El perro hiperactivo - Causas, síntomas y tratamiento
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Son muchos los propietarios que aseguran que sus perros son hiperactivos. Solemos escuchar frases como "mi perro no para", "mi perro nunca se cansa" o "mi perro no se relaja". Si a ti te ocurre lo mismo, debes saber que no se trata de una conducta normal y que debe tratarse de la mano de un profesional.
Aunque en cachorros es común la hiperexcitibilidad, la hiperactividad (ya sea fisológica o patológica) no es una conducta normal en perros adultos o cachorros. Esta puede ser una señal de advertencia hacia los propietarios de que algo no marcha bien. En este artículo de ExpertoAnimal hablaremos sobre el perro hiperactivo - causas, síntomas y tratamiento para esta común (pero poco tratada) enfermedad.
Tipos de hiperactividad en perros
Antes de hablar de los síntomas o el tratamiento que debemos aplicar en casos de hiperactividad, será fundamental entender que existen dos tipos de hiperactividad en perros:
- La hiperactividad fisiológica
- La hiperactividad patológica (hiperquinesis)
Es muy importante tener claro que la hiperactividad fisiológica se puede producir mediante el aprendizaje (refuerzo de una/s conducta/s) o bien debido a los trastornos relacionados con la separación, por ejemplo. No obstante, la hiperquinesis (por causa patológica) está provocada por una alteración de las vías de la dopamina en cerebro del perro, por lo que se requerirá un tratamiento veterinario. Por esa razón, la hiperquinesis no se solucionará con pautas de conducta que pueda ofrecer un educador canino, debemos acudir al especialista.
Síntomas de la hiperactividad en perros
Debido a que existen dos tipos de hiperactividad, explicaremos los síntomas por separado de cada una de ellas, toma nota de ambas para saber si tu perro puede estar sufriendo alguna de ellas, no obstante, recordaremos que la fisiológica es la más común.
Hiperactividad fisiológica
A continuación te mostraremos la sintomatología más habitual en perros, recuerda que no tiene por qué experimentar todos los que mencionamos a continuación:
- Comportamiento destructivo ante la presencia y/o la ausencia del propietario.
- En los momentos de juego se muestran hiperexcitables y no tienen control alguno, pueden llegar incluso a hacer daño sin quererlo.
- Falta de inhibición de la mordida y de otras conductas.
- Demandas de atención constante hacia el propietario, en las que se incluyen lloros, gimoteos y aullidos o conductas destructivas.
- Frustración generalizada (no logran cumplir muchos de sus objetivos, generalmente debido a que el propietario intenta evitarlo).
- Responde de forma excitable ante cualquier estímulo fuera de lo común para él.
- Suele tener una actitud alerta, pero no logra concentrarse nunca. Cuando se le da una orden como "siéntate" mira al que la emite pero no logra incorporar el movimiento, generalmente, realizando lo contrario a lo ordenado.
- Sueño ligero y breve con sobresaltos al menor ruido.
- Reacciona de forma exagerada al menor cambio que se le presente.
- No aprende lo que se le enseña debido a su alto nivel de estrés, que además está agravado por la falta de sueño.
- Puede no controlar correctamente los esfínteres, orinando en cualquier sitio, sin un motivo o razón acorde con sus costumbres caninas, aunque no siempre se da este síntoma.
Hiperactividad patológica - Hiperquinesis
Ahora que ya conoces los síntomas de la hiperactividad fisiológica es el momento de compararlos con los síntomas de la hiperactividad patológica:
- Nivel de actividad muy alto.
- Incapacidad para relajarse, pudiendo afectar al sueño normal del perro.
- Respuesta exagerada ante los distintos estímulos.
- Dificultad de aprendizaje, relacionada una vez más con la falta de sueño.
- Posible actitud agresiva o reactiva ante distintos estímulos.
- Aparición de ladridos u conductas relacionadas.
- Posible aparición de estereotipias (movimientos repetitivos sin un fin aparente).
- Frecuencia cardíaca y respiratoria elevada.
- Salivación excesiva.
- Metabolismo energético elevado.
- Temperatura corporal alta.
- Reducción de la micción.
Causas de la hiperactividad en perros
Las causas de la hiperactividad son únicas en cada caso, a continuación te explicamos por qué puede producirse:
La hiperactividad fisiológica
El inicio de esta conducta se produce generalmente por aprendizaje. Los propietarios refuerzan de forma positiva actitudes de efusividad en el perro, el cual empieza a mostrarlas de forma constante, por ejemplo, corretear por casa, emocionarse cuando alguien llama al timbre o jugar de forma incontrolada. Los propietarios no son conscientes de que están reforzando una actitud negativa hasta que es demasiado tarde. Entonces, cuando el perro busca la atención de su familia, ésta le rechaza, reforzandole igualmente la atención.
