Diferencias entre pastor alemán macho y hembra

Las diferencias entre pastor alemán macho y hembra son más evidentes cuando nos enfocamos en la contextura física de cada sexo, pues las hembras son significativamente menores que los machos. Según los estándares publicados por tres de las principales federaciones caninas internacionales (FCI, AKC y Kennel Club del Reino Unido),las diferencias en tamaño son las siguientes:

• Pastor alemán macho: la altura a la cruz ideal para los pastores alemanes adultos es de 60-65 centímetros en los machos. En cuanto al peso, se encuentra entre 30 y 40 kg.
• Pastor alemán hembra: en ellas, la altura a la cruz ronda los 55-60 centímetros, mientras que el peso oscila los 22-32 kg.

Adicionalmente, el AKC (American Kennel Club) aclara que los rasgos sexuales secundarios están fuertemente marcados en esta raza de perros. Es decir, que la apariencia general de un pastor alemán macho o hembra ya denota claramente rasgos físicos asociados a la masculinidad o la feminidad en los perros. De esta forma, ellas suelen ser de líneas más finas que ellos. No obstante, hay características físicas comunes en ambos sexos, como el cuerpo alargado y musculoso, la cabeza en forma de cuña, las orejas puntiagudas erectas, la trufa negra y la poderosa mordedura. La apariencia general del pastor alemán macho o hembra transmite elegancia y nobleza, con una presencia difícil de ignorar.

Respecto de los tipos de pastor alemán, las mencionadas federaciones caninas solo reconocen la existencia de dos variantes: el pastor alemán de pelo corto y el pastor alemán de pelo largo. En ambas, lógicamente, encontraremos individuos machos y hembras, los cuales pueden exhibir diferentes colores en su manto, ya sean solidos o combinados con otras tonalidades. Por ejemplo, la FCI define como aceptables los siguientes colores del pastor alemán:

negro con marcas de color marrón rojizo, marrón y amarillo y hasta gris claro; totalmente negro, gris con sombreados oscuros, con manto y máscara de color negro.

Por mucho tiempo, se ha creído que la genética o incluso el sexo de un perro podrían determinar su carácter. Sin embargo, hoy sabemos que la influencia de componentes genéticos, como la raza y el linaje, en el temperamento del perro se concentra en la predisposición a ciertos patrones de comportamiento. Por ejemplo, vemos que un pastor alemán macho o hembra tiene habilidades de guardia y protección mucho más desarrolladas que otras razas caninas que jamás han sido empleadas en dichas tareas (por ejemplo, un cocker spaniel o un pug).

No obstante, el comportamiento de un perro tiene un fuerte componente individual porque la forma de actuar en el día a día y de relacionarse con otros individuos, estímulos y entornos depende mucho más de factores relacionados con la crianza de cada individuo, como el ambiente donde vive y la educación que recibe, principalmente durante los primeros meses de vida. De hecho, recientes investigaciones proponen que menos del 10 % de las variaciones comportamentales observadas en los canes – a nivel individual - pueden ser atribuidas a factores genéticos.

Por ende, las posibles diferencias entre pastor alemán macho y hembra, en términos de comportamiento y personalidad, no dependen del sexo y ni siquiera del linaje de cada individuo, sino de las experiencias vividas y la educación recibida.

Temperamento general del pastor alemán macho o hembra

En líneas generales, un pastor alemán se caracteriza por su temperamento seguro y valiente, así como por una gran capacidad de aprendizaje y predisposición al entrenamiento. La combinación de estas calidades, sin duda, ha contribuido a que se posicione entre las cinco razas de perros más inteligentes y que se desempeñe óptimamente en una gran variedad de deportes caninos y funciones de guardia, de terapia, de búsqueda y rescate y, por supuesto, de compañía. Y no olvidemos que el pastor alemán está considerado como una de las mejores razas de perros policía en todo el mundo.

Mucha gente se pregunta si el pastor alemán es un perro agresivo, pero la realidad es que la agresividad no es un rasgo comportamental de ningún perro, ya sea que hablemos de un individuo de raza pura o de un mestizo. La agresividad en los perros es un problema de conducta complejo que está relacionado con múltiples causas, entre las cuales encontramos problemas de salud que provocan mucho dolor o estrés en los perros. Por ende, cuando un perro se vuelve agresivo, lo primero y más importante es acudir a un veterinario (mejor aún si es un veterinario etólogo) para evaluar su estado de salud y tratar de identificar los factores que pueden estar disparando las reacciones defensivas o directamente agresivas.

Para dejarlo en claro, el pastor alemán macho y hembra tiene un carácter muy confiable por naturaleza, pero también es nuestra responsabilidad, como tutores, generar las condiciones para que su comportamiento se mantenga estable a lo largo de su vida. Para ello, es esencial enseñarles las órdenes básicas de obediencia desde su llegada al hogar (y preferiblemente a partir de sus primeros meses de vida), no descuidar de su actividad física ni de su estimulación mental, así como trabajar en la socialización temprana del pastor alemán para permitirle desarrollar plenamente su confianza y una mayor adaptabilidad a diferentes individuos, estímulos y entornos. Si necesitas ayuda, en ExpertoAnimal te contamos "Cómo educar a un pastor alemán desde cachorro".

Otra importante diferencia entre pastor alemán macho y hembra la encontramos en los ciclos reproductivos, los cuales conocemos popularmente como “celo” y que tendrán inicio cuando el perro alcance la madurez sexual. Tratándose de un perro de talla mediana, se estima que un pastor alemán alcanzará su madurez sexual entre los 6 y los 12 meses de vida, siendo que los machos tienden a ser un poco más tardíos que las hembras. No obstante, la edad exacta del primer celo puede variar en función de las características de cada individuo, así como de algunos factores ambientales.

