Gato somalí
Con muchos rasgos en común con su raza hermana, el gato abisinio, se considera muchas veces que esta es su versión de pelo largo. No obstante, el somalí es mucho más que eso, ya que constituye una raza en sí misma, con muchas virtudes, tales como su carácter o su inteligencia, sin desestimar su porte elegante y señorial, además de ese pelaje tan bonito que le sirve como distintivo frente a otras razas similares. Hoy en día goza de mucha popularidad, esto es comprensible debido a todas las bondades que brinda tener a uno de ellos como compañero, como veremos en este artículo de ExpertoAnimal.
Si estás pensando en compartir tu vida con uno de estos felino, a continuación te explicamos las características del gato somalí, sus cuidados principales, curiosidades y mucho más. ¡Sigue leyendo!
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Origen del gato somalí
Fue en la década de los 50 del pasado siglo cuando la hibridación, llevaba a cabo por criadores de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y Canadá, entre gatos abisinios con siameses, angoras y persas, dio lugar a la aparición en las camadas de ejemplares con pelo largo. Al principio estos individuos de pelo más largo que sus congéneres eran despreciados y regalados, ya que para los criadores carecían de interés al no poseer pedigrí. Sin embargo, con el transcurso del tiempo y la sucesión de cruces, cada vez aparecían más de estos cachorros en las camadas, as,í en los 60, un criador canadiense decidió separar a estos gatitos de pelo largo y consiguió que se constituyera la raza. La criadora americana Evelyn Mague fue la que logró en 1967 conseguir criar gatos abisinios de pelo largo de forma controlada.
Fue en 1979 cuando se reconoce por primera vez de manera oficial la raza de gatos somalí, que fue denominada de esta forma debido a que proviene de los abisinios, los cuales a su vez son originarios de Etiopía, país limítrofe a Somalia. Este reconocimiento lo protagoniza la Cat Fancier Association (CFA), y lo sigue la Fédération Internationale Féline (FIFe) que lo acepta en 1982.
Características físicas del gato somalí
El somalí es un gato de tamaño mediano, con un peso comprendido entre los 3,5 y los 5 kilogramos, aunque hay ejemplares que pueden llegar a pesar 7 kilos. Su cuerpo es musculoso y estilizado, lo que le dota de una apariencia sumamente elegante y majestuosa. Sus extremidades son alargadas y esbeltas, pero no por ello dejan de ser fuertes y robustas. Generalmente, su esperanza de vida es de entre unos 9 y 13 años.
La cabeza del gato somalí es triangular, con una suave hendidura que hace que su frente sea ligeramente abombada. El hocico es alargado, al igual que la nariz, y con forma de cuña. Sus orejas son grandes y anchas, con terminación en punta marcada y pelo más largo, como en la cola, la cual es larga y en forma de plumero, con un pelo largo y denso. Los ojos son grandes y almendrados, de párpados oscuros, presentando una gama de colores que van desde el verde al dorado o al cobre.
El pelo del gato somalí es semilargo, aunque en la cola y las orejas es algo más largo que en el resto del cuerpo. Esta capa de pelo es densa y suave, no presenta capa lanosa, por lo que es sensible al frío. Los colores del pelo son muy particulares, ya que en un mismo pelo presenta varias tonalidades diferentes. Por ejemplo, es frecuente que el color sea más claro en la raíz y se vaya oscureciendo hasta llegar a las puntas, lo cual se denomina ticking y le otorga una apariencia increíblemente especial. La gama de colores incluye el azul, sorrel, fawn y salvaje o ruddy.
Ahora que conoces las principales características del gato somalí en cuanto a apariencia física, vamos a ver las correspondientes a su temperamento.
Carácter del gato somalí
El gato somalí se caracteriza por ser activo y risueño, adora la compañía y los juegos con sus humanos, pues es una raza de gato muy enérgica y necesita liberar toda esa energía para mostrarse relajado y evitar el nerviosismo. Por si esto no fuera suficiente, el gato somalí es muy inteligente, mostrándose muy colaborador en el adiestramiento y aprendiendo órdenes sencillas con una sorprendente facilidad y rapidez.
A estos animales les encanta hacer vida en el exterior, pero esto no quiere decir que no se adapten perfectamente a la vida en un piso, aunque en este caso hemos de proporcionarle los estímulos suficientes para que no se aburra y pueda ejercitarse y saciar su inquieta curiosidad. Para ello, puede ser interesante saber más sobre qué es y para qué sirve el enriquecimiento ambiental, así como los beneficios que tendrá para nuestro felino.
Cuidados del gato somalí
El gato somalí, al tener un pelaje semilargo, necesitará cepillados diarios, con el cepillo más conveniente según las características de su manto, para mantener su pelaje sano y libre de suciedad y pelos muertos. El mantenimiento del pelo será sencillo, ya que este no se suele enredar y no es demasiado largo. Podemos complementar los cepillados con el uso de productos contra las inconvenientes bolas de pelo, tales como la malta, vaselina o aceites específicos para este uso.
Hemos de proporcionarle una alimentación de calidad, con piensos lo más ricos en carnes posible y con una menor proporción de cereales y subproductos. Además, hemos de moderar su ingesta, ya que es un gato que tiende a la glotonería. Aunque bien es cierto que la suele compensar con sus ratos de juegos y actividad física, especialmente los felinos tranquilos o sedentarios pueden llegar a desarrollar fácilmente sobrepeso y obesidad, con los trastornos que estos acarrean.
Así mismo, hemos de controlar el estado de sus uñas, ojos, orejas, boca y dientes, así como mantener al día sus vacunas y revisiones veterinarias, que ayudarán en la prevención y diagnóstico precoz de posibles alteraciones en la salud de nuestra mascota. Por supuesto, no debemos olvidar el ya mencionado enriquecimiento ambiental, por lo que será fundamental practicar con el gato somalí juegos de inteligencia, proporcionarle varios rascadores, juguetes que le permitan cubrir su instinto de caza, etc.
Salud del gato somalí
La salud del gato somalí es realmente envidiable, ya que la raza no presenta enfermedades congénitas, siendo una de las más sanas y fuertes de las razas felinas.
Sin embargo, pese a la buena predisposición de gato somalí y a su magnífica genética, hemos de mantener a nuestro gato protegido de diversas enfermedades contagiosas, esto lo conseguiremos por medio de las vacunas, que nos ayudarán en la prevención de enfermedades tanto víricas, como el caso de la peligrosa y letal rabia felina, como bacterianas. Así mismo, para una completa medicina preventiva, se recomienda administrar antiparasitarios, tanto externos como internos, que lo mantendrán libre de pulgas, garrapatas, piojos y gusanos intestinales, todos ellos bastante dañinos para su salud e incluso para la nuestra, ya que existen algunas enfermedades zoonóticas, es decir, que pueden ser transmitidas a los humanos.
- Fédération Internationale Féline. Abyssinian/Abessinier/Abyssin/Somali. Disponible en: http://www1.fifeweb.org/dnld/std/ABY-SOM.pdf
- The Cat Fanciers Asscociation. About the Somali. Disponible en: http://cfa.org/Breeds/BreedsSthruT/Somali.aspx
- World Cat Federation. Somali. Disponible en: http://www.wcf-online.de/WCF-EN/standard/semi-longhair/somali.html