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Setter inglés

 
Setter inglés

El setter inglés es una raza inglesa muy antigua que existe desde la Edad Media y fue destinada para la caza de aves. Son unos perros enérgicos y sociables, que adoran la compañía humana en todas sus edades, así como la compañía de otros animales, siempre que no sean una presa potencial, con la que no pueden contener su instinto cazador.

Son unos perros de gran tamaño, robustos y con formas equilibradas, que tienen un pelaje largo, suave y ondulado moteado muy característico. Su educación debe ser firme y constante, ya que, pese a que son muy inteligentes, pierden muy rápido la atención y se distraen con facilidad. Son fuertes y sanos, pero parecen estar predispuestos a una serie de enfermedades. Continúa leyendo esta ficha de raza de ExpertoAnimal para conocer las características del setter inglés, el origen de la raza, el carácter, la educación, los cuidados, la salud y dónde adoptar un setter inglés.

Origen
  • Europa
  • Reino Unido
Clasificación FCI
  • Grupo VII
Características físicas
Altura
  • 15-35
  • 35-45
  • 45-55
  • 55-70
  • 70-80
  • Más de 80
Peso adulto
  • 1-3
  • 3-10
  • 10-25
  • 25-45
  • 45-100
Esperanza de vida
  • 8-10
  • 10-12
  • 12-14
  • 15-20
Actividad física recomendada
  • Baja
  • Media
  • Alta
Clima recomendado
Tipo de pelo

Origen del setter inglés

El bello setter inglés es un perro originario de Inglaterra, lugar donde fue definida la raza. Su origen se remonta a la Edad Media, se piensa que estos perros descienden del braco, el pointer francés y el pointer español, pero también tiene parte de la raza spaniel en su ADN. Este perro se conocía antiguamente como “spaniel setter”.

En el siglo XIX, el inglés Edward Laverack inició la cría y el programa de selección de esta raza a partir de una pareja que consiguió en 1825. De esta forma, se definierón aquí las características de la raza setter inglés durante más de medio siglo. Después de su muerte, su amigo Richard Purcell Llewellyn mezcló perros de Laverack con setters de otros criadores y desarrolló una variante de la raza más pequeña denominada setter inglés Llewelyn, especialmente destinada para la caza y el trabajo de campo, a diferencia del setter inglés Laverack, una raza más grande y llamativa para concursos de belleza canina.

Estos perros fueron criados para cazar aves con red desde hace más de cinco siglos. Gracias a su increíble olfato, estos perros se quedaban quietos a ras del suelo cuando detectaban a sus presas, momento en el cual los cazadores sabían que debían extender la red para cazar dichas aves, siendo modificada posteriormente por una postura casi sentada con la llegada de las armas de fuego para que los cazadores pudieran verlos a distancia.

En 1890 se fundó el English Setter Club y se aceptó a nivel internacional su estándar. Con el paso de los años, estos perros se han ido haciendo cada vez más populares, siendo hoy una raza conocida a nivel mundial.

Características del setter inglés

El perro setter inglés es corpulento y de tamaño mediano a grande, con una altura hasta la cruz de entre 55 y 68 cm y un peso de entre 25 y 30 kg. La esencia de esta raza se encuentra en su cabeza y su expresión tierna y amable, con su hocico cuadrado y cráneo ovalado con hueso occipital bien definido. Las orejas deben ser de implantación baja con longitud moderada y con el pelo superior de la oreja más grueso. Los ojos son de color marrón oscuro, grandes y expresivos que siempre están alerta.

Siguiendo con las características del setter inglés, la mandíbula de este perro debe tener un cierre en tijera completo y regular, quedando los incisivos superiores por delante de los inferiores. El cuello es esbelto y bastante largo. El lomo cae ligeramente al final y el pecho es profundo. La cola es fuerte y tiene en su implantación flecos de pelo y una longitud media que no deberá llegar más allá del corvejón. Las patas son fuertes y robustas para soportar mucha actividad.

Colores del setter inglés

El pelo del setter inglés es más abundante en las orejas, el pecho y las patas. Dicho pelo es largo, ondulado, sedoso y moteado. El patrón de colores se debe a la combinación del tono blanco del pelo con el color del moteado o manchado, por lo que se distinguen los siguientes tipos:

  • Setter inglés blue belton: blanco y negro
  • Setter inglés orange belton: blanco y naranja
  • Setter inglés hígado belton: blanco y marrón-rojizo
  • Setter inglés tricolor: blanco, negro y naranja

Carácter del setter inglés

El setter inglés es un perro muy simpático y amigable con todo tipo de personas y animales, llevándose muy bien con niños y siendo también sociable con adultos y mayores. Es un perro dependiente que necesita la compañía humana para ser feliz, por lo que no es una raza canina apta para personas que tiendan a pasar muchas horas fuera de casa. Así mismo, raramente mostrará comportamientos agresivos.

Cabe destacar que, por su gran instinto de caza, tiende a perseguir cualquier presa potencial, por lo que si tienes otro tipo de animal de compañía en casa, como aves o pequeños roedores, puede estar en peligro.

Por otro lado, estamos ante una raza canina muy activa y enérgica. No obstante, pese a ser unos perros muy activos que necesitan estar en movimiento diario, cuando llegan a casa se suelen relajar y calmar en sillones o camas, siempre y cuando hayan podido gastar la energía acumulada. Por último, resulta importante resaltar que esta raza canina no soporta quedarse sola en casa, por lo que es recomendable educar a estos perros para que sepan gestionar la soledad de una forma positiva.

