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Dexametasona en gatos - Dosis y efectos secundarios

 
María Besteiros
Por María Besteiros, Auxiliar técnico veterinario y peluquera canina y felina. Actualizado: 18 mayo 2023
Dexametasona en gatos - Dosis y efectos secundarios
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La dexametasona es un fármaco muy conocido que se utiliza tanto en medicina humana como en veterinaria. Su presencia en los botiquines caseros anima a algunos cuidadores a administrársela a sus gatos en situaciones en las que ellos mismos la utilizarían. Pero supone un grave error.

En este artículo de ExpertoAnimal explicaremos todas las contraindicaciones y efectos secundarios que puede tener la dexametasona en gatos. De ahí la importancia de que limitemos su uso a las recomendaciones del veterinario.

Índice

  1. ¿Qué es la dexametasona?
  2. Usos de la dexametasona en gatos
  3. Dosis de dexametasona en gatos
  4. Contraindicaciones de la dexametasona en gatos
  5. Efectos secundarios de la dexametasona en gatos

¿Qué es la dexametasona?

La dexametasona es un conocido glucocorticoide sintético que deriva del cortisol y es capaz de mantener una acción prolongada. Destaca por su potencia antiinflamatoria. Entre otros efectos, provoca un incremento de la glucosa en la sangre y de glucógeno en el hígado, disminuye la reacción vascular que provoca la inflamación, inhibe la liberación de histamina o de ACTH y reduce la producción de anticuerpos. Es un fármaco que contribuye a la mejoría de los signos clínicos que muestra el gato más que a su curación. Por eso el veterinario recetará otros fármacos y medidas destinadas a combatir la causa de su enfermedad.

Cuando se administra de forma subcutánea o intramuscular se absorbe muy rápidamente, en cuestión de minutos, y se distribuye por los tejidos. Se excreta por la orina y por la bilis. La dexametasona en gatos podemos encontrarla en formato inyectable o en comprimidos masticables.

Usos de la dexametasona en gatos

La dexametasona, como hemos avanzado, destaca por su efecto antiiinflamatorio, pero también antialérgico e inmunodepresor. Por ello se utiliza, sobre todo, en los siguientes casos:

  • Procesos inflamatorios.
  • Alergias.
  • Traumatismos.
  • Shock y colapso circulatorio.

También puede utilizarse en articulaciones, lo que supone su práctica inmovilización durante un mes y la imposibilidad de realizar una cirugía durante dos meses.

Dosis de dexametasona en gatos

La dosis de dexametasona solo la puede determinar el veterinario, ya que hay que tener en cuenta la enfermedad del gato, su estado, su peso, así como el formato del fármaco escogido. A modo de ejemplo, si se decanta por dexametasona inyectable, que puede administrar de forma intramuscular, intravenosa o intraarticular, la dosis sería de 0,1-0,3 mg por cada kg de peso vivo.

Como se puede apreciar, el fabricante recomienda un intervalo de dosis que considera seguras y eficaces. Solo el profesional veterinario, insistimos, puede decidir la adecuada para nuestro gato. Se buscará siempre que sea la más baja posible y durante el menor tiempo, manteniendo su efecto beneficioso. Por eso es frecuente que el veterinario tenga que ir ajustando la dosificación. Por último, se recomienda administrar por la tarde.

Contraindicaciones de la dexametasona en gatos

Aunque existen algunos supuestos en los que no es recomendable apostar por la dexametasona, la decisión sobre administrarla o no dependerá exclusivamente del veterinario. En casos como los que exponemos a continuación, no se recomienda su uso, pero si el animal se encuentra en una situación de emergencia, es muy posible que el profesional considere su administración. Son los siguientes:

  • Inmunodepresión.
  • Diabetes mellitus.
  • Nefritis crónica, que es una inflamación del riñón.
  • Insuficiencia renal.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Osteoporosis.
  • Enfermedades causadas por virus cuando estén activos en sangre.
  • Infecciones sistémicas producidas por hongos.
  • Patologías de origen bacteriano si el gato no está recibiendo el tratamiento antibiótico correspondiente.
  • Úlceras tanto a nivel gastrointestinal como en la córnea.
  • Glaucoma, una grave enfermedad ocular.
  • Demodicosis, que es una enfermedad parasitaria causada por el ácaro Demodex.
  • Quemaduras.
  • Fracturas, infecciones de las articulaciones provocadas por bacterias o necrosis en el hueso desaconsejan su administración intraarticular.
  • Gatas en gestación, pues podría causar malformaciones en los fetos, abortos, partos prematuros o dificultosos, muerte de los gatitos, retención de las placentas o metritis, que es la inflamación del útero. También puede afectar a la producción de leche durante el período de lactancia.
  • Gatos muy mayores, desnutridos o con hipertensión. Por otra parte, tiene efecto sobre el crecimiento, de ahí la precaución con los ejemplares más jóvenes.
  • Por supuesto, si sospechamos o sabemos que el gato es alérgico a la dexametasona.

Además, es importante tener en cuenta la interacción que puede producirse entre la dexametasona y otros medicamentos. Por eso siempre hay que informar al veterinario de cualquier fármaco que le estemos dando al gato, si es que lo desconoce. Por ejemplo, debido al efecto inmunosupresor de la dexametasona, no se puede combinar con las vacunas ni darse durante las dos semanas siguientes a la vacunación. También interacciona con la insulina.

Dexametasona en gatos - Dosis y efectos secundarios - Contraindicaciones de la dexametasona en gatos

Efectos secundarios de la dexametasona en gatos

El consumo de dexametasona puede provocar síndrome de Cushing, también conocido como hiperadrenocorticismo iatrogénico. Se trata de una enfermedad que desencadena síntomas como ganancia de peso, debilidad, pérdida de masa muscular u osteoporosis. Para intentar evitarlo, al finalizar el tratamiento se recomienda retirar la dexametasona de manera paulatina. También se intenta evitar su uso prolongado para minimizar los riesgos. Por otra parte, es relativamente fácil y rápido apreciar signos como los siguientes cuando el fármaco se administra de forma sistémica:

  • Poliuria, que es un aumento en la cantidad de orina evacuada.
  • Polidipsia o incremento en la ingesta de agua.
  • Polifagia, que implica un elevado consumo de comida.
  • Hipopotasemia, que es una disminución de los niveles de potasio en la sangre, especialmente en gatos que están a tratamiento con diuréticos que favorecen la excreción del potasio.
  • Calcinosis cutánea, enfermedad de la piel que se produce por un depósito anormal de calcio en el tejido subcutáneo.
  • Úlceras gastrointestinales, sobre todo si se usa a la vez que algún AINE.
  • Posible retraso en la cicatrización de heridas.
  • En algunos casos, retención de líquidos.
  • Aumento de tamaño del hígado, lo que se conoce con el nombre de hepatomegalia. También se incrementarán las enzimas hepáticas.
  • Pancreatitis.
  • Hiperglucemia, que es un valor de glucosa en sangre por encima del considerado normal.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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