Insuficiencia hepática en perros - Síntomas y tratamiento

Cuando hablamos de insuficiencia hepática hacemos referencia a la incapacidad del hígado para realizar correctamente las funciones que le son propias. Esta insuficiencia tiene diferentes causas y puede presentarse de forma aguda, cuando es un fallo puntual, o crónica, en los casos en los que la insuficiencia se mantiene a lo largo del tiempo.

El hígado comienza a inflamarse y sus células a morirse, lo que altera su conformación, provocando un endurecimiento o cirrosis, que ya será irreversible. Por lo tanto, el daño hepático en perros altera las funciones del hígado y tiene repercusiones en todo el organismo, lo que se manifestará mediante signos clínicos más o menos intensos, según la gravedad.

La insuficiencia hepática puede deberse a diferentes causas. Repasamos las principales en los perros:

• Intoxicaciones debidas a insecticidas, plomo, fármacos como el paracetamol, etc.
• Hepatitis.
• Leptospirosis.
• Filariosis.
• Síndrome de Cushing.
• Diabetes.
• Tumores primarios o resultado de metástasis. Los problemas de hígado en perros mayores pueden estar más relacionados con este factor.
• Cálculos biliares.
• Pancreatitis.
• Shunt, que son venas defectuosas, fuera o dentro del hígado, que impiden que la sangre le llegue correctamente, lo que afecta a la eliminación de toxinas, provocando encefalopatía hepática. Los shunt pueden ser congénitos, si son de nacimiento, o adquiridos, por ejemplo, se pueden producir en un hígado afectado por la cirrosis.

Un problema a tener en cuenta a la hora de detectar esta enfermedad es que sus primeros signos clínicos son inespecíficos. Esto quiere decir que pueden aparecer en muchas otras enfermedades, lo que acostumbra a retrasar el diagnóstico.

El hígado es capaz de ir compensando sus funciones hasta que el daño que sufre es tan extenso que ya resulta imposible. Aproximadamente el 80 % de las células hepáticas tienen que morir para que esto ocurra. En este momento es cuando el órgano comienza a fallar, apareciendo los signos clínicos, entre los que destacamos los siguientes, que son motivo de consulta con el veterinario:

• Pérdida o disminución del apetito.
• Adelgazamiento.
• Vómitos crónicos e intermitentes.
• Diarrea, en un menor porcentaje de casos, también crónica e intermitente.
• Aumento en la ingesta de agua (polidipsia).
• Incremento en la eliminación de orina.

Cuando la insuficiencia hepática progresa, sí aparecerán signos clínicos específicos e indicativos de este problema de salud. Son los siguientes:

• Ictericia: recibe este nombre la coloración amarillenta de las mucosas. Se debe a la acumulación de bilis en el organismo que se produce cuando el hígado falla. Por este mismo motivo, la orina se verá de un color marrón oscuro, tipo té.
• Encefalopatía hepática: es la inflamación del cerebro que se produce como consecuencia de la acumulación de toxinas en la sangre, como puede ser el amoniaco, dado que el hígado no consigue eliminarlas correctamente. Esta encefalopatía causa descoordinación, desorientación, debilidad, cambios de comportamiento, hipersalivación o estupor, que aparecen de forma intermitente. Los perros más graves pueden llegar a sufrir convulsiones e incluso coma.
• Ascitis: es la acumulación de líquidos en el abdomen. Se produce porque hay una disminución de las proteínas séricas y un aumento de la tensión en las venas que llevan la sangre al hígado.
• Hemorragias: cuando la insuficiencia hepática avanza, el perro puede sufrir hemorragias de forma espontánea. Sobre todo, se presentan en el estómago, el intestino y el sistema urinario. Esto hace que podamos descubrir sangre en las heces, los vómitos o la orina. Además, es posible detectar hematomas en diferentes partes del cuerpo y puntos rojos en las encías.
• Edemas: por la disminución de las proteínas séricas y una incorrecta nutrición también pueden acumularse líquidos en las extremidades.

Dado que los problemas hepáticos en perros pueden deberse a diferentes causas, es importante que el/la veterinario/a diagnostique cuál es la que está afectando a nuestro perro para poder iniciar el tratamiento adecuado. Para conseguir un diagnóstico puede hacer distintas pruebas, como análisis de sangre, ecografías, TAC o biopsias.

¿La insuficiencia hepática en perros tiene cura? Lo cierto es que depende totalmente de la causa que la origina y del estado de la enfermedad cuando se detecta. Por ello, una vez que el/la veterinario/a haya llegado a un diagnóstico, nos pautará el tratamiento que necesita nuestro perro en función de la causa que ha originado la insuficiencia hepática. Por ejemplo, cuando se diagnostica una infección se recurre al tratamiento farmacológico. Pueden recetarse medicamentos para la insuficiencia hepática en perros con el objetivo de mejorar la coagulación (el hígado interviene en la síntesis de factores de coagulación), prevenir las convulsiones o evitar la formación de úlceras. En cambio, si hay alguna obstrucción o tumor la opción más indicada acostumbra a ser la intervención quirúrgica, lo mismo que en el caso de los shunt. Los perros con encefalopatía hepática necesitarán un tratamiento para controlarla.

Además, el perro con insuficiencia hepática debe ser alimentado con una dieta específica, especialmente formulada para proteger el funcionamiento del hígado, con el objetivo de minimizar el esfuerzo que tiene que realizar el órgano y los signos clínicos que de su mal funcionamiento se puedan derivar.

Para ello, podemos optar por una dieta casera diseñada por un/a veterinario/a especializado/a en nutrición o escoger un pienso formulado específicamente para favorecer la función hepática, como el pienso Special Care Hepatic de NFNatcane. Este pienso está creado con ingredientes 100 % naturales y escogidos para beneficiar el hígado. De esta forma, cuenta con un porcentaje de proteína inferior al habitual, puesto que, cuando ocurre una insuficiencia hepática o renal, se debe controlar la proteína que se ingiere. Así mismo, es un pienso bajo en sodio, calcio y fósforo, minerales que también deben reducirse en caso de fallo hepático, y, por el contrario, es alto en potasio. Por último, destaca su aporte de probióticos y prebióticos para favorecer el sistema digestivo, así como condroprotectores.

El éxito del tratamiento, así como el pronóstico, van a depender de los daños que haya sufrido el hígado.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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