¿Cuánto tarda un gato en recuperarse de una operación?
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Existen diversos motivos por los que un gato debe ser sedado o anestesiado, desde agresividad o miedo en consulta que lo hacen inexplorable, a procedimientos quirúrgicos menores u operaciones de gran calibre. La anestesia, especialmente la general, es muy segura, a diferencia de lo que muchos cuidadores piensan, ya que con los conocimientos actuales de los fármacos y los avances en la monitorización, el porcentaje de muerte por anestesia es inferior al 0,5%.
Pero ¿cuánto tarda un gato en recuperarse de la anestesia? Es una de las múltiples preguntas que surgen a los tutores de gatos que van a ser sometidos a este procedimiento. En este artículo de ExpertoAnimal te contamos todo sobre la anestesia y sedación en gatos, lo que hay que hacer antes, sus fases, efectos, fármacos y su recuperación.
Diferencia entre sedación y anestesia
Muchas personas confunden la sedación con la anestesia, pero lo cierto es que son dos procesos muy distintos. La sedación consiste en un estado de depresión del sistema nervioso central en la cual los animales entran en sueño con una escasa o nula respuesta a los estímulos externos. Por otro lado, la anestesia puede ser local o general, en este último caso con pérdida de sensación generalizada caracterizada por hipnosis, relajación muscular y analgesia.
Sin embargo, antes de someter a tu gato a una cirugía, tu veterinario te hablará sobre el examen preanestésico. Este es muy importante para valorar el estado de salud de tu compañero felino y para planificar el mejor protocolo anestésico para su caso individual. Este consiste en:
- Historia clínica completa (enfermedades existentes y medicación).
- Examen físico (constantes vitales, mucosas, tiempo de relleno capilar y condición corporal).
- Análisis de sangre y bioquímica.
- Análisis de orina.
- Electrocardiograma para valorar el estado del corazón.
- En algunos casos también radiografías o ecografía.
¿Cuánto dura la sedación en un gato?
Dependerá del tipo de procedimiento utilizado que variará según la duración e intensidad del procedimiento y la variabilidad individual del gato. Para sedar a un gato, se pueden usar combinaciones de fármacos sedantes, tranquilizantes y analgésicos, como los siguientes:
Fenotiazinas (acepromacina)
Es un sedante que tarda en actuar un máximo de 20 minutos y la sedación dura unas 4 horas. Se debe oxigenar al animal si se utiliza como sedante por la depresión cardiovascular que produce. Se caracteriza por:
- Antiemético (no induce vómito).
- Sedación profunda.
- No tiene antagonista, por lo que el gato se despertará cuando el fármaco se metabolice.
- Bradicardia (frecuencia cardiaca baja).
- Hipotensión (tensión baja) de hasta 6 horas de duración.
- No producen analgesia.
- Relajación muscular moderada.
Alfa-2 agonistas (xilacina, medetommidina y dexmedetomidina)
Son unos buenos sedantes que tardan en actuar un máximo de 15 minutos y tiene menor duración de sedación, solo unas 2 horas. Tienen antagonista (atipamezol), por lo que si se usa se despertarán al poco tiempo sin tener que esperar el tiempo necesario hasta que el efecto sedante desaparezca. Se debe oxigenar debido a los efectos cardiovasculares que producen:
- Buena relajación muscular.
- Analgesia moderada.
- Emético (induce el vómito).
- Bradicardia.
- Hipotensión.
- Hipotermia (descenso temperatura corporal).
- Diuresis (más producción de orina).
Benzodiacepinas (diazepam y midazolam)
Son relajantes que tardan en actuar un máximo de 15 minutos y duran de 30 minutos a 2 horas. Tienen antagonista (flumacenilo) y produce los siguientes efectos:
- Relajación muscular potente.
- No tiene efectos sobre el sistema cardiovascular.
- No sedan.
- No producen analgesia.
Opioides (butorfanol, morfina, metadona, fentanilo y petidina)
Son buenos analgésicos utilizados en muchas ocasiones junto a los sedantes para contribuir a una sedación o para preparar al gato para la anestesia. Suelen deprimir bastante el centro cardiorrespiratorio y algunos como la morfina son eméticos. Antes se creía que los opioides como la morfina estaban contraindicados en los gatos por los efectos estimulantes que les producía. En la actualidad se sabe que más que estar contraindicados, se pueden usar sin problemas pero manteniendo la dosificación, vía, ritmo horario y combinación de fármacos, puesto que los problemas surgen si se sobredosifican, causando disforia, delirio, excitabilidad motora y convulsiones.
