Spitz japonés

Aunque no se sabe a ciencia cierta a partir de qué cruce surgieron los spitz japoneses, se especula que posiblemente sean una mezcla entre diversos tipos de spitz provenientes de Europa, como el spitz ruso o el alemán. Lo cierto es que es una raza que se ha preservado casi intacta desde que llegó a Japón en los años 20, pues apenas ha salido de ese país, donde es muy popular. También está emparentada con razas tan conocidas como los samoyedos, así como con los esquimales americanos.

En Japón, el Japanese Kennel Club oficializó la raza en 1948 y la Federación Cinológica Internacional (FCI) hizo lo correspondiente en 1964, aunque su estándar no fue publicado hasta 1987.

Los spitz japoneses son perros de pequeño tamaño cuyo peso se encuentra entre los 6 y los 12 kilogramos, aunque la mayoría de los ejemplares no sobrepasan los 10 kilos, especialmente las hembras. La altura a la cruz es de entre 30 y 38 centímetros. De esta forma, no podemos hablar de spitz japonés miniatura ni enano debido a que su tamaño es superior al de un can considerado "toy".

Otras características que diferencian al sptiz japonés de otros perros de esta categoría son las siguientes:

• Su cuerpo es compacto y más ancho que largo, con patas cortas y una cola larga de inserción alta.
• La cabeza es mediana, con formas redondeadas y un hocico fino acabado en punta roma.
• Sus ojos son ligeramente grandes y oblicuos, de forma almendrada y color oscuro.
• Las orejas son pequeñas, triangulares, de inserción alta y erguidas hacia delante.

Los spitz japoneses son muy llamativos por una cuestión en particular: su precioso y largo pelaje blanco, que siempre debe ser blanco puro, ya que no se aceptan otros colores ni patrones. Este manto presenta dos capas: la superior es de pelo recto, liso y no demasiado denso, mientras que la inferior es corta, suave y de densidad considerable. La longitud del pelo varía en las diferentes partes del cuerpo del spitz; por ejemplo, en la cara o la parte anterior de las patas, este pelo será corto, mientras que en el resto del cuerpo, como la cola o el cuello, su longitud será sensiblemente mayor.

Los perros de la raza spitz japonés son particularmente dulces y cariñosos, de carácter apacible y muy sensibles. Se recomiendan para la vida en familia, ya que adoran y necesitan la compañía y el cariño constantes. Es por esa razón que no son la mejor opción si no podemos pasar mucho tiempo con ellos, ya que la soledad les afecta negativamente y puede causarles diversos trastornos psicológicos.

Se llevan genial con los niños, puesto que adoran el juego y además son muy tranquilos y pacientes. Podemos preparar juegos en los que niños y perro participen juntos, ya que seguro que a ambas partes les encantará.

El pelaje del spitz japonés necesitará que le prestemos bastante atención, ya que al ser largo y de dos capas, tendremos que cepillarlo diariamente. De esta forma, conseguiremos que no se acumule pelo muerto, polvo y otros tipos de suciedad, manteniendo el manto limpio, suave y lustroso. Esto también es importante para permitirnos detectar posibles parásitos adheridos al cuero cabelludo de nuestra mascota, que hayan podido asaltarle durante sus paseos diarios. Esto es muy importante, ya que las pulgas y garrapatas pueden ser portadoras de enfermedades, algunas de ellas bastante dañinas. En este otro artículo hablamos de los principales parásitos externos y cómo detectarlos: "Parásitos externos en perros - Tipos y síntomas".

Además del cepillado para mantener su pelo en perfectas condiciones, debemos tener en cuenta otros cuidados del sptiz japonés:

• Cuidado bucodental: como sucede en la mayoría de razas pequeñas, el sptiz japonés tiende a acumular una mayor cantidad de sarro, de manera que debemos extremar la limpieza dental. En este artículo explicamos "Cómo cepillar los dientes a un perro".
• Alimentación: el sptiz japonés es propenso a desarrollar sobrepeso u obesidad si no se le ofrece una alimentación de calidad y un control de la cantidad diaria.
• Ejercicio: en línea con el punto anterior, es importante que el sptiz japonés se ejercite a diario para mantenerse en forma, eso sí, realizando ejercicio de intensidad moderada. A pesar de ser un perro generalmente tranquilo, disfrutará mucho jugando al aire libre.
• Atención: el spitz japonés es un perro que no tolera bien la soledad, de manera que necesitará que le presentemos atención prácticamente todo el día. Por ello, no es el compañero ideal de personas que pasen mucho tiempo fuera de casa.

Esta raza canina destaca por su obediencia y su inteligencia, por lo que podemos imaginarnos que efectivamente su entrenamiento será muy llevadero, viéndose simplificado por su magnífico carácter y su buena predisposición para aprender. Sin embargo, en ocasiones puede ser algo terco y tiende a ser muy desconfiado con los extraños. Por ello, es importante socializarlo en cuanto llegue a nuestro hogar, tanto si es cachorro como si es adulto. En estos artículos damos las claves de una buena socialización:

• ¿Cómo socializar a un cachorro?
• ¿Cómo socializar a un perro adulto?

Por otro lado, el sptiz japonés suele ser un perro ladrador, por lo que también tendremos que centrar su educación en este aspecto para guiarlo. En este punto es importante entender que el ladrido forma parte de la comunicación canina y, por ende, no podemos reprimirlo y debemos hacerlo. Sí podemos guiar al perro para que aprenda a utilizarlo correctamente.

En todo el proceso educativo es fundamental utilizar el refuerzo positivo para fomentar las acciones que nos parecen positivas y evitar, siempre, el uso del castigo, los gritos o cualquier tipo de violencia. Educar a un perro mediante el miedo nunca es la solución. En este artículo te explicamos "Cómo educar a un cachorro correctamente".

La raza se caracteriza por tener una buena salud general. Sin embargo, comparte algunas afecciones propias de otras razas de igual tamaño, como puede ser la luxación de rótula, que afecta sus articulaciones, problemas oculares como cataratas, enfermedades de la piel como diferentes tipos de dermatitis o problemas dentales debido a la acumulación de sarro.

Además de ello, debemos prestar atención a su salud en general, alimentándolo con una dieta de calidad, manteniéndolo vacunado y desparasitado, y ejercitándolo con moderación. Con los cuidados adecuados, la esperanza de vida del sptiz japonés se sitúa en los 12-16 años, ¡o incluso más!

Lo cierto es que adoptar un sptiz japonés cachorro o adulto fuera de su país de origen resulta bastante complicado. Sin embargo, sí es posible encontrar en protectoras de animales perros con características similares, especialmente ejemplares adultos. Desde ExpertoAnimal te animamos a visitar los centros más próximos a tu lugar de residencia para consultar la disponibilidad de perros parecidos a este, pero sobre todo te recomendamos que escojas un can que se adapte a tu estilo de vida, más que uno que físicamente te agrade. Lo importante es que tanto su carácter como sus cuidados encajen con nosotros para ofrecerle la mejor calidad de vida posible.