Educación del setter inglés

El setter inglés es un perro muy inteligente, hecho que indicaría que es un can fácil de entrenar y educar, pero no es del todo así, puesto que es una raza tan inteligente como despistada, de manera que se distrae con mucha facilidad. Por este motivo, se deberá llevar a cabo un entrenamiento constante y equilibrado, basado en el refuerzo positivo premiando las conductas deseadas, sin castigos ni retirada de alimento o juegos, ya que esto solo hará más estresante el proceso educativo.

Hay que tener especial cuidado en su entrenamiento con su tendencia a ladrar y su gran instinto de caza. Por este último motivo, es fundamental llevar a cabo una correcta socialización desde el principio, tanto si adoptamos a un setter inglés cachorro como si se trata de un ejemplar adulto. Este proceso es fundamental, sobre todo, si en el hogar hay otros animales, como conejos o cobayas. Para ello, recomendamos consultar estos artículos:

Cuidados del setter inglés

Por su alto grado de energía y vitalidad, estos perros necesitas realizar mucho ejercicio todos los días, especialmente cuando están en crecimiento. Es un perro perfecto para aquellos cuidadores que tengan mucho tiempo libre y que disfrutan realizando largas caminatas, hacen excursiones o salen a correr. Así mismo, es importante ofrecerles un buen enriquecimiento ambiental con juguetes variados.

Otro aspecto importante a tener en cuenta en cuanto a los cuidados del perro setter inglés es la higiene del pelo. Su largo y sedoso pelaje debe ser cepillado al menos una o dos veces por semana para evitar nudos y enredos. La higiene de los oídos también es importante, sus largas orejas pueden predisponer a la acumulación de cera y secreciones que fomentan las infecciones. Los dientes también deben ser higienizados a diario para mantener una buena salud dental y prevenir daños y enfermedades en encías y dientes.

Estos perros tienen tendencia a engordar, especialmente aquellos ejemplares que no realizan todo el ejercicio diario que necesitan. Por este motivo, se deberá racionalizar correctamente su alimentación para no pasarse ni quedarse cortos, utilizando un alimento completo y equilibrado destinado a la especie canina y dando de dos a tres tomas diarias. También deben tener agua siempre a su disposición.

Dado que estamos ante perros dependientes que no toleran bien la soledad, dentro de sus cuidados debemos tener muy presente este hecho, puesto que no pueden permanecer solos durante muchas horas o podrían tornarse perros destructivos.

Para prevenir enfermedades infecciosas se debe llevar a cabo una correcta y completa pauta de vacunación, y para evitar los parásitos y las enfermedades que estos pueden transmitir, los setter ingleses deben desparasitarse de forma rutinaria.

Salud del setter inglés

La esperanza de vida de los setter ingleses se encuentra entre los 10 y los 14 años. Por lo general, son unos perros bastante sanos, pero cabe destacar algunos problemas que con cierta tendencia pueden padecer. Estos problemas son:

  • Displasia de cadera y de codo: parecen tener predisposición hereditaria a la incongruencia entre los huesos que forman la articulación de la cadera y del codo. Esto produce inestabilidad en la articulación que la dañará y debilitará progresivamente, desarrollando artrosis, dolores, cojeras y debilidad o atrofia muscular.
  • Rotura de cola: debido al gran entusiasmo del setter inglés, estos perros pueden golpear la cola sobre superficies duras y quebrarse algunos de sus huesos caudales o coxígeos.
  • Otitis: como hemos comentado, las largas orejas de estos perros predisponen al acúmulo de secreciones que fomentan las infecciones y las inflamaciones del pabellón y del canal auditivo, lo que hace que desarrollen otitis infecciosas o parasitarias que desprenden mal olor y causan mucho dolor y picor en los perros afectados.
  • Sordera: posiblemente asociado al color blanco, algunos ejemplares pueden nacer sordos o parcialmente sordos de uno o varios oídos.
  • Dilatación gástrica: al ser tan voraces y tener tanto apetito y vitalidad, pueden ingerir alimento de forma voraz, especialmente tras realizar ejercicio intenso, y provocar que el estómago se dilate y se llene de aire. Esto predispone a su rotación y el bloqueo de la irrigación sanguínea pudiendo causar signos clínicos como sialorrea, depresión, vómitos no productivos, anorexia, palidez de las mucosas, dolor, desfallecimiento y shock.
  • Alergias cutáneas: estos perros tienen la piel sensible, lo que predispone a que padezcan alergias cutáneas o ser secundarias a la genética, el estado nutricional y el entorno. Los setter ingleses son especialmente sensibles a los ácaros del polvo y a la caspa humana y, en menor grado, a los hongos, polen y picaduras de pulgas.

¿Dónde adoptar un setter inglés?

Adoptar un setter inglés no debe ser demasiado difícil, puesto que, lamentablemente, debido a que son canes con tendencia a ladrar y que no soportan muy bien estar solos durante mucho tiempo, son muchas las personas que deciden abandonarlos o llevarlos a las protectoras. De esta forma, preguntando en protectoras de animales y refugios podría dar la casualidad de encontrar algún ejemplar o de que nos digan dónde poder adoptar uno. Otra opción es buscar asociaciones de rescate de perros setter en internet, donde habrá varios perros de la raza en adopción.

Cabe destacar que todos los perros se merecen la adopción, son igual de maravillosos aunque no sean un setter inglés ni tengan otro tipo de pedigree o raza. Por ello, te animamos a adoptar un perrito siempre y cuando puedas cubrir todas sus necesidades, sin importar si es de raza o mestizo.

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