¿Por qué está la vaquita marina en peligro de extinción?

Las vaquitas marinas son los cetáceos, al igual que delfines y ballenas, de menor tamaño que existen. Las hembras, más grandes que los machos, no superan el metro y medio de longitud. Son, por tanto, mamíferos marinos.

Las principales diferencias entre las vaquitas o marsopas y los delfines es que sus dientes son aplanados, tienen el morro chato, una aleta dorsal triangular y poseen un tamaño muy pequeño en comparación. Esta especie de marsopa, concretamente, tiene la característica de poseer unos labios sobresalientes.

Son animales muy tímidos que rara vez se acercan a las embarcaciones humanas. Cuando salen a respirar, lo hacen por periodos muy cortos de tiempo.

Se sabe que la vaquita marina es endémica de la zona norte del Golfo de California. Su área de distribución se restringe a la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado. Se cree que su distribución es tan reducida debido a que esta especie, a diferencia de otras marsopas, es de aguas cálidas y una corriente de aguas frías limita la salida de las vaquitas de la zona del golfo.

Vive en aguas someras, como mucho, podemos encontrarlas a 40 metros de profundidad. A distancias de entre 3 y 33 kilómetros de la costa, en aguas turbias, por lo que la comunicación acústica de esta especie es muy importante.

La alimentación de la vaquita marina es totalmente carnívora. Se alimentan de una variedad de peces demersales o bentónicos, calamares y crustáceos. Esto se conoce gracias a los datos obtenidos de estudios de contenidos estomacales de animales varados muertos.

Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), la vaquita marina se encuentra en peligro crítico de extinción debido a varias razones:

• En 1997 la estimación del número de vaquitas fue de 567, desde entonces la población se ha reducido en un 94%. La amenaza principal son los enredos con la redes de enmalle que sigue sin cesar.
• La población total en el año 2017 era de 30 individuos, siendo el número de individuos maduros, claramente, muy inferior a 50.
• La disminución del número de individuos es continua y todos los individuos maduros se encuentran en la misma subpoblación, por lo que podría producirse endogamia y perderse la variabilidad genética.
• En el año 2015 se estimó que la probabilidad de extinción en los próximos 10 años, es superior al 50%. Aun así, se cree que los análisis efectuados subestiman el riesgo de extinción y que la especie desaparecerá mucho antes.

Para evitar la extinción de la vaquita marina, en 1997 se creó el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA). Desde entonces, este comité ha redactado nueve informas con recomendaciones para evitar el declive de la especie. La recomendación más importante fue la de prohibir permanentemente la fabricación, posesión o uso de todas las redes de enmalle en tierra o mar a lo largo de toda la región donde vive la vaquita.

En junio del año 2017, se publicó la prohibición permanente en el Registro Federal de México que ilegalizó el uso o el transporte de redes de enmalle, la pesca nocturna y se restringieron los puntos de entrada y salida de las embarcaciones. A pesar de esto, la pesca ilegal ha seguido ocurriendo, por lo que el estado de la especie no ha mejorado.

El comité CIRVA, también recomendó el traslado de las vaquitas marinas a un santuario lo más rápido posible. Además, la vaquita marina figura en el Apéndice I de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción (CITES).

Imagen: galarscience.com.mx

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