Por otro lado, mientras que el butorfanol produce menor analgesia y es usado en la sedación o para la premedicación antes de la anestesia general, la metadona y el fentanilo son los más utilizados en esta especie para controlar el dolor durante la cirugía debido a su mayor potencia analgésica. Tienen un antagonista para revertir sus efectos llamado naloxona.
Por tanto, la duración de la sedación dependerá del metabolismo y el estado del propio gato. La media son unas 2 horas si no se revierte la sedación con el antagonista. Al combinar dos o más fármacos de diferente clase, permite potenciar los efectos farmacológicos deseados y así reducir dosis y efectos secundarios. Por ejemplo, la combinación de butorfanol con midazolam y dexmedetomidina suele ser muy efectiva para sedar un gato nervioso, dolorido, estresado o agresivo en consulta, y al tener antagonista se revierten los efectos, pudiendo volver a casa despierto o levemente adormilado.
¿Cuánto dura la anestesia de un gato?
Los procedimientos anestésicos constan de cuatro fases:
Fase 1: premedicación
Su objetivo principal es crear un "colchón anestésico" para disminuir la dosis de anestésicos posteriores, reduciendo los efectos secundarios de dosis dependientes, reducir el estrés, miedo y dolor del gato. Se realiza mediante la administración de diferentes combinaciones de los fármacos sedantes, relajantes musculares y analgésicos que hemos comentado en el apartado anterior.
Fase 2: inducción anestésica
Mediante la administración de un anestésico inductor inyectable como la alfaxalona, la ketamina o el propofol para conseguir que el gato pierda los reflejos y así permitir la intubación (introducción de un tubo en la tráquea felina para la introducción del anestésico inhalatoria) para continuar el proceso anestésico.
Estas fases suelen durar unos 20-30 minutos en total hasta que los fármacos hacen efecto y permiten el siguiente paso.
Fase 3: mantenimiento
Consiste en la administración continua de un agente anestésico, ya sea de forma:
- Inhalatoria: (como el isoflurano) junto con analgesia (opioides como el fentanilo, metadona o morfina) y/o antiinflamatorios no esteroideos, como el meloxicam, que mejorarán el dolor y la inflamación en el postoperatorio. Estos últimos pueden ser administrados también al finalizar la anestesia junto con antibiótico para prevenir posibles infecciones.
- Intravenosa: propofol y alfaxalona en infusión continua o bolos repetidos junto a un opioide potente como el fentanilo o la metadona. No se recomienda su uso por más de una o dos horas en gatos para evitar recuperaciones lentas, especialmente con el propofol.
- Intramuscular: ketamina y opioide para cirugías cortas de 30 minutos. Si se requiere algo más de tiempo se puede poner una segunda dosis de ketamina intramuscular, pero no superior al 50 % de la inicial.
La duración de esta fase es variable y dependerá del tipo de cirugía a la que tu gato se va a ver sometido. Si es una limpieza, en torno a una hora; una castración, algo menos, igual que la obtención de biopsias; si se opera algún cuerpo extraño como bolas de pelo, puede alargarse un poco más, mientras que si son operaciones de traumatología, pueden durar varias horas. También depende de la habilidad del cirujano y de las posibles complicaciones intraoperatorias.
Fase 4: recuperación
Tras la finalización de la anestesia, comienza la reanimación, que debe ser rápida, suave, sin estrés y sin dolor si se ha respetado el procedimiento, las combinaciones y las dosis de fármacos utilizados. Será necesario vigilar sus constantes, su estado, su temperatura y posteriormente las posibles complicaciones, como fiebre y vómitos, lo que puede indicar una infección. Por lo general, un gato sano adulto, bien alimentado, vacunado y desparasitado se suele recuperar de la anestesia a los 2 días de la intervención y de sus secuelas 10 días después.
De manera que la duración de la anestesia es variable según la duración de la cirugía, el estado y metabolismo del animal, las habilidades del cirujano, las complicaciones, fármacos utilizados y el tiempo de reanimación. Así pues, mientras que algunas anestesias duran una hora o menos, otras se pueden prolongar varias horas. Pero no te preocupes, con un correcto protocolo anestésico, analgesia, control de las constantes vitales y la temperatura por el anestesista, tu gato va a estar seguro y sin sentir nada de dolor ni estrés independientemente de la duración de la anestesia.
