Razas de perros mexicanos
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Más allá de su extraordinaria cultura y gastronomía, México destaca como la tierra natal de razas caninas muy antiguas y emblemáticas, como el chihuahua y el xoloitzcuintle. Los perros mexicanos llaman la atención no solo por su peculiar aspecto, sino también por su carácter fuerte, valiente y sumamente leal a sus tutores. Solo existen 5 razas de perros mexicanos que conocemos como: techichi, Chihuahua, Xoloitzcuintle, calupoh o perro lobo mexicano y pitbull chamuco mexicano.
Y si eres un apasionado por el universo perruno, hoy en ExpertoAnimal, te invitamos a conocer un poco más sobre las razas de perros mexicanos pequeños, medianos y grandes. ¡Sigue leyendo!
Chihuahua o chihuahueño
Es el perro más pequeño del mundo y la raza canina originada en México que goza de mayor reconocimiento a nivel global. Pese a su diminuto tamaño, el chihuahua o chihuahueño es ampliamente conocido por su temperamento alerta, valiente y, a veces, algo intrépido.
Así mismo, se trata de un perro inteligente y versátil, cuya personalidad puede variar bastante en función de la educación que recibe y el ambiente donde vive. En este sentido, la socialización temprana es clave para prevenir problemas de comportamiento muy comunes en esta raza de perros mexicanos pequeños, como puede ser los ladridos excesivos y las actitudes “celosas” o incluso agresivas.
También es interesante mencionar que el perro chihuahueño es una de las razas más antiguas del continente americano. Aunque no esté 100% comprobada, la hipótesis más aceptada sobre sus orígenes, dice que su principal ancestro ha sido el extinto perro techichi, del cual hablaremos más adelante.
Si eres el feliz tutor de un chihuahua y necesitas ayuda para educarlo, no pierdas esta guía: “Cómo adiestrar a un chihuahua”.
Xoloitzcuintle
El xoloitzcuintle, o simplemente “xolo”, es una raza de perros sin pelo muy antiguos, los cuales eran venerados por la civilización azteca en el México prehispánico. De hecho, su nombre es una clara referencia a Xototl, el dios azteca de la muerte, que solía ser representado como un hombre con cabeza de perro. Para los aztecas, el xoloitzcuintle había sido creado por el mismísimo dios Xototl con el propósito de guiar a los muertos en su travesía hacia el inframundo.
Lamentablemente, tras la colonización española, la población de perros xoloitzcuintle se ha reducido radicalmente, y esta raza de perros mexicanos ha estado muy cerca de extinguirse. No obstante, durante el siglo XIX, algunos criadores locales empezaron a emprender una jornada de recuperación, mediante cruces entre los escasos ejemplares que permanecían con vida. Así mismo, el xoloitzcuintle sigue siendo uno de los perros más raros del mundo en la actualidad.
En líneas generales, se trata de un perro compacto y musculoso del cual se reconocen tres subtipos en función de la talla: toy, estándar y grande. El xoloitzcuintle también destaca un carácter leal, paciente y amigable, así como una gran predisposición al entrenamiento.
Calupoh o perro lobo mexicano
A diferencia de sus compatriotas que figuran en nuestra lista de razas de perros mexicanos, el calupoh destaca por su talla grande y voluminoso manto de color negro. La altura a la cruz puede variar entre 62 y 75 cm en los machos, y de 58 cm a 70 cm en las hembras. Ambos sexos muestran un cuerpo ligeramente alargado, robusto y bien musculado, pero de aspecto elegante.
Poco se sabe con exactitud sobre los orígenes del calupoh, pero se trata de un perro híbrido que nace de cruces entre el lobo gris mexicano y varias otras razas caninas, los cuales se habrían producido sistemáticamente en México hasta el siglo XVI.
Un dato histórico interesante sobre esta raza de perros mexicanos es que se han encontrado vestigios de individuos de esta raza en varios sitios espirituales, como la Pirámide de la Luna, el Templo Mayor de Tenochtitlan y el Templo de Quetzalcóatl. Estos hallazgos apuntan a que el Calupoh o perro lobo mexicano podría haber surgido hace más de 1700 años, y probablemente ha estado asociado a un gran simbolismo espiritual para las antiguas civilizaciones mexicanas.
Pitbull chamuco mexicano
Estos perros mexicanos han sido desarrollados a partir de cruces entre el American Pitbull Terrier (APBT) y varias otras razas caninas de importante contextura física. Por esta razón, en la actualidad, no se reconoce al chamuco o pitbull mexicano como una raza bien definida, sino como una variante o línea sanguínea procedente del pitbull terrier americano.
Cabe resaltar que no se sabe exactamente cuántas o cuales razas han sido empleadas para la creación del pitbull chamuco mexicano. No obstante, se especula que el bóxer, el american bully y el extinto bulldog mexicano pueden haber estado involucrados en este proceso.
El resultado, lógicamente, ha sido un perro poderoso, con musculatura muy bien desarrollada y mandíbulas sumamente fuertes. Así mismo, el chamuco o pitbull mexicano tiene un cuerpo estilizado (no macizo ni tosco) y de talla mediana, con una altura a la cruz de alrededor de 35 centímetros.
Al igual que los demás tipos de perros pitbull, el chamuco mexicano carga con varios estigmas respecto de su carácter. Pero, en realidad, es un perro sumamente cariñoso y devoto a sus familiares, que necesitan una buena dosis de ejercicios físicos diarios para preservar un comportamiento equilibrado.
Además, como han sido creados y entrenados durante años para las peleas de perros, requieren de una socialización temprana y bien orientada para aprender a convivir pacíficamente con sus congéneres. Por todas estas razones, su tenencia no está recomendada para tutores principiantes.
Techichi
Como mencionamos anteriormente, esta extinta raza de perros mexicanos suele considerarse como el antepasado precolombino del chihuahua o chihuahueño. Sus orígenes remontan a la civilización tolteca, la cual ha florecido en la parte central del antiguo México entre los siglos X y XII.
Para los toltecas, el techichi era un perro de trabajo y compañero espiritual ya que, además de auxiliar en diferentes tareas de campo, también se los consideraba como un guía de las almas hacia el inframundo. De hecho, se han encontrado restos de estos extintos perros dentro de varias tumbas del periodo prehispánico.
Estos restos han permitido descubrir que se trataba de un perro de talla pequeña, que difícilmente superaría los 30 centímetros de altura a la cruz, con orejas puntiagudas y cola corta.
Por otro lado, investigaciones históricas han revelado que su extinción se debió a que, durante un severo periodo de escasez del ganado entre los siglos XVI y XVII, los perros techichi fueron considerados como alimento.
Si te interesa este tema, echa un vistazo al siguiente artículo: “Razas de perros extintos en el mundo”.
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