Pipetas, collares antiparasitarios o espráis, ¿qué es mejor?
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Diariamente, nuestros gatos y perros son susceptibles al ataque de parásitos como pulgas, garrapatas, ácaros, piojos, moscas y mosquitos que, además de producir daño directo mecánico-irritativo y dermatitis alérgica a la picadura en el caso de las pulgas, también pueden dañar indirectamente mediante la transmisión de microorganismos y parásitos internos responsables de enfermedades como leishmaniosis, ehrlichiosis, la enfermedad del gusano del corazón, teniasis intestinal, anemia infecciosa felina, enfermedad de Lyme o anaplasmosis, entre otras.
Continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal para conocer las pipetas, los collares y los espráis antiparasitarios como métodos antiparasitarios preventivos en perros y gatos y saber cuál elegir.
¿Cómo funcionan los collares antiparasitarios?
Los collares antiparasitarios se presentan en forma de collar para perros y gatos, pudiendo usarse junto con sus collares habituales e, incluso, pudiéndose mojar ocasionalmente. Su efecto se produce tras la constante absorción de pequeñas dosis de principios activos que se difunden a través de la grasa cutánea y el pelo, lo que permite la transmisión por toda la superficie corporal. De esta manera, nuestras mascotas quedarán protegidas durante varios meses.
Los collares antiparasitarios, como mínimo, liberan un producto repelente o insecticida, como el imidacloprid, que trata y previene las pulgas y la dermatitis alérgica que pueden producir, así como los piojos. También pueden llevar un piretroide como la flumetrina, con actividad acaricida y preventiva de ácaros y garrapatas. Otro producto es la deltametrina, con amplio espectro y gran acción repelente de los mosquitos que transmiten la leishmaniosis (Phlebotomus perniciosus) y la enfermedad del gusano del corazón o dirofilariosis (complejo Culex pipiens).
¿Cómo funcionan las pipetas antiparasitarias?
Las pipetas antiparasitarias contienen un líquido antiparasitario que se debe aplicar en una zona donde el animal no llegue, como la piel de la nuca o de la zona interescapular, donde el producto penetrará en la piel y se distribuirá durante algunas semanas para repeler los ectoparásitos, incluidos los mosquitos. Es importante no bañarlos dos días antes y dos días después de la aplicación del producto para garantizar su eficacia.
Estas pipetas pueden combinar principios activos como:
- El fipronil: que altera el sistema nervioso de los insectos y combate todos los ectoparásitos.
- El metopreno: que inhibe el crecimiento de las pulgas.
- La permetrina: que se usa solo en perros como insecticida y repelente y no se utiliza en gatos por su elevada toxicidad y el imidacloprid que hemos comentado antes. Si quieres saber más, no dudes en leer este otro artículo sobre la Permetrina en perros: sus usos, dosis y efectos secundarios.
¿Cómo funcionan los espráis antiparasitarios?
Los espráis antiparasitarios son los más inmediatos, ya que el líquido se pulveriza a contrapelo masajeando de forma suave con guantes sobre toda la superficie del perro o del gato para acabar con los parásitos existentes en ese momento. En los gatos, es mejor pulverizarlo en nuestras manos y acariciarlos a contrapelo, ya que les suele estresar el sonido.
Es frecuente que lleven fipronil, un insecticida de amplio espectro que actúa por contacto, produciendo una hiperexcitación de las neuronas de ectoparásitos como pulgas, piojos y garrapatas con gran poder residual tras su aplicación. Aquí puedes encontrar más información sobre Fipronil para gatos.
Comparativa entre pipetas, collares antiparasitarios y espráis
La mayor duración del efecto preventivo viene dada por los collares antiparasitarios, que pueden llegar incluso a los 8 meses, dependiendo del producto y del parásito. Por otro lado, las pipetas duran de dos a seis semanas aunque algunas pueden durar hasta tres meses y los espráis antiparasitarios pueden prevenir hasta dos meses la infestación por pulgas y solo un mes las garrapatas y los piojos, además de ser más costosos de aplicar.
Sin embargo, los espráis antiparasitarios son los únicos que se pueden usar en cachorros jóvenes, a partir del segundo día de vida, mientras que los collares no deben usarse en perros de menos de dos meses y las pipetas en menores de nueve meses, pero hay que tener en cuenta que los espráis no acaban con las larvas, requiriendo el uso de pipetas o collares.
Hay que tener en cuenta que si vivimos en zonas donde hay mayor incidencia de leishmaniosis o enfermedad del gusano del corazón, sería muy útil la colocación de un collar antiparasitario o una pipeta con buena acción frente a los mosquitos transmisores.
Dependiendo de la época del año bastará con un collar antiparasitario solo o el uso combinado con pipetas mensuales, como ocurre en primavera y verano. Este factor hay que contemplarlo sobre todo en los perros que pasan mucho tiempo en campos y exteriores por existir un mayor número de parásitos.
Pese a que no salgan de casa, en los gatos también debemos prevenir las parasitaciones con collares o pipetas mínimo cada tres meses. Si el gato sale al exterior, la prevención debería ser más exhaustiva, con collares junto con pipetas mensuales o cada dos meses.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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