Tratamientos caseros para las costras en gatos
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Las costras son endurecimientos cutáneos temporales de color rojizo-pardo que cubren una herida durante el proceso de cicatrización, protegiendo la lesión mientras la piel se regenera. Podemos detectar costras en nuestro gato por diferentes motivos. Lo más común es que se trate de una herida, sin más complicaciones, pero algunas costras, sobre todo si son muchas, pueden ser un signo clínico de distintas afecciones, como parasitosis, enfermedades de origen bacteriano o fúngico, etc.
Por lo tanto, salvo que tengamos claro que la costra es de una herida, es necesario que acudamos al veterinario para que determine qué enfermedad tiene el gato y cuál es el tratamiento más adecuado. Además, en el hogar podemos tener en cuenta una serie de remedios para favorecer la curación. En el siguiente artículo de ExpertoAnimal, hablamos de tratamientos caseros para las costras en gatos.
Agua y jabón
El tratamiento casero para las costras en gatos más sencillo y fácil de encontrar es el agua y el jabón. Ante una costra consecuencia de una herida, podemos lavar con agua (o suero fisiológico) y un jabón adecuado para los gatos.
Si mantenemos la zona limpia, ayudamos a prevenir la aparición de infecciones secundarias bacterianas. El lavado debe hacerse con cuidado, sin frotar, para no retirar la costra antes de tiempo, pues la herida volvería a sangrar. Si son muchas las costras, habría que bañar al gato entero. En estos casos, es posible que el veterinario nos recete algún champú específico para combatir la dolencia que ha originado las lesiones. Cuando lo que queremos es ablandar la costra, pues es muy gruesa o lleva ya mucho tiempo, podemos optar por utilizar agua caliente. En cualquier caso, es importante secar bien al gato después, con cuidado de no arrancar la costra si todavía está muy reciente.
¿Cada cuánto limpiar las costras?
La limpieza de las heridas puede hacerse una vez al día, en cambio, si se han recetado champús, lo habitual es que los baños se repitan varias veces a la semana. De todas maneras, la frecuencia de la higiene tiene que ser determinada por el veterinario en función de la dolencia que padezca el gato.
Por otra parte, algunas sustancias, como los aceites esenciales, se suelen mencionar por sus propiedades en la reparación y cicatrización de la piel. Si queremos usar alguno, antes tendremos que consultarlo con el veterinario, pues pueden resultar tóxicos para los gatos.
Desinfectantes
Productos como la clorhexidina o la povidona yodada están indicados para la desinfección de heridas, con lo que podemos utilizarlos en caso de costras, sobre todo si la zona está sucia o la costra se encuentra en una parte del cuerpo que sabemos que se puede ensuciar con facilidad.
Si las costras están por todo el cuerpo y el veterinario determina que es necesaria una desinfección general, podemos recurrir a un champú que contenga algún desinfectante. Lo aplicaremos siguiendo las recomendaciones del fabricante o las indicaciones del veterinario. Aquí te explicamos cómo proceder con el baño: "¿Cómo bañar a un gato adulto?".
La desinfección de las costras, como su limpieza, ayudan a prevenir infecciones bacterianas secundarias que pueden complicar el proceso de curación. Como hemos dicho, hay que evitar frotar si no queremos que se desprenda la costra.
Hidratación
Para favorecer la cicatrización es importante mantener la piel hidratada. Para lograrlo podemos recurrir a productos tan conocidos como el aloe vera, la vaselina o aceites como el de oliva. Son de los remedios caseros para las costras en gatos más conocidos.
Basta con que apliquemos una pequeña cantidad sobre la costra dando un suave masaje. Cuando las costras están por todo el cuerpo no es viable hidratarlas de una en una. En estos casos, es habitual que, si el veterinario nos ha recetado algún champú específico, este contenga agentes hidratantes para mantener la piel cuidada mientras se trata la dolencia causante de las costras. Si no se le ha recetado ningún champú, podemos consultarle al veterinario el uso de alguno que proporcione una buena hidratación.
Protección
Uno de los principales problemas que nos podemos encontrar con las costras en los gatos está en el autoacicalado. Como sabemos, estos animales pasan horas limpiándose, lo que incluirá la costra, que lamerán con su lengua rasposa e incluso mordisquearán. Esta manipulación puede llevar a que la arranquen antes de tiempo, aumenta el riesgo de complicaciones, como infecciones bacterianas, y retrasa la curación. Por este motivo, deberíamos impedir que el gato accediese a ella. Podemos conseguirlo recurriendo a un collar isabelino, aunque es un método que puede resultar muy molesto y estresante para algunos gatos.
En estos casos, se pueden buscar otras alternativas, como utilizar ropa que cubra la costra para que el gato no acceda a ella. También existen apósitos que pueden proteger la herida de los lametones o se puede emplear un vendaje con gasas y esparadrapo. La decisión de cubrir o no la costra o costras debe tomarla el veterinario.
De escoger el collar isabelino, recomendamos uno ajustable y con la zona del cuello protegida para evitar rozaduras, como este:
Ácidos grasos omega 3
Además de cuidar la costra desde el exterior como hemos explicado, también podemos favorecer la salud de la piel y el pelo proporcionándole al gato ácidos grasos omega 3, pues contribuyen a la hidratación y previenen la sequedad.
Si ofrecemos a nuestro gato una dieta de calidad, el contenido en ácidos grasos omega 3 que le suministramos será el adecuado. Si la dieta es mejorable, es un buen momento para cambiarla. Además, también se comercializan ácidos grasos omega 3 a modo de suplementos, que se pueden administrar si el veterinario considera que es necesario un aporte extra de estos nutrientes. Aquí hablamos de la alimentación de los gatos: "¿Qué comen los gatos?".
Cepillado
Por último, la función de las costras es temporal. Esto quiere decir que, una vez la piel está regenerada, deben desprenderse. Para favorecer su caída, sobre todo cuando hay muchas pequeñas costras por todo el cuerpo, podemos cepillar al gato con un cepillo suave.
Si lo hacemos después del baño, con las costras ablandadas, o tras hidratarlas, la caída será más fácil. Eso sí, nunca debemos retirarlas a la fuerza, pues, si aún no es el momento, la herida podría volver a sangrar, lo que aumenta el riesgo de infecciones y retrasa la cicatrización.
Una vez vistos los tratamientos caseros para las costras en gatos, debemos insistir en la importancia de acudir al veterinario ante cualquier cambio o duda.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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