También existen causas varias que pueden ocasionar este problema de conducta, como los mencionados anteriormente transtornos relacionados con la separación. Si observamos que nuestro perro destruye o actúa de esta forma cuando nos marchamos de casa, podemos haber encontrado la causa del problema.
Aún así pueden existir infinitos motivos que originen la hiperactividad en los perros, pero no olvides que la "hiperactividad" en los cachorros es algo normal y que no se trata de un problema de conducta, no obstante siempre podemos trabajar con él la relajación o premiar las conductas tranquilas que nos agraden.
La hiperactividad patológica - Hiperquinesis
Ahora que ya conoces las causas que provocan la hiperactividad, será fundamental entender qué hace que este problema de conducta tenga un origen patológico en lugar de fisiológico:
La hiperquinesis es un trastorno poco frecuente y se produce desde etapas tempranas, cuando el perro aún es un cachorro. Se debe principalmente a una alteración de las vías nerviosas dopaminérgicas del sistema límbico (entre el cerebro medio y la corteza frontal). También puede afectar a la serotonina y la noradrenalina. Finalmente añadir que puede presentarse en perros que han ingerido plomo, aunque es poco frecuente.
Diagnóstico de la hiperactividad
Antes de empezar con un tratamiento será básico asegurar que nuestro perro sufre hiperactividad. Es muy aconsejable descartar primero la hiperquinesis mediante un test con metilfenidato, un tipo de anfetamina. Ante la aplicación de esta sustancia el perro puede reaccionar de forma excitable (en cuyo caso se descarta la hiperquinesis) o bien de forma mucho más calmada (confirmando así que se trata de un problema patológico).
Si el test con metilfenidato da negativo, probablemente nos encontremos ante un problema fisiológico, que afecta de forma general a los perros que poseen estas características (aunque pueden existir excepciones):
- Perros machos jóvenes
- Perros de razas activas (dálmatas, terriers...)
- Falta de bienestar animal
- Falta de enriquecimiento ambiental y estimulación mental
- Destete prematuro, lo que implica una falta de aprendizaje
- Falta de contacto social
Tratamiento de la hiperactividad en perros
Los perros que sufren hiperquinesis necesitarán recibir un tratamiento farmacológico que permita que su organismo funcione de forma normal. En pocos días se observará una mejora notable del comportamiento del perro.
No obstante, si nuestro perro sufre hiperactividad fisiológica deberás seguir algunas de las pautas que te explicamos a continuación. Eso sí, no te recomendamos aplicarlas por ti mismo, sino acudir a un profesional que pueda evaluar tu caso en concreto.
Recuerda que para solucionar este problema de conducta la familia entera deberá colaborar para sacar adelante al animal ya que, de no ser así, no lograremos buenos resultados, sino un retorno a la conducta hiperactiva del perro:
- Elimina totalmente el castigo positivo, es decir, regañarle, agredirle o gritarle. Un perro que sufre constantemente estrés no puede recuperarse, tómate este punto muy en serio si quieres que tu perro mejore su comportamiento.
- Evita reforzar la excitación ignorando las conductas excitables. Recuerda que no se trata de "apartar al perro" si nos demanda atención, debemos ignorarle por completo.
- Por otro lado, reforzaremos las conductas tranquilas y relajadas que observemos en el perro, como por ejemplo estar en su cama tranquilo o tomar el sol en la terraza.
- Elabora una rutina de paseos fija, por ejemplo, a las 9:00, a las 15:00 y a las 21:00. Los perros necesitan estabilidad y la rutina de paseos es imprescindible para que puedan mejorar. También elaboraremos una rutina de comidas, que serán siempre a las mismas horas. Este factor evita la excitación anticipatoria (al saber que ocurre algo).
- Practica obediencia básica para estimular a tu perro y lograr una mejor respuesta, tanto en la calle como dentro de casa.
- Le ofreceremos paseos de calidad, permitiendo que olisquee, se relacione con otros perros (siempre que sea posible) o que camine de forma libre, sin tirones de correa.
- Mejora el entorno del perro para que tenga más movilidad o accesos.
- Ofrécele juguetes que promuevan la calma y la tranquilidad, como el kong, por ejemplo, aunque también puedes proporcionarle huesos para roer o juguetes interactivos.
Estas son las pautas básicas que puedes aplicar en tu casa, no obstante y como te hemos explicado no todos los casos van a salir adelante con estos consejos, por lo que es muy recomendable acudir a una figura profesional para ello, ya sea un etólogo, un educador canino o un adiestrador.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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