluso sacrificaban a los cachorros que nacían con coloración blanca al considerarlos de "baja calidad". Pero esto cambió cuando, gracias a la presión de algunos criadores y amantes de los yorkshire blancos, el American Kennel Club (AKC) realizó un exhaustivo estudio genético que demostraba que los parti yorkies son exactamente igual de puros que los yorkshire de coloración estándar y, gracias a esto, se permitió que esta variante fuera registrada de forma oficial por primera vez en el año 2000.

El parti yorkie es un perro de pequeño tamaño cuyo peso no suele superar los tres o cuatro kilogramos y su altura ronda los 20 centímetros hasta la cruz. El rasgo más distintivo de esta raza es, sin duda, su largo y brillante pelaje que destaca por ser muy liso, fino y de una agradable textura sedosa. En su cuerpo se puede observar una línea dorsal que transcurre completamente recta desde su nariz hasta su cola y separa el pelo, de forma que este cae de forma simétrica por ambos lados.

El yorkshire blanco tiene unas pequeñas orejas erectas, en forma de V invertida y recubiertas de pelo más corto. Su sentido del oído es excepcional y su musculatura le permite orientar ambas orejas de manera individual para poder ubicar con exactitud la fuente de un sonido. Sus ojos son brillantes, negros y de mediano tamaño, lo que aporta al parti yorkie una expresión atenta e inteligente. Por su parte, su trufa es también de color negro y se ubica al final de un hocico no demasiado largo.

Hace unos años era habitual amputar la cola a los cachorros de yorkshire, tanto de la variedad estándar como de la tricolor. No obstante, esta práctica ya no es frecuente y, de hecho, está prohibida en varios países por ser completamente innecesaria, cruel y responder únicamente a un factor estético. La cola natural de esta raza es larga, de inserción alta y está recubierta de pelos que cuelgan formando flecos.

Colores del yorkshire blanco

Como su propio nombre indica, el color predominante en este perro es el blanco, combinado con los colores tradicionales del yorkshire terrier: el fuego y el azul acero oscuro. El AKC reconoce este característico manto y le otorga el nombre de "parti-color" y, por ello, los yorkshires que nacen tricolores se conocen con el nombre de parti yorkies.

En ocasiones, el parti yorkie se confunde con el biewer yorkshire terrier, otra raza de características muy similares y que, además, también es tricolor. No obstante, el biewer terrier cuenta con un patrón cromático más estable recogido en el estándar de su raza, mientras que la coloración del parti yorkie y la disposición de sus marcas son aleatorias.

A pesar de su pequeño tamaño, el yorkshire blanco es un perro fuerte, atlético y muy valiente. En sus orígenes, los yorkies fueron criados para cazas ratas y otros roedores que se colaban en los hogares más humildes de Inglaterra. Con el tiempo, esta raza se fue convirtiendo en una de las favoritas de la alta sociedad, que los mantenía en casa como animales de compañía, y sus habilidades de caza dejaron de valorarse, pues ya no interesaban. A pesar de ello, estos perros todavía conservan su carácter decidido, astuto y vivaz, propio de aquellos canes que poseen un gran instinto de caza.

El parti yorkie permanece siempre atento a lo que ocurre a su alrededor y no dudará en ladrar para avisar a sus tutores ante la presencia de desconocidos o de algún acontecimiento que le resulte extraño. Con una buena socialización, son perros afables y suelen mostrarse amistosos, aunque pueden ser algo testarudos, por lo que su educación requiere paciencia en algunos casos.

Los yorkshires blancos no requieren, en general, unos cuidados demasiado costosos pero, si queremos incorporar un perro de esta raza a la familia, sí que hay que tener en cuenta que debemos dedicar tiempo a mantener su manto saludable. Los parti yorkies apenas pierden pelo, lo cual lo convierte en un can con propiedades hipoalergénicas, ideal para personas sensibles o alérgicas. No obstante, su pelo nunca deja de crecer y es fácil que, con el tiempo, acumule suciedad, se enrede y acabe formando nudos. Para evitar esto, es recomendable cepillar al yorkshire blanco con bastante frecuencia utilizando un cepillo especial para perros de pelo largo e ir retocándolo a medida que crezca para que no entorpezca sus movimientos o le ocasione molestias. Si nos resulta complicado mantener intacto el pelo natural de esta raza, podemos optar por cortárselo nosotros mismos o acudir a un estilista canino con regularidad pero, a no ser que sea estrictamente necesario por algún motivo de salud, jamás debemos raparle, puesto que dejamos su piel demasiado expuesta y eliminamos su principal capa de protección contra la suciedad, los parásitos y los cambios de temperatura.

