Enfermedades neurológicas

¿Se puede morir un gato por epilepsia?

 
Marta Sarasúa
Por Marta Sarasúa, ATV y etóloga especializada en modificación de conducta. 30 septiembre 2024
¿Se puede morir un gato por epilepsia?
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La epilepsia es un trastorno neurológico que puede afectar a varias especies animales, entre las que se incluye el gato. Esta patología, cuya causa puede ser conocida o no serlo, se caracteriza principalmente por la presencia de convulsiones recurrentes, más o menos graves en función de su intensidad y de la frecuencia con la que aparezcan. A pesar de que la epilepsia se puede tratar y controlar, es una condición con la que el gato y el tutor deben aprender a convivir a largo plazo y, por desgracia, puede resultar mortal en ciertos casos.

En este artículo de ExpertoAnimal analizamos los motivos por los cuales se puede morir un gato por epilepsia y te contamos cómo puedes ayudar a un peludo que sufra esta patología.

Índice
  1. ¿La epilepsia en gatos es grave?
  2. ¿Por qué puede morir un gato por epilepsia?
  3. Secuelas de un ataque epiléptico en gatos
  4. Esperanza de vida de un gato con epilepsia
  5. ¿Cómo mejorar la calidad de vida de un gato con epilepsia?

¿La epilepsia en gatos es grave?

Tal y como ocurre con cualquier otra enfermedad, la epilepsia en gatos puede tener diferentes grados de gravedad en función de una serie de factores, entre los que encontramos:

  • Causa de la epilepsia: ante la presencia de crisis epilépticas, es necesario indagar acerca de las posibles causas subyacentes, pues muchas veces la epilepsia aparece de manera secundaria a otra patología. Lo más frecuente en este caso es que las convulsiones sean ocasionadas por enfermedades infecciosas o, en el peor de los casos, por tumores cerebrales, lo cual no suele tener un buen pronóstico. Sin embargo, también existe la posibilidad de que la epilepsia sea idiopática, es decir, que no se haya encontrado ninguna causa conocida que justifique el exceso de actividad eléctrica de las neuronas y, por tanto, las convulsiones. En este último caso, el animal tendrá que someterse a un tratamiento farmacológico crónico que trata de controlar la aparición de los síntomas.
  • Evolución temporal: toda patología que tenga un desarrollo rápido tiene peor pronóstico que aquella que va evolucionando poco a poco. Por tanto, si la epilepsia aparece de manera repentina y las convulsiones empeoran en poco tiempo, nos encontramos ante una situación grave.
  • Intensidad y duración de las convulsiones: lo más deseable es que las crisis epilépticas se produzcan de forma aislada, estén muy separadas en el tiempo, sean de poca intensidad y tengan una duración corta (de unos segundos). Si se dan estas condiciones, la epilepsia es mas fácilmente manejable y puede llegar a estabilizarse con medicación. Sin embargo, cuanto más nos alejemos de esta situación ideal, peor será el pronóstico de la enfermedad.
  • Respuesta al tratamiento: si se determina que las convulsiones aparecen como consecuencia de una patología previa, es necesario tratar dicha patología para eliminar el problema de las crisis epilépticas. A veces, el animal se puede recuperar por completo tras una cirugía o un tratamiento farmacológico eficaz. Sin embargo, como ya hemos mencionado, en otros casos la epilepsia es idiopática o viene dada por enfermedades de difícil solución, como las neoplasias. Ante esta situación, el gato puede requerir una medicación de por vida y, en función de cómo responda su organismo a los fármacos, el pronostico será más o menos favorable.

Hay que tener en cuenta que, a pesar de que todos estos factores influyan en la gravedad del problema, la velocidad con la que actúe el tutor también es de vital importancia. Si el gato recibe atención veterinaria desde el primer momento en que aparecen los síntomas, será más probable que la epilepsia se pueda controlar, pues tras cada ataque epiléptico el cerebro del animal sufre daños que pueden llegar a ser irreversibles si no se trata a tiempo.

Si necesitas más información acerca de los tumores por ser una de las principales causas, no te pierdas este artículo y consulta a tu veterinario: "Tumores en gatos: tipos, síntomas y causas".

¿Por qué puede morir un gato por epilepsia?

En aquellos casos en los que la epilepsia sea una patología secundaria, es decir, que venga producida como consecuencia de la presencia de otra enfermedad como puede ser un tumor cerebral o una enfermedad infecciosa, lo más habitual es que el animal no fallezca a causa de las convulsiones, sino de otros síntomas de la enfermedad principal.

Entonces, ¿se puede morir un gato por epilepsia? Sí, los ataques epilépticos también pueden llegar a ser mortales en sí mismos, especialmente si aparecen con mucha frecuencia, intensidad y duración. Cuando las convulsiones son muy prolongadas en el tiempo y se dan en racimo, es decir, unas inmediatamente después de otras, se dice que el gato ha entrado en un estado epiléptico. Este estado es muy peligroso e indica un descontrol total por parte del sistema nervioso del animal, que no es capaz de regular su propia excitación neuronal. Desgraciadamente, estas convulsiones tan violentas pueden terminar generando muchísimos problemas en el felino, como hipoxia, acidosis metabólica, hipertermia, infartos, traumatismos y fallos orgánicos, entre otros, que muchas veces se traducen en un paro cardíaco y en la muerte del gato.

