Colesterol alto en perros - Causas, síntomas y tratamiento

Se utiliza el término "colesterol alto" para referirse popularmente al cuadro clínico llamado hipercolesterolemia o hiperlipidemia, el cual se caracteriza por la constante presencia de niveles excesivos de colesterol en el torrente sanguíneo.

En este sentido, es esencial diferenciar una elevación eventual o temporaria de un cuadro de hiperlipidemia. Al alimentarse o experimentar situaciones complicadas (de mucho estrés, de miedo, etc.), es normal que los perros demuestren un aumento del colesterol en la sangre. No obstante, estos niveles deberían normalizarse pasadas algunas horas de la alimentación o del contexto negativo.

Pero si hablamos de un caso de trigliceridos y colesterol alto en perros, observamos que los niveles de grasas en el torrente sanguíneo permanecen altos después de haber realizado pruebas de sangre en un contexto de ayuno de 8 a 12 h.

Como sucede con las personas, el colesterol alto en perros puede tener diferentes causas. Por ello, es esencial contar con la experiencia y los conocimientos de un veterinario que, con la ayuda de la tecnología, podrá evaluar la causa específica de la hipercolesterolemia en cada paciente.

Por lo general, los cuadros de colesterol alto en perros suelen estar asociados a anomalías congénitas, problemas metabólicos o a una dieta inapropiada y un estilo de vida sedentario. A continuación, resumimos las causas y los factores de riesgo que pueden estar asociados a un cuadro de hiperlipidemia en perros:

• Embarazo: las perras embarazadas pueden ser especialmente vulnerables a desarrollar un cuadro de hiperlipidemia, por lo cual debemos poner especial atención a la nutrición de una perra embarazada y a los ejercicios apropiados para el periodo de gestación y lactancia;
• Síndrome nefrótico: se trata de una enfermedad degenerativa que afecta a los riñones y se caracteriza por una sintomatología compleja que incluye la hiperlipidemia, proteinuria y edema intersticial. Por lo general, se desarrolla a partir de una complicación de la enfermedad renal glomerular en los perros (ERG).
• Alimentación desequilibrada, con un exceso de alimentos ricos en grasas, carnes, lácteos o productos industrializados.
• Sedentarismo o actividad física deficiente, o sea, cuando el perro no realiza los ejercicios que demanda para mantener una óptima salud y un comportamiento equilibrado.
• Problemas en el funcionamiento de la glándula tiroides (en especial el hipotiroidismo canino).
• Diabetes.
• Actividad anómala y excesiva de las glándulas suprarrenales.
• Pancreatitis.
• Colestasis: consiste en la total o parcial obstrucción de los conductos biliares que suele estar relacionada a problemas en el hígado o en el páncreas.
• Vejez: los perros mayores suelen mostrar mayor predisposición a acumular grasas en su organismo y necesitan especial cuidado con su alimentación y actividad física. También pueden ser más vulnerables frente a numerosas enfermedades y ciertos problemas de comportamiento. Por ello, es esencial proporcionar los cuidados adecuados a los perros ancianos, así como una efectiva medicina preventiva.

El colesterol alto en perros suele ser una enfermedad silenciosa, cuyas primeras señales resultan poco específicas y difíciles de reconocer en nuestros mejores amigos. Por esta razón, muchos perros solo son diagnosticados cuando sus síntomas ya son más avanzados. También por ello es esencial realizar consultas preventivas al veterinario para hacer los controles sanguíneos necesarios y garantizar el óptimo estado de salud de nuestros peludos.

A continuación, listamos los síntomas que suelen estar asociados al colesterol alto en los perros:

• Moretones o parches en la piel.
• Dolor abdominal.
• Formación de bultos anaranjados o amarillentos en su piel, que están rellenos de grasa (conocidos como xantomas dérmicos).
• Convulsiones.
• Alteraciones en el sistema nervioso (que pueden conllevar a alteraciones en su conducta habitual).

Al observar uno de estos síntomas en tu mejor amigo o cualquier alteración en su aspecto o comportamiento, no dudes en acudir rápidamente a la clínica veterinaria. Un profesional capacitado podrá realizar los exámenes necesarios para confirmar el diagnóstico de hipercolesterolemia, así como establecer un tratamiento adecuado según las necesidades de tu peludo.

Muy probablemente, el veterinario recomendará un cambio en la dieta y en la rutina de ejercicios de tu peludo, con el objetivo de controlar los niveles de colesterol y mejorar su calidad de vida. Por lo general, los pacientes adultos con hiperlipidemia adoptan un pienso para perros con colesterol alto específico o una alimentación rica en fibra (que ayuda a metabolizar las moléculas de colesterol), baja en grasas (máximo de 10 %), y con proteínas de alta calidad.

Dependiendo del estado de salud de tu perro y de sus niveles de colesterol, el veterinario evaluará la necesidad de administrar fármacos específicos o suplementos naturales que ayuden a reducir los niveles de grasas en la sangre y prevenir el desarrollo de enfermedades y complicaciones relacionadas con el colesterol alto en perros.

¿Se le puede dar Danacol a un perro?

Debido a los beneficios de este producto en humanos para bajar los niveles altos de colesterol, muchas personas se preguntan si pueden dárselo también a sus peludos. Lo cierto es que los perros pueden comer yogur natural gracias a que es una excelente fuente de probióticos, pero cuando hablamos de su versión líquida y, además, fabricada especialmente para los humanos, no recomendamos ofrecerlo. Así pues, como decíamos, lo más aconsejable es acudir al veterinario para que sea el especialista quien determine cómo bajar el colesterol alto en el perro.

Prevenir el colesterol alto en perros no es solo posible, sino que es fundamental para ofrecer una excelente calidad de vida a nuestros mejores amigos. La mejor medida preventiva es proporcionar una nutrición completa y equilibrada a nuestros peludos, teniendo en cuenta su edad, tamaño, estado de salud y las necesidades específicas de su organismo.

Para ello, lo ideal es contar siempre con la orientación de un veterinario al momento de decidir la mejor dieta para nuestros perros. Además, jamás debemos ofrecerles alimentos prohibidos para perros, así como comidas humanas grasientas, fritas o industrializadas.

También será esencial ofrecer una vida activa a nuestros perros, brindándoles la posibilidad de ejercitarse regularmente con al menos 2 o 3 paseos diarios de 30 a 40 minutos. Por otro lado, las consultas preventivas al veterinario cada 6 meses nos permitirán controlar el estado de salud de nuestros fieles compañeros, así como diagnosticar tempranamente cualquier desequilibrio en su organismo.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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