¿Cómo poner una pipeta a un perro?
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En este artículo de ExpertoAnimal vamos a explicar cómo poner una pipeta a un perro. Aunque en el mercado podemos encontrar distintas marcas, unas indicaciones generales nos servirán para saber utilizarlas todas.
Las pipetas se emplean para mantener a nuestro perro protegido frente a infestaciones de parásitos externos como pulgas, garrapatas o piojos y algunas repelen también mosquitos. Debido a las molestias y enfermedades que pueden provocar estos parásitos, la desparasitación con pipetas y otros productos de similar acción resulta básica para mantener protegido a nuestro perro.
¿Qué son las pipetas?
Una pipeta es un pequeño envase de plástico que contiene en su interior un líquido con acción frente a distintos parásitos externos del perro. Aunque el tamaño no suele variar demasiado, encontraremos en el mercado pipetas divididas según el peso de nuestro perro, que contendrán más o menos cantidad del líquido.
Las pipetas se ponen sobre el perro y sus principios activos se extienden por todo su cuerpo a través de la capa grasa de la piel de forma que si un parásito lo pica se intoxicará. Algunas pipetas impiden las picaduras. Para saber cada cuánto tiempo hay que ponerlas tendremos que leer el prospecto que las acompaña o preguntarle a nuestro veterinario, pues entre las distintas marcas podemos encontrar diferencias.
Generalmente son de aplicación mensual, pudiendo aumentar su frecuencia de uso si nos encontramos en ambientes con elevada presencia de parásitos o en épocas de especial incidencia. En el siguiente apartado explicamos cómo poner la pipeta a nuestro perro.
¿Cómo colocar una pipeta a un perro?
En primer lugar, antes de poner cualquier pipeta a nuestro perro debemos estar seguros de que es adecuada para él. La mejor forma de conseguir esa seguridad es utilizar aquellas prescritas por nuestro veterinario. Una pipeta inadecuada puede intoxicar e incluso acabar con la vida de un perro.
Una vez tengamos la pipeta los pasos a seguir son los siguientes:
- Se recomienda manejar estos productos con guantes desechables.
- Nunca hay que poner las pipetas cerca de fuego pues si este entra en contacto con el líquido se provocará un incendio.
- Si nuestro perro es nervioso mejor contar con ayuda para inmovilizarlo, teniendo en cuenta que la pipeta se aplica sobre el lomo, por lo que no podemos dejar que se tumbe boca arriba en ese momento.
- La pipeta va puesta directamente sobre la piel, para lo que debemos apartar bien el pelo en varios puntos recorriendo la columna vertebral desde la zona de la cruz, entre las patas delanteras, hasta el inicio de la cola. Dos o tres puntos pueden ser suficientes.
- Tras la aplicación hay que tener cuidado con que el perro no se frote, pues podría así eliminar parte del producto. También cuidado con tocarlo nosotros mientras no esté seco el líquido. Poner la pipetea por la noche puede ser buena idea.
- No debemos bañar a un perro tras ponerle la pipeta, ni dos días antes ni dos después para conseguir la máxima eficacia. Errores de este tipo pueden hacernos pensar que la pipeta no ha funcionado cuando en realidad se trata de un fallo de administración. Aunque hoy en día existen marcas que sí permiten el baño sin perder eficacia, siempre es recomendable mantener este periodo.
- A veces en los puntos de aplicación podemos ver el pelo manchado de blanco al secar la pipeta.
Precauciones en el uso de pipetas
Aprendiendo cómo poner la pipeta a nuestro perro minimizamos los riesgos pero, además, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Generalmente las pipetas no pueden ser usadas en perros de menos de 2 kg de peso o en cachorros menores de dos meses de edad. Para su uso en perros con estas características debemos consultar con el veterinario o utilizar otro producto como los esprays.
- Aunque algunas pipetas tienen la misma composición para perros y gatos, las usadas en perros pueden contener sustancias tóxicas para gatos. Por lo tanto, mucho cuidado con compartirlas e incluso con el contacto entre ambas especies mientras la pipeta no se seca. Si el gato la lame podría intoxicarse.
- La composición de algunas pipetas no es apta para determinadas razas de perros que presentan una mutación genética que las hace hipersensibles a esos principios activos. Son razas como el collie de pelo largo, el border collie, el bobtail o viejo pastor inglés, etc. y sus cruces. Por eso es tan importante consultar con nuestro veterinario, pues estos perros podrían morir si les ponemos una pipeta inadecuada.
- Si se produce una sobredosificación nuestro perro se intoxicará, mostrando síntomas como hipersalivación, descoordinación o temblores. En estos casos hay que contactar inmediatamente con el veterinario y darle el nombre de la pipeta para que nos dé instrucciones.
- Por último, recordemos que no se debe bañar al perro ni un par de días antes ni un par después de haberle puesto la pipeta para no interferir con su distribución por el organismo y, en consecuencia, con su eficacia.
Para más detalles, en el siguiente vídeo mostramos cómo se aplica la pipeta para perros y cada cuánto.
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