La alta energía del yorkshire blanco hace necesario que se le proporcione ejercicio físico de forma diaria, pero su adaptabilidad la convierte en una raza muy adecuada para un amplio número de perfiles, por lo que puede ser igualmente feliz viviendo en el campo con una persona muy activa que le lleve a hacer rutas por el monte o en un piso en la ciudad, siempre que se le pasee, al menos, tres veces al día y se le ofrezca suficiente estimulación mental. Para ello, no te pierdas nuestro artículo sobre le Enriquecimiento ambiental en perros.

Al igual que ocurre con otros perros de raza pequeña, uno de los principales errores que comenten los tutores de parti yorkies es el sobreprotegerlos por considerarlos canes frágiles y delicados, cuando esto no es así. Es importante que, desde cachorros, comencemos poco a poco a socializar al yorkshire blanco con otras personas y también con otros perros de diferentes tamaños, sin temer por si alguno más grande le pudiera hacer daño. Si habituamos a nuestro yorkie, por ejemplo, a subir a nuestros brazos en presencia de cualquier estímulo que consideremos "potencialmente peligroso", podemos estar provocando que, en el futuro, muestre problemas de comportamiento relacionados principalmente con miedos o fobias.

El yorkshire blanco es un perro atento e inteligente que requiere de estimulación mental para no aburrirse o desarrollar estrés, por lo que una buena idea puede ser realizar con él pequeñas sesiones diarias de entrenamiento utilizando refuerzo positivo en las que le enseñaremos habilidades que pueden ser más o menos complejas en función de nuestra experiencia y de la predisposición que muestre el perro.

Finalmente, remarcar que la tendencia natural de este perro hace que sea propenso a salir corriendo tras otros animales y a ser bastante ladrador y tozudo en algunas situaciones, por lo que su educación en estos aspectos requerirá de paciencia y constancia por parte del tutor.

La esperanza de vida del parti yorkie es muy elevada, siendo frecuente que lleguen a alcanzar los 15 o 16 años, pero para garantizar una vida longeva es imprescindible tener en cuenta algunos de los principales problemas de salud a los que se suelen enfrentar los yorkshires blancos y actuar a tiempo para poder prevenirlos y tratarlos.

En primer lugar, al tratarse de un perro de dimensiones tan reducidas, posee una mandíbula muy pequeña en la que es frecuente que se acumule sarro y placa dental. A largo plazo, esto puede ocasionar enfermedades periodontales, pérdida prematura de piezas dentales o infecciones graves que pueden incluso afectar a otros órganos sanos, como el corazón. Para evitar esto, es recomendable mantener a nuestro parti yorkie una buena higiene bucal permanente a través de cepillados regulares, suplementos u ofreciéndole ocasionalmente snacks naturales o huesos recreativos que le ayuden a eliminar la placa dental. Si el problema ya ha aparecido, una limpieza bucal completa llevada a cabo por un veterinario es la mejor solución.

Los problemas oculares como el entropión o la displasia de retina también son relativamente frecuentes en esta pequeña raza, así como algunas patologías musculo-esqueléticas, entre las que destaca la luxación de rótula. Llevar a cabo revisiones anuales y acudir al veterinario si observamos cualquier comportamiento extraño o indicio de dolor son la clave para tratar a tiempo estas complicaciones.

Por último, proporcionar a nuestro parti yorkie una dieta balanceada y de muy buena calidad bajo supervisión de un veterinario nutricionista también resulta indispensable para la prevención de otros problemas frecuentes en la raza, como las alergias, dermatitis o patologías gastrointestinales, todas ellas muy relacionadas con la alimentación.

El hecho de que el yorkshire blanco sea un perro de raza no quiere decir que no podamos encontrar ejemplares en protectoras esperando encontrar una familia definitiva. Por desgracia, todavía hay personas que consideran que la aparición de la variante parti yorkie en una camada de yorkshire terriers estándar es indicador de mala genética, por lo que en ocasiones los criadores acaban deshaciéndose de los cachorros.

Además, el yorkshire es una raza tremendamente conocida alrededor de todo el mundo y muy atractiva, especialmente por su tamaño toy. Esto hace que mucha gente los adquiera como capricho o como regalo para otras personas y que después los acabe abandonando por no poder hacerse cargo de ellos, no preocuparse en educarlos o no tener tiempo para cubrir adecuadamente sus necesidades. Por este motivo, no resulta complicado encontrar en perreras y refugios perros yorkshire (tanto blancos como estándar), cruces o perros de características muy similares que buscan un hogar. Eso sí, en caso de querer adoptar, es muy importante que lo hagas con responsabilidad, ya que un nuevo abandono puede tener graves consecuencias en el animal.