Mi gato no se recupera de la anestesia
El tiempo que el animal pueda tardar en recuperarse de la anestesia va a depender de la cantidad que se le haya administrado, del tipo de anestesia con el que hayan trabajado y también del propio gato. Aunque tu pequeño felino haya mantenido el ayuno previo a la cirugía, puede echar algo de bilis o restos de alimento que queda en su estómago o tener náuseas. No te preocupes, es normal si se han utilizado sedantes alfa-2 o algunos opioides. También es normal que, tras despertar, el gato se vaya para los lados desorientado o maúlle sin motivo, que tarde unas horas en querer comer o que orine mucho ese día para eliminar el líquido de más administrado con fluidos durante la anestesia. Durante la recuperación, es necesario que los gatos se encuentren en un lugar cálido, oscuro y silencioso.
A veces, los gatos pueden tardar mucho en despertar. Hay que tener en cuenta que los gatos son muy diferentes a los perros en muchos aspectos. En la anestesia no iban a ser menos. En concreto, el metabolismo de los fármacos en los gatos es mucho más lento que en los perros, por lo que pueden tardar más en despertarse. Tu gato puede tardar más en recuperarse de la anestesia por los siguientes motivos:
Déficit enzimáticos
Una de las vías más importantes de la metabolización de fármacos para su posterior eliminación es la conjugación con ácido glucurónico. Sin embargo, los gatos poseen un déficit de la enzima glucuroniltransferasa, que es la responsable de realizarlo. Debido a esto, la metabolización de los fármacos que usan esta vía se hace mucho más lenta al tener que usar una alternativa: la sulfoconjugación. El origen de este déficit se encuentra en los hábitos alimenticios felinos. Al ser carnívoros estrictos no han evolucionado para desarrollar sistemas para metabolizar la fitoalexina de las plantas. Por tanto, en los gatos ciertas drogas (ibuprofeno, aspirina, paracetamol y morfina) se deben evitar o usar a mucha menor dosis que en los perros que no tienen ese problema.
Propofol como anestésico
El uso de propofol en el mantenimiento como anestésico durante más de una hora puede alargar los tiempos de recuperación en los gatos. Además, la anestesia repetida con propofol en felinos puede producir lesión oxidativa y la producción de cuerpos de Heinz (inclusiones que se forman en la periferia de los glóbulos rojos por destrucción de la hemoglobina).
Sobredosis de fármacos
Los gatos suelen pesar poco, especialmente si son pequeños, por lo que se puede sobredosificar más fácilmente con la consecuente prolongación del proceso de recuperación al tardar mucho más en metabolizarse para que dejen de realizar su acción. En estos casos, solo estarían indicados los fármacos antagonistas, pero teniendo en cuenta que los despertares pueden ser bruscos y disfóricos. De hecho, la tendencia es intentar despertares más progresivos y lentos, ayudándose para ello si es necesario de relajantes como las benzodiacepinas.
Hipotermia
La hipotermia en gatos o descenso de la temperatura corporal es frecuente debido a su pequeño tamaño y peso. Cuanto más desciende la temperatura, más difícil es la metabolización de fármacos debido a la reducción en la función enzimática, alargando la recuperación y el despertar de la anestesia. Esta condición debe prevenirse aplicando sobre el animal materiales aislantes y tapándolo con mantas o usar mesas quirúrgicas con calefacción, aplicar fluidos atemperados, así como mantener la temperatura del quirófano en torno a los 21-24 ºC.
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- C.M. Acevedo, E. Gutiérrez, A. Ortega. Sedación y Analgesia. Vanguardia Veterinaria. Disponible en: https://www.vanguardiaveterinaria.com.mx/sedacion-y-analgesia
- M. L Goich. (2008). Uso de opioides en felinos: ventajas y complicaciones. Portal Veterinaria. Disponible en: https://www.portalveterinaria.com/articoli/articulos/16961/uso-de-opioides-en-felinos-ventajas-y-complicaciones.html
- F.G. Laredo, E.B. Mellado, M. Escobar. (2001). Accidentes y complicaciones en anestesia en pequeños animales II. Hospital Clínico Veterinario 30100, Murcia
- Autor desconocido. (2018). ¿Anestesiar a mi perro o gato es peligroso?. Hospital Veterinario Tucan. Disponible en: https://hospitaltucan.com/anestesiar-perro-gato-peligroso/