¿Se puede morir un gato por epilepsia? - ¿Por qué puede morir un gato por epilepsia?

Secuelas de un ataque epiléptico en gatos

Aunque los ataques epilépticos son muy llamativos y asustan mucho a aquel que los presencia, lo cierto es que cuando se producen de manera puntual, controlada y no son demasiado graves, el animal se recupera rápidamente y continúa haciendo vida normal tras unos minutos. Una vez el gato deja de convulsionar, permanece unos instantes recostado y, poco a poco, va recuperando la consciencia y su ritmo cardíaco y respiratorio se normalizan. Durante los primeros minutos, el animal se muestra desorientado y tiene dificultad para mantener el equilibrio y caminar con fluidez, pero generalmente vuelve a la normalidad en poco tiempo.

Existe la posibilidad de que el felino se lesione con algún objeto cercano o caiga al suelo si ha comenzado ha convulsionar en un lugar elevado, por lo que es muy importante que, si el tutor observa el inicio del ataque, aparte cualquier elemento peligroso y baje al animal de sitios altos, colocándolo sobre una alfombra o alguna otra superficie mullida

En el peor de los casos, una epilepsia grave que cursa con ataques recurrentes puede impedir que el cerebro del gato se irrigue adecuadamente y el animal quede con un daño cerebral permanente. También puede provocar problemas cardíacos a largo plazo, como arritmias o infartos.

Esperanza de vida de un gato con epilepsia

La esperanza de vida de un animal epiléptico es difícil de determinar, pues dependerá, en primer lugar, de cuál sea la causa de esa epilepsia y cómo de grave sea el problema.

Causas frecuentes de convulsiones como las neoplasias cerebrales o las enfermedades metabólicas o infecciosas tienen su propio pronóstico y su evolución serás más o menos favorable en función del tratamiento que se aplique. Por ejemplo, muchos tumores son inoperables y, si crecen rápido, pueden acortar mucho la esperanza de vida del gato, mientras que una patología infecciosa tiene más probabilidades de ser tratada con éxito.

Por su parte, las epilepsias idiopáticas, es decir, aquellas que no tienen causa conocida, suelen requerir un tratamiento farmacológico de por vida. Si el animal responde bien a la medicación, las convulsiones deberían espaciarse mucho en el tiempo y ser menos intensas, lo que aumenta la esperanza de vida del gato epiléptico. En muchas ocasiones, los gatos epilépticos pueden hacer vida completamente normal y llegan a tener una esperanza de vida igual o muy similar a la de un gato sano.

¿Cómo mejorar la calidad de vida de un gato con epilepsia?

Hemos visto que se puede morir un gato por epilepsia y, por ello, es normal preguntarse cómo mejorar su calidad de vida. Si tu gato ha sido diagnosticado con epilepsia y te gustaría saber cómo hacer su día a día más ameno, aquí te dejamos algunos consejos:

  • Asegúrate de que toma su medicación: sabemos que no resulta sencillo administrar medicación a un gato, y mucho menos de manera crónica, pero es importantísimo que el animal reciba la dosis pautada para evitar que convulsione. Si te resulta muy complicado, aquí te dejamos un artículo sobre "Cómo dar medicina a un gato" que quizá te sea de ayuda.
  • Crea un entorno adecuado: los gatos son muy sensibles y el estrés puede hacer que se desencadene un ataque epiléptico. Por este motivo, asegúrate de que tu felino se siente seguro y cómodo en su entorno, proporciónale lugares donde pueda descansar tranquilo, mantén la casa a una temperatura adecuada y evita factores que le resulten estresantes, como la visita de otros animales o los ruidos fuertes.
  • Proporciónale una alimentación de calidad: aunque, a priori, pueda parecer que no tiene relación, lo cierto es que la alimentación que le damos a los gatos está directamente relacionada con su estado de salud y una comida de calidad ayudará a mantener fuerte a tu minino. Evita piensos que contengan un exceso de cereales y subproductos y mantén siempre hidratado a tu peludo con alimentos húmedos y agua fresca a disposición. Aquí te explicamos "Qué comen los gatos".
  • Mantenle estimulado: un gato con epilepsia sigue siendo un gato y necesita llevar a cabo las conductas naturales de su especie. Un animal que no tiene la oportunidad de jugar, rascar, escalar o interactuar con otros individuos puede frustrarse y estresarse. Por supuesto, debes adaptar las actividades al estado de salud del animal, pero es importante que le prestes atención y compartas tiempo de calidad con él para que no se sienta solo.
  • Infórmate acerca del problema: lo mejor que puedes hacer por tu gato con epilepsia es aprender acerca de la enfermedad que padece. De esta manera, puedes estar preparado para reaccionar con rapidez ante una convulsión y ayudar a que el peludo se recupere con más facilidad.

Finalmente, es muy importante que sepas que registrar la duración e intensidad de las convulsiones o incluso grabarlas en vídeo aporta una información vital para el correcto diagnóstico y tratamiento de tu felino. Si pasas mucho tiempo fuera de casa, te recomendamos dejar cámaras de videovigilancia para poder monitorizar a tu gato y registrar cualquier ataque que le pueda dar. El veterinario agradecerá mucho contar con esta información y le facilitará el trabajo.

En tiendas de electrónica y plataformas como Amazon puedes encontrar una variedad de cámaras, como esta, que tiene visión nocturna y funciona a través de una aplicación móvil:

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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