Una vez alcanzada la madurez sexual, los perros machos estarán dispuestos a aparearse durante todo el año a lo largo de casi toda su vida. A su vez, el celo en las perras se divide en cuatro fases (el proestro, el estro, el diestro y el anestro), y es solo durante el estro que son fértiles y receptivas a los machos. Por lo general, una perra experimenta dos celos al año, con una duración total de 15 a 21 días, mientras que el estro suele durar, como mucho, de 6 a 9 días.

Si prestamos atención a los síntomas del celo, también observaremos algunas diferencias entre el pastor alemán macho y hembra. Para empezar, solo las hembras tendrán el típico sangrado vaginal, que suele venir acompañado de una visible inflamación en la vulva. Ellas también tenderán a volverse más cariñosas cuando estén en celo, principalmente durante el proestro, mientras que los machos se mostrarán muy ansiosos o nerviosos siempre que perciban que hay perras en celo cerca. No obstante, ambos sexos tienen una mayor tendencia al escapismo con fines reproductivos, es decir, que es muy probable que un pastor alemán macho o hembra, cuando esté en celo, quiera escaparse de casa para aparearse.

Marcaje

El marcaje en los perros no está asociado únicamente al instinto reproductivo ni a la necesidad de marcar territorio. Ambos sexos marcan para comunicarse con sus congéneres, para generar un olor común o en respuesta a determinadas emociones. Aunque no sea el único, el marcaje con orina es el que más suele generar dolores de cabeza a los tutores y es infinitamente más frecuente en los perros machos y hembras no castrados. En los machos, esta conducta es muy fácil de identificar, pues el perro levantará la pata y expulsará pequeños chorros de orina sobre superficies u objetos. No obstante, las hembras también marcan con orina y tienden a hacerlo con más frecuencia cuando están en celo.

Aunque resulte útil conocerlas, las diferencias entre pastor alemán macho y hembra están lejos de ser una de las cosas más importantes a tener en cuenta antes de optar por un sexo u otro. Eso es así porque machos y hembras demandarán la misma disponibilidad de tiempo y espacio, la misma dedicación a su educación, así como una solvencia económica casi identifica para proveerles una alimentación completa y equilibrada en cada etapa de su vida y los demás cuidados fundamentales de su salud y bienestar. Entonces, lo más importante es que te preguntes honestamente si tienes las condiciones, si estás dispuesto a hacer estas inversiones - materiales y no materiales – y si tu personalidad y estilo de vida son compatibles con la forma de ser y las necesidades de esta raza canina.

En este sentido, algo muy importante a tener en cuenta es que existen varias enfermedades comunes en el pastor alemán, como la displasia de cadera y de codo, la epilepsia y los problemas digestivos, entre otros. Gran parte de estas patologías son hereditarias y su alta incidencia está relacionada con la historia de esta raza, en especial con la cría indiscriminada a la que ha sido sometida con fines comerciales. Por ende, un pastor alemán macho o hembra puede necesitar una atención extra a su medicina preventiva y, eventualmente, gastos significativos con tratamientos veterinarios.

Por otro lado, ten en mente que un pastor alemán macho o hembra jamás se comportará como un “perrito faldero”, aunque ambos sexos sean capaces de demostrar extrema lealtad a sus familiares y disfruten enormemente de su compañía. Muchos dicen que las hembras tienden a ser más cariñosas que los machos, pero la realidad es que el nivel de cariño y de afecto que tu perro te demuestre dependerá de la calidad del vínculo que nutras junto a él o ella. Recuerda que ganarse la confianza de un perro requiere dedicación y mucha consciencia a la hora de elegir los métodos que aplicas para educarlo, ya que los castigos y el uso abusivo del regaño solo contribuyen a que tu peludo te tenga miedo y se sienta muy estresado. Por ello, te recomendamos apostar por el refuerzo positivo para recompensar a tu peludo por su buen comportamiento y motivarlo a seguir aprendiendo constantemente.

Además, los ovejeros alemanes son perros muy activos e inteligentes, por lo que necesitan ejercitar su cuerpo y su mente todos los días para prevenir tanto el sobrepeso como los problemas de comportamiento asociados al sedentarismo, al estrés y al aburrimiento. Para prevenirlos, más allá de establecer una buena rutina de paseos, es fundamental que inviertas en el adiestramiento de tu perro desde una temprana edad y en su enriquecimiento ambiental.

Castración/esterilización de machos y hembras

Como vimos, las diferencias físicas y comportamentales entre un pastor alemán macho y hembra no deberían influir en la decisión de adoptar uno u otro sexo. No obstante, hay ciertos aspectos que sí pueden hacer que nos decantemos por uno u otro. La castración/esterilización es uno de ellos, ya que el coste de la cirugía de las hembras es más elevado debido a que es más complicada. Así mismo, los problemas de salud que puedan desarrollar en caso de no castrarlas también implican tratamientos o cirugías con un coste mayor.

Igualmente, son mucho más numerosos los beneficios de castrar a tu perro, ya sea macho o hembra, ya que este procedimiento no solo previene embarazos no planificados, sino también enfermedades asociadas a las hormonas sexuales o al tracto reproductivo de los perros y perras. Además, la castración tiene un impacto significativo en la atenuación o incluso en la eliminación de los comportamientos sexuales como la monta, el marcaje y escapismo. Si quieres profundizar en este tema, te recomendamos la siguiente lectura: “Castrar a un perro - Precio, posoperatorio, consecuencias y beneficios”.

Por último, pero no menos importante, si estás evaluando los pros y los contras de adoptar a un ovejero alemán macho o hembra, no dejes de echar un vistazo a nuestro artículo “Ventajas de tener un pastor